Capítulo 22 - "Emboscada"

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Capítulo 22

Lluvia, comenzaba por arruinar el día, se escuchaban las gotas caer en la terraza y salpicar en las puertas de vidrio.

Ya hace diez minutos Harry había entrado a la ducha, luego de haberme hecho su mujer oficial ante todos sus invitados y de habernos enrollado entré las sábanas, me sentía fatal por Harry, el no era malo, pero no me doblegaria por el, debía seguir adelanté. El me quería y aunque era bueno, me atormentaba, porque podría ser amenazada de muerte por mucha gente mala al igual que el. Por ello debía seguirle la corriente y no levantar sospechas, menos mal que iba a clases de actuación y que me sonrojaba con cualquier tontería que pensará. Harry era una persona que no se dejaba engañar ni mucho menos manipular o retar, éso ya me lo había demostrado, pero, ¿Qué pasa si llegó a cometer un error y me descubre? Me mataría al instante de enterarse.

Muchas personas ayer quisieron sobrepasarse conmigo y luego de que Harry hiciera el gran anunció, todos me trataban con respetó y admiración, ¿Bipolaridad? Donde lo vieran. La puerta se abrió y de ella salió Harry todo mojado, con gotas cubriendo todo su torso, tengo que admitir que Harry estaba muy bien hecho físicamente y que desearlo no estaba en duda, pero aún así no debía llegar a mi corazón, sus sentimientos no los entendía, a veces me trata con cariño y hasta muy meloso, pero otras, me maltrata o ignora y no se que esperar de el, por éso desde el inició me prometí no sentir absolutamente nada por el y que lo único que exista entré nosotros sea trabajo y sexo.

- ¿Disfrutando de la vista?- me sobresalte al escuchar su voz, me había sumergido tanto en mi mente que no noté cuando estaba con pantalón y a unos centímetros de mi.

- Si un poco joven perverso- mordi mi labio- ¿Qué haremos hoy?- me levanté y sin pudor alguno, caminé desnuda hasta mi armario y buscar lo que me pondría hoy.

- Yo trabajar y tu ni idea, tienes el día libre, aprovechalo, visita la capital, ve de compras, no se, has lo que desees- me tomó de la cintura, repartíendo besos por mi cuello y hombro- Pero en la noche te quiero desocupada- me hizo girar quedando de frentes, me apretó a el y estampó sus labios con los míos, introduciendo su lengua y jugueteando con la mía, se separó un poco de mi- Pasa lindo día, ya sabes, sal con Will o tus gorilas, nos vemos en la noche preciosa- me dio otro besó y salió ya vestido.

Tomé lo que me pondría y luego decidiría a donde ir, fui al baño a darme una relajante ducha de agua fría porque hacía un calor insoportable, me vestí con un vestido negro de estampados, acompañado de unos tacones beige con negro. Tomé la cartera, al salir de la habitación me encontré con mis gorilas esperando por mi.

- Hola muchachos- ellos asintieron sonrientes a modo de saludó- Bueno, ¿Qué me recomiendan hacer hoy?, ¿Visitar la Torre Eiffel? Ó ¿El puente del amor? Bueno, pero primero les agradecería que me llevarán a un lugar donde desayunar, muero de hambre- Channing rió.

Embarcamos caminó hacía un restaurant francés, donde pude saciar mi estómago con muchos croissant, bebidas y dulces típicos del país. Había decidió ir de compras, la ropa francesa era muy linda y muchas cosas llamaron mi atención, principalmente la ropa interior, tenían de distintos estilos, de encaje, de seda, de satin, infinidades, compré al menos seis conjuntos, juntó con vestidos, zapatos y demás, luego de saciar mi sed de compras, fui a una tienda que llamo mi atención con su nombre y logotipo, Sólo Te Pido... su logotipo era un antifaz y unas esposas, entendí que era una sex-shop.

- Channing lleva esto al maletero por favor, Ritchie acompañame- caminó detrás de mi y al ver a donde me dirigía se notó un poco serio, más de lo normal, cosa que no pasó desapercibido.

Entramos y todas los empleados nos miraron con curiosidad, pero dándonos la bienvenida, caminé por un pasillo donde estaban dildos simples de colores neutros, tomé uno, primera vez que tocaba uno, nunca me permití comprar ésas cosas, eran mejor los reales. Lo dejé donde estaba y seguí, con Ritchie a mis espaldas, vi esposas como la de los policías, pero con bordes suaves de algodón, antifaz de todos los colores, cuerdas o cordones de colores rojos y negros- Oye Ritchie, ¿Sabrás para qué una pareja utilizaría esté tipo de cosas?- noté como se tenso ante la pregunta y lo miré atenta.

Vendida Para StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora