Vendida Para Styles

Capítulo 3 - "Desconocido"

Capítulo 3 - "Desconocido"

###Llamada###

- Hola Anais- una voz grave se escuchó, supe que se trataba de un hombre.

- ¿Quién es?- noté que ya América había salido del baño y se en caminaba hacía la terraza.

- Tranquila cariño, luego las presentaciones, supe que estás de vacaciones, ojalá no te diviertas tanto, para que tú y yo nos podamos divertir juntos- escuché una risa de fondo.

- Si señor, ojalá podamos- seguramente era un viejo baboso, de los que tienen siglos sin coger.

- Cuídate bebé- me colgó.

Dejé el teléfono nuevamente en la mesilla, Amér me miraba con extrañes, me senté a su lado, quitándole la taza de la que bebía, para yo tomar café.

- ¿Qué sucede?- me arrebató la taza y tomó un sorbo.

- Nada del otro mundo, sólo un viejo pervertido- ella rió.

- ¿Porqué será qué siempre te pasa lo mismo?- tomó otro sorbo. Me encogí de hombros.

- Es que soy irresistible para los adultos mayores- moví mi cabello, en un movimiento sexy.

Ambas nos reímos y a los minutos se unió Alice. Fui a ducharme, me vestí cómodamente y ya estaba lista. Iríamos al London Eye's y al Big Ben, salimos del hotel y tomamos un taxi. Al rato llegamos, Alice pagó la cuenta y nos bajamos. Estábamos al frente del Big Ben y a un lado se encontraba el London Eye's. Pasamos toda la tarde conociendo esos monumentos de este hermoso país de Europa, sacamos muchas fotos y fuimos a comprar algunas cosas, mayormente ropa. A las nueve de la noche regresamos al hotel y ésta vez nos fuimos caminando.

- Me encantó todo de aquí, aunque no tanto como Canadá- una sonrisa traviesa dibujó su rostro.

- Claro, si sólo lo haz visto por fotos, Austin la debe tener muy grande, como para que no te guste ningún británico- negó riendo.

- Que yo esté de vacaciones, no significa que estaré de ojitos melosos con cualquier hombre que se me acerqué, recuerden que él está al muy pendiente de mí y no me arriesgare a perderlo- hizo un puchero.

- Está bien, estoy de acuerdo contigo, mejor prevenir- Amér afirmó- Es increíble que ambas tengamos una relación con hombres peligrosos, siempre me lo pienso- se tiró al sofá.

- Siempre lo piensas y lo dices- le recordé. Amér se cruzó de brazos.

- Anais, tu eres la única soltera, deberías de conseguirte a un británico- rodé los ojos.

Definitivamente está loca.

- Verdad, deberías sentar cabeza con un británico- Alice la apoyo sonriente.

- No necesito a nadie, no soy como ustedes, que ya se quieren casar- sacudí la cabeza- Además, por ahora no quiero una relación con nadie, estoy bien así, con un hombre de una sola noche, fin del tema- en ése momento, la imagen del hombre del despachó, vino a mi.

Alice iba a replicar, pero me levanté y me alejé un poco. Recordé que tenía que llamar a Santiago, mi guardaespaldas, pero en realidad, Santiago es como un padre para mi, al igual que Olly, quien es como una madre; definitivamente les tengo mucho cariño.  Entré a la terraza y me acerqué hasta la baranda, lo llamé y al tercer tono, contestó.

###Llamada###

- Señorita Anais, ¿Cómo está?- su voz se escuchó alegré.

- Hola Santi, estoy muy bien, ¿Qué tal tu? Oye disculpa la hora pero necesito que bloquees otro número- observé la ciudad en su mayor esplendor.

- ¿Otra vez? A ver, ¿Cuál es el número?- escuché que bufó, no era la primera vez que hacíamos esto.

- +xxxxxxx... soy un imán para los señores mayores, Santi- caminé de un lado a otro, de la terraza.

- Si con el décimo lo supimos- reímos- Lo haré, cualquier cambio, me avisas- asentí, aunque él no me viera.

- Está bien, gracias Santi- regresé a la habitación.

- Que descanse señorita Anais- soltó un bostezo- Esperó verla pronto- lo imaginé sonriendo.

- Yo igual Santi, por favor disfruta tus vacaciones, adiós- Amér me hizo una seña, para que me acercará a ellas.

- Igualmente, hasta luego- colgué.

Estaban en el sofá, las chicas se tomaban fotos y me uní, terminamos por reírnos a carcajadas, Alice preparó una buena cena, nos pusimos las pijamas y nos fuimos a la recámara. Pusimos una película cómica llamada Los Sextillisos que nos sacó más de una carcajada. Comimos golosinas y nuestros estómagos se pusieron hinchados. Pasamos una noche de chicas, sin llamadas de algún viejo perverso o peleas telefónicas de novios.

Alice en multimedia.