Capítulo 27 - "Samuels"

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Capítulo 27

Un silencio se formó, Alice siempre tan inoportuna, debía hablar con ella pero no en ése momento. Por suerte Carmen habló.

- Jóvenes, el patio trasero espera por ustedes, ¿Desean algo para beber o comer?- le sonreí.

- Carmen, trae cuatro copas de whisky y una de piña colada, por favor- se retiró a cumplir órdenes.

- ¿Piña colada?, ¿Es una fiesta infantil a casó?- caminamos por la casa, atravesandola y llegando al patio trasero, el mismo en el que fue la piscinada.

- No, claramente no lo es, pero estoy seguro que Ana no tiene ánimos de beber ó ¿Me equivocó?- negué sonriente, ella creía que esa bebida era para ella, grave equivocación.

Stephen dejó al bebe en el cochecito, a un lado de mi. El dormía plácidamente, con sus manitas vueltas puños y la naricita roja, quisiera ser el en éstos momentos, sin preocupaciones ni dolores.

Carmen regresó con una bandeja donde traía todo lo pedido. Tomé de la bebida, sintiendo su dulzura y empalagoso sabor. Los hombres se apartaron un poco para hablar, Alice se acercó.

- ¿Me dirás qué te ocurrió?- tomó asiento a mi lado- Estoy muy desactualizada, tenemos meses sin vernos y por lo visto, muchas cosas han sucedido- observé al bebe, repasando en mi mente todo lo que ocurrió estos meses.

- Tienes razón, demasiadas cosas sucedieron, cosas que no esperaba- giré la vista hasta Harry, quien movía los labios al compás de sus palabras- Ese día de la piscina volví a intimar con Harry, necesitaba hacerlo y todo estuvo bien, pero no duró mucho- Harry me cacho observandolo y sonrió- Viajamos a Rusia por cosas de negocio y asesinó a una mujer, antes de ello el me había encerrado y estaba molesto conmigo, desquitandose con Verónica- Alice arrugo el entrecejo- Luego tuvimos una fuerte pelea gracias a Marck, el me quería de vuelta y Harry no lo permitió, hizo un viaje y al regresar me dijo que había matado a Marck, a Helen la volvió esquizofrenica y caníbal- bebí nuevamente.

- Esto es increíble, Austin me dijo que Harry hacía cosas malas, pero no creí que llegaría hasta tal punto- observé al bebe removerse, seguramente soñaba- ¿Qué más sucedió?- bebió otro tragó.

- ¿Te suena la palabra Diabla?- moví despacio el cochecito para que se calmara un poco.

- Si, Austin me ha mencionado una tal Diabla, la jefa de un bando, supuestamente una persona muy importante en el narcotráfico- bebió un último sorbo.

- ¿Enserio? No sabía que me veían como alguien tan importante- me miró confusa, a los segundos reaccionó, casi ahogandose con la bebida.

- ¿Eres tu la Diabla?- afirme- Esta bien, definitivamente me perdí demasiadas cosas- tosio para luego reír- ¿Cómo es qué éso pasó?- ahora fui yo quien rió.

- Yo también me sorprendí cuando me enteré, sucedió en París, en la celebración que hace Harry cada año. Me tomó desprevenida, diciendo que fui la única que logró ganarse ese lugar, entré otras cosas. Al día siguiente, tuvimos una cena con parte de su familia, me pidió matrimonio- le mostré mi mano, ella tapó su boca, estaba sorprendida- Aún no termino, luego de la cena tuvimos una emboscada en la que me dispararon y secuestraron, todo un caos. No duré mucho y no me trataron mal o eso creí. Cuando por fin Harry me rescató, perdí mucha sangre, tuve dolores de vientre, al día siguiente en el hospital, me dijeron que sufrí un abortó- bajé la mirada hasta el bebe, recordando que había perdido a uno.

- Anais, no lo puedo creer. Amiga cuanto lo siento, debió ser horrible para ti, enterarte de algo así- se acercó a abrazarme, le correspondi- Pero, ¿No sabías qué estabas embarazada? ¿No te cuidas? Creí que lo hacías- nos separamos.

- Si, lo hacía, pero ya las pastillas se me agotaron y no me di cuenta, tenía tres meses de embarazo, no presenté síntomas ni nada de esas cosas, todo me cayó de sorpresa y aunque no lo creas, me dolió una inmensidad pasar por ello, aún me duele y se que eso me perseguirá toda la vida. Eso sucedió hace una semana, tuve depresión, fue un proceso por el cual deseo no volver a pasar. Hoy fue que me anime a bajar- bebí completamente mi tragó.

- Ana, no se que decirte, no se que se siente eso, pero se que no es bueno- acarició mi brazo- Pero aún no entiendo de donde salió este bebe, ¿A casó lo adoptaron?- escuché un pequeño llanto, me giré hacía el cochecito, lo sujete con cuidado para envolverlo en mis brazos, lo mecee, pero algo olía mal.

- Carmen, te necesitó- segundos después la mujer apareció- Hay que cambiarlo, al parecer se hizo encima, porque huele mal, ¿Me ayudas?- ella sonrió enternecida, asintió- Alice, ¿Nos acompañas o te quedas?- Carmen sujetó el cochecito, para llevarlo adentró.

- No gracias, prefiero esperar aquí y no oler eso- reí.

- Esta bien, ya regresó, por favor avísale a Harry- asintió, sonreí regresando a la casa, caminamos hasta el baño de invitados, Carmen enseguida buscó lo necesario.

Me las arreglé para colocar unas toallas y poder acostar al bebe, lo despeje de las telas que cubrían su cuerpesito, dejándolo desnudo. Efectivamente se hizo encima porque su intimidad estaba toda cubierta de popo. Era un niño realmente grande para el poco tiempo que tiene de nacido. Carmen regresó con una pañalera.

- Deberíamos bañarlo, creo que es lo mejor. Preparare un poco de agua tibia en la tina- asenti, de acuerdo con lo que decía. Abrió el grifo dejando el agua caer, sólo un poco.

Le dimos un pequeño baño, limpiandolo completamente, pero sin perder su olor de bebe. Lo vestí con un conjunto que era más pijama que ropa casual, dejándolo abrigado. Regresé al patio, al llegar con ellos, interrumpieron su conversación.

- ¿De qué hablaban?- Carmen trajo el cochecito, lo coloqué allí, porque luego del baño quedó profundamente dormido.

- Preciosa, nada malo, sólo les contaba de como ocurrieron las cosas con el bebe- Alice sonrió. Harry me abrazó de la cintura, acercándonos. Me sentí como la primera vez que lo hizo.

- Opinó que deben hacer el proceso lo más pronto posible, así sales de dudas y lo registras- Austin fumaba un cigarrillo, quería fumar, pero no debía. Alice notó mi cara y le arrebató el cigarrillo, tirandolo y apagandolo con la suela de sus zapatos.

- Es de mala educación cariño, más con Anais que antes fumaba- me sonrió.

- Bueno lo dejo pasar porque eres tu Ana, pero díganme ¿Para cuándo la boda?- mi estómago se revolvió.

- Aún no hay fecha, han pasado cosas y no hemos hablado de eso, pero de que habrá boda la habrá- sonreí forzada, había olvidado por completo ese tema. Debía actualizarme con algunas cosas, exactamente de Neithan.

Vendida Para StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora