Vendida Para Styles

Capítulo 19 - "Torturas"

Capítulo 19

"Esto te puede resultar extraño, ya que llevamos casi un año peleados por culpa de papá, pero en serio te necesitó hermano. Yo supondre que ya estarás informado de mi actual situación y quizás no lo creas, pero es cierto, Marck me vendió a unos de sus anteriores socios.

Necesitó de tu ayuda Net, déjame perder el orgullo y disculparme contigo, fui muy inmadura al decirte aquellas cosas ese día, tienes razón, no tengo ningún derecho en decidir que harás con tu vida, sólo te puedo aconsejar. Aceptare y apoyaré como siempre hice, en cada decisión que tomes.

Está es la situación. Estoy en Londres, no se exactamente donde, pero tengo mi Gps y se que podrás rastrearme. No estoy como una esclava, más no tengo permitido salir a cualquier lugar sin compañía. La mansión está rodeada de unos muros de 5 metros de altura y 40 centímetros de grosor, no se si conocerás al dueño de esté lugar, le llaman El Hijo de Satanás, pero su nombre real es Harry Styles, jefe de la mafia inglesa con socios en varios países, excepto de nuestro país natal y otros más.

El hombre es peligroso, éso ya me lo demostró, tiene muchas influencia, pero tu tienes más. No me agrada estar aquí sintiéndome una prisionera en mi habitación. Mañana recibiré la visita de Olly, ¿La recuerdas? Ella vendrá y estoy aprovechando estás horas de la noche para escribirte, hace una hora Harry asesinó a una mujer, por haberlo retado y abofetado, he presenciado muchos asesinatos en toda mi vida, pero esté sin dudas fue el peor, donde antes habían dos ojos grises, ahora solo eran hoyos cubiertos de sangre.

Me dijo que yo terminaría así, si volvía a retarlo, cosa que ya he hecho, desde el primer día que pise este lugar, busqué maneras de escapar y cada posibilidad que tenía la desechaba, me tiene vigilada 24/7.

Net por favor ayúdame a salir de aquí, el matará a mis padres, lo escuché salir de su boca y no quiero terminar con un hombre que en la misma cama, me maté"

Anaís Parker

No sabía que más esperar de mi padre y esto sin duda no lo imaginaba, regresé la carta a su sobre, dejando caer mi cabeza en el respaldó de la silla. Sabía que quien perdería el orgullo ella. Tocaron la puerta.

- Adelante- respondí.

- Señor, ya es hora de salir, el auto está esperando afuera ya cargado, sólo falta usted- informó Carlos, mi mano derecha.

- Bien, más le vale a ése idiota que llevé lo que le pedí, o habrá más sangre- guardé el sobre en el cajón de mi escritorio y salí del despachó.

En una parte de Polonia...

- Me informaron que están en el departamento 16A del edificio vecino, ya cargué el maletín con todo lo que necesitarás- informó con gran acento, Isaac Ivanovic.

- Bien, no los hagamos esperar- tomé mi arma y salimos del hotel.

Isaac traía el maletín mientras íbamos caminando hacía el apartamento, subimos hasta llegar al piso 6 y al apartamento antes nombrado, toqué el timbre, se escucharon unos murmuros y segundos después la puerta fue abierta por Helen, su cara de temor fue gloriosa.

- Hola señora Helen, ¿Qué tal su noche? ¿Puedo pasar?- no esperé su respuesta y la empuje a un lado, entrando, Isaac cerró la puerta.

- Cariño, ¿Quién? Señor Styles, ¿Qué hace por aquí?- preguntó sorprendido y con un toqué de temor.

- ¿No te agrada mi presencia? Que lastima, por cierto, el es Isaac, un viejo amigo- guiñe.

- ¿Qué está haciendo aquí exactamente señor Styles?- indago la señora a un lado.

- Quería hacerles una pequeña visita, escuché que se habían mudado y quería ver con mis propios ojos su humilde hogar, ¿Es raro no? Pasar de lujos, autos y mansiones a simplemente nada, es lastimoso y triste- hice un mohin.

Isaac tomó de la nuca a Helen y Marck al intentar auxiliarla, saqué mi daga y se la clavé en el hombro, el hombre cayó al suelo gimiendo de dolor, por otro lado, a Helen la sentó y ató a la silla mientras preparaba las cosas que traíamos en el maletín, senté de igual manera a su esposo y le saqué la daga.

- Pasame la tela, esté viejo chilla demasiado, mucho más que su hija- me escupió en la mejilla, le propine un par de golpes a su rostro. Le había colocado la mordaza- Bien, ¿Está lista la dama?- la miré, ya estaba conectada con ésos cables de tortura- Perfecto, esto se ve tanto en películas pero a decir verdad, es muy divertido y excitante, dame el botón, Marck mi querido amigo, ¿Recuerdas aquella conversación que tuvimos hace unas semanas? Cuando hablabamos de Anais, ¿Te prometí algo, no? Tranquilo, me asegurare de que tu muerte sea lenta y placentera, éso no lo dudes, pero por ahora, lastimare un poco a tu esposa, mientras tu te sentirás como en una peluquería, Isaac los honores por favor- el nombrado comenzó afeitar su cabellera gris- ¿Ves? Hasta moriras galán, sin esas canas que te hacen ver más viejo de lo que estás, perfecto, amordaza a la señora aquí, esté botón que tengo en mi mano, manda una corriente de 220 voltios, es poco pero muy peligrosa para un humano, prosigo- presione el botón. Al instante se escucharon sus gritos ahogados- Perdón, ¿Ves lo que hace? Es muy divertido, verás como tu esposa recibe electrochoques y no podrás hacer nada para rescatarla, mientras éso sucede, seré tu cirujano, Doctor Styles, suena prometedor, ¿No lo crees?- le di el botón a Isaac.

- La dama es muy guapa Styles, ya puedo notar de donde Anais heredó su belleza, bueno y los ojos de su padre, obviamente- presionó el botón unos minutos, los gritos no faltaron.

-Tienes razón, que lástima que ella tendrá que comérselos- reí, tomé la tenaza y corte cada uno de sus dedos, sangre salpicando mi chaqueta- Aquí está el primer platillo, además de doctor, también soy chef profesional- corté sus dedos así como las zanahorias, se los di a Isaac y de a pocos trozos se los metió a la boca a Helen, la mujer ya cansada por la electricidad no hizo más que quejarse y comerlo- ¿Muy rico cierto? ¿Qué tal su pene? Éso te lo comias a cada rato, ¿Una última vez? Perfecto- prosegui a desmembrarle esa parte y picarla en trocitos, también se los comió- Ya decía yo que aún tenían acción ustedes dos- mi amigo río y presionó el botón, mi paciente se sacudió de dolor é imploraba, pero éso ya no le serviría de nada- Eres una mujer caníbal, te daré un plato más, aguarda- tomé la daga y corté la cabeza del hombre, abrí su cabeza hasta dar con el cerebro, corté un pedazo- Aquí tienes, comelo con gusto, a tu hombre le excita éso- la señora no hizo más que reírse y asentir, la electricidad hizo su trabajo, ya estaba loca.

El rostro del viejo Marck ya no existía, éso se podía admitir, lo llevamos hasta la tina, lo llené de gasolina y prendió en fuego. El cuerpo ardió en llamas, recogimos todo y reía por Helen, se comía la carne humana con mucho gusto, antes de abandonar el lugar, dejé una nota.

"No me lleves la contraria, porque no sabrás con cual de todos mis demonios te encontrarás ·HS·"