Prólogo

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Marck Parker era el nombre de mi padre, un mafioso húngaro que estaba en ruinas. Él mismo tenía una deuda con un socio británico y a cambio de saldar ésa deuda y obtener un poco de dinero extra para poder desaparecer del mapa y dejar todo el asunto de la mafia, decidió venderme al único socio que le quedaba, Harry Styles o mejor conocido como El Hijo de Satanás.

La misma noche en la que ellos estrecharon sus manos por una última vez, tuve que dejar a mi familia y mudarme con el que ahora sería mi dueño. Vivir con él no era una tarea muy fácil, ya que siempre he sido rebelde y me desagradaba la idea de ser tratada como un objeto por parte de él.

Desde que él había llegado a mi vida, quería escapar de donde fuera que me mantuviera encerrada. Una noche al encontrarlo ensangrentado con él cadáver de una mujer a su lado, temí por primera vez de él.

Necesitaba huir de él y sólo una persona en el mundo sería capaz de ayudarme con eso. Él me dijo que su rescate llegaría de sorpresa, por lo que debía continuar como ya hacía, intentando que Harry se enamorará de mí para que cuando llegará el momento, él bajará su guardia.

Desde adolescente era una promiscua, pasaba la noche con cuántos hombres quisiera, por lo que tener sexo con mi dueño no sería un problema, todo lo contrario, me encantaban nuestras noches de placer. Algo bueno debía sacarle a la situación de estar viviendo con él y que mejor cosa que el sexo.





- Eres la mujer más hermosa que se ha cruzado en mi vida, estoy tan felíz de que seas la mujer con la que pasaré el resto de mis días- me entregó la rosa negra, al tocarla noté que sus pétalos eran muy suaves y delicados, casi imperceptibles- Ésta rosa representa mi mundo, ésta otra- me entregó la rosa roja- Representa mi amor hacía ti y esta otra- me quitó la rosa que hace media hora me había colocado en la oreja y luego me la entregó- Representa la lealtad y unión que te prometí, eres mi vida y mi todo, nunca he amado a alguien como te amo a ti Anais- sonreí, los ojos de Harry brillaban al igual que las estrellas- Te amaré, hoy, mañana y siempre preciosa, te prometo que lo haré- abracé a Harry y él no perdió tiempo en corresponderme, luego se inclinó y unió nuestros labios en un beso fuerte y apasionado.




VENDIDA PARA STYLES

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