Capítulo 17
Después de ver todas esas horribles marcas, no me dejaron salir de la habitación por el restó de los días que nos quedaríamos en Rusia, lo único que hacía era, dormir, leer, ver programas rusos, comer, ducharme y cantar hasta quedarme dormida, no es que fuera muy divertido ser prisionera. Me sentí como la primera vez que me dejó encerrada.
La semana pasó y regresamos a Londres de nuevo, Gemma ya no estaba, según Carmen tenía asuntos que resolver en la empresa, Will siempre estaba cuidandome y vigilando que no hiciera algo sospechoso, Carmen siempre iba a mi habitación, la primera que tuve al llegar a esta mansión, hablaba conmigo, tomábamos del té, veíamos novelas juntas y la que más nos gustaba era El último Lord, trataba de un joven llamado Lord Mauro Hayek, Rey que perdió a su família tras la batalla contra sus enemigos del Sur, los Drukaryn, al perder a su esposa la Reina Elena y a sus hijos morochos recién nacidos Dylan y Diana, príncipes de Polonia, esté Rey comienza a degollar a cada enemigo de la corona y a cada criminal culpable de la muerte de su familia. Todos los días, Carmen llega a mi habitación a las 4:00pm a verla, cada día se ponía más emocionante, mientras transcurren las muertes.
Harry, no lo veo desde nuestra pelea, incluso cuando nos regresamos en el jet, me vendaron los ojos y así no poder verlo. Más si sabía que el me miraba, podía sentir sus ojos atravesar la venda. Carmen nunca me quiso hablar sobre las desgracias que aquélla noche en Rusia, mencionó. Al parecer ése tema era delicado, cada vez que lo nombraba, Carmen se ponía nerviosa diciendo que quien debe hablarme de éso, Harry era el indicado.
Hoy habían pasado tres semanas desde la última vez que salí de éstas cuatro paredes, desde la última vez que fui a la piscina, desde la última vez que salí a buscar comida, desde la última vez que lo vi. Por lo que pude escuchar ayer detrás de mi puerta, hoy venía una mujer desconocida, no sabía el motivó de su visita, tampoco me importaba mucho.
La tardé pasó y la mujer llegó, lo supe por el ruido de un vehículo y escuchar el abrir de las puertas. Estaba muy aburrida y quería un poco de diversión, quizás adrenalina. Me escabullaria de la habitación, tenía a mi favor que el balcón de al lado era el de Harry. No era la primera vez que hacía algo así, lo hice muchas veces en fiestas porque venían la policía, un viejo amigo siempre me sacaba de ésos problemas, hasta que su madre enfermó y dejó de ir a las fiestas.
Tomé una gran bocanada de aire antes de salir al balcón, observé a mi alrededor, no había ninguno de seguridad rondando por los alrededores del patio delantero, la habitación de Harry estaba apagada, no se encontraba allí, subí a la barandilla, tomé un gran impulsó, rezando a todos los dioses para caer en el otro extremo y no morir. Solté la barandilla dando el saltó, por suerte caí en el otro lado, aun tengo talento.
Abrí la puerta viendo todo a oscuras, gracias a la luz de la luna que se filtraba por las cortinas, llegué hasta la puerta, me asomé notando que Will no estaba a la vista. Iría hacía la cocina para comer algo, además quería ver quien era la mujer.
Al llegar al penúltimo escalón, escuché las risas provenientes de la sala. Ignore sus risas siguiendo mi caminó hasta la cocina, una vez allí, busqué en la repisa y encontré montones de dulces, tomé algunos chocolates, gomitas y caramelos, tomé un refresco grande del refrigerador y por un momento en mi vida, me volví a sentir como una pequeña niña traviesa, escabullendose de Olly y Santiago a buscar dulces.
- Hey- una voz me sobresalto, casi se me caen las golosinas- Hola soy Verónica, ¿Quién eres?- giré a verla, una hermosa chica de cabellos castaños, ojos increíblemente grises, alta y de esbelta figura. Tenía una pose de superioridad, con ése largó vestido ajustado y brazos cruzados, esperando una respuesta. Iba a responder, pero la voz de Harry se hizo presenté, entró al lugar.
- Créeme Verónica, te sorprendería...Anais- su rostro se tornó serio al pronunciar mi nombre- ¿Qué estás haciendo aquí?- cruzó los brazos.
- ¿Quién es ella Hazza?- Verónica abrazó la cintura de Hazza.
- Si Harry, ¿Quién o qué soy yo?- la situación me causaba gracia.
- Te hice una pregunta- murmuró.
- Igual yo- sonreí.
- Hazza- murmuró como gata en celo.
- Ve a tu habitación- elevó un poco la voz.
- Me voy tranquilo, pero no porque tú me lo órdenes, si no porque ya encontré lo que buscaba- guiñe, sonríe triunfante al salir. Al entrar a mi habitación, se escucharon los gritos provenientes de abajo.
- ¿Qué mierda te importa quién es ella? En serio Verónica, no quiero escuchar tus jodidos reclamos, vete de mi vista, vete a la habitación- gritó, estaba molestó.
- Éso si que no querido, no me trataras como a tu estúpida mascota, a mi me respetas Harry- se escuchó un golpe, casi el mismo sonido que causa una bofetada. Hubo un minuto de silencio.
- Estúpida sucia, ¡No me vuelvas a pones tus asquerosas manos encima!- se escuchó algo golpear bruscamente el suelo.
- No Harry, yo no quise hacerlo, lo siento cariño, no lo haré otra vez, lo prometo- escuché la voz quebrada de Verónica.
- No lo harás más pequeña zorra- sonó un golpe- ¡No me mandaras nunca más en tu vida!- se escuchó otro golpe- ¡No me tocaras más!- otro golpe- ¡No vivirás más, pequeña Vero!- perdí la cuenta de los golpes que escuché. De fondo se escuchó los pequeños sonidos lastimeros de Verónica.
Fue que comprendí todo No quiero presenciar más desgracias, Harry estaba golpeando a Verónica sólo por retarlo y bofetearlo. Harry mataría a Verónica si alguien no intervenía, Will tenía la noche libre y Carmen también, seguramente ésos dos se traen algo, sin importar su edad. ¿Qué demonios estoy pensando? Harry está matando a alguien y yo estoy aquí, pensando en romance.
Dejé las cosas en la cama y salí corriendo hacía la sala, al llegar la escena me paralizó, sangre por todos lados, un cuerpo inerte bañado cubierto de sangre, anteriormente una alfombra blanca, ahora toda cubierta de sangre. Harry estaba sentado en un mueble, tenía la cara cubierta entre sus manos y todo su cuerpo cubierto de sangre.
- Harry, ¿Qué has hecho?- mi vista se llenó de lágrimas y mi corazón dolió al ver a ése hombre levantar su rostro con una gran sonrisa triunfante.
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Vendida Para Styles
FanfictionMarck Parker era el nombre de mi padre, un mafioso húngaro que estaba en ruinas. Él mismo tenía una deuda con un socio británico y a cambio de saldar ésa deuda y obtener un poco de dinero extra para poder desaparecer del mapa y dejar todo el asunto...