031. Las excusas sin fundamentos de Hunter Sanders.

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-Supongo que ha estado bien.

Asentí, sonriéndole a Evan, quién acababa de decir aquello. Nos encontrábamos reunidos en la entrada de las escaleras mecánicas que llevaban al garaje subterráneo donde estaban los coches. Nos estábamos despidiendo, puesto que era tarde y habíamos dado por acabada la cita.

-Deberíamos hacer esto más veces -exclamó zorra-Claire, con un tono alegre y una estúpida sonrisa plasmada en sus labios con kilos de brillo.

-No te incluyas, tú no perteneces a este grupo.

Mi respuesta fue tajante y fría, lo suficiente para que Hunter me mirara como advirtiéndome y Claire me mirara ofendida. Sonreí triunfante. Bueno, al menos había conseguido lo que quería. Bianca rodó los ojos.

-Claro, repetiremos -contestó por todos, sonriéndole a la zorra. Achiqué mis ojos hacia ella. Bien, ellos podían volver a salir en grupo, pero las únicas citas que iba a tener yo de ahora en adelante iban a ser de dos personas. Y probablemente con Connor.

-Se está haciendo tarde y tus padres me advirtieron, así que será mejor que nos vayamos -le dijo Evan a Bianca.

Yo no pude evitar soltar una risita por lo bajo. Los padres de Bianca eran muy controladores y no les gustaba nada que su hija saliera por ahí con un chico, o a fiestas. Eran innumerables las veces que había tenido que ayudarla a saltar por la ventana para escaparnos a fiestas.

-Tienes razón. ¡Adiós a todos!

Bianca se despidió de nosotros con la mano mientras Evan la miraba sonriente, tirando de ella por la otra mano. Se notaba que estaban enamorados.

Miré al frente y ahí es cuando me di cuenta de que solo quedábamos Claire, Hunter, Connor y yo.

I.N.C.Ó.M.O.D.O.

-Nosotros también deberíamos irnos...

-Espera. -Los dedos de Hunter se cerraron en torno a mi mano, haciendo que un escalofrío trepara por mi columna vertebral-. Tengo que hablar contigo.

Connor le envió una mirada asesina, y yo traté de calmarlo con una sonrisa. Suspiré, porque sabía que no tenía escapatoria, y seguí a Hunter a un lugar alejado de Claire y Connor. Tampoco me fiaba mucho de dejar a ellos dos solos, pero, ¿qué podía hacer yo? Hablaría con Hunter y resolveríamos este asunto de una manera adulta y responsable.

O tal vez no.

-¿Vas a estar a solas con Connor?

¿Era jodidamente en serio? ¿Y a él qué le importaba? Me había dejado bastante claro que no quería nada conmigo, gracias.

-Sí, voy a estarlo -contesté de forma indiferente, con los brazos cruzados sobre mi pecho.

Algo en su mirada severa, que me penetraba como un taladro, me dijo que no era momento para ser indiferente. Tenía que mostrarme fuerte y firme. No quería a Hunter. Quería a Connor. Y fin del asunto.

-Sois hermanastros, Dylan.

Me obligué a coger aire unas cuantas veces. ¡No había dado signos de que eso le importara antes! Ya sabía lo que le estaba pasando. Hunter estaba en una de esas situaciones de: si yo no la puedo tener, nadie la tendrá. Pero, vamos, ¡yo no era un juguete de usar y tirar! Yo era una mujer independiente, con mis derechos, mis deberes, mis gustos y mis sentidos. Y mis sentidos, en ese momento, me decían que esta conversación no iba a derivar a nada bueno.

-¿Y? -Traté de que mi mirada fuera intimidante-. Eso no te importa. Le gusto, y él a mí. Fin de la discusión, Hunter. Te he superado.

Me iba a dar la vuelta para irme y dar por terminada la conversación, pero Hunter agarró mi mano y tiró de mí de vuelta hacia él. Le miré con el ceño fruncido, enfadada. ¡Ya estaba harta! ¿Por qué no me dejaba en paz?

Viviendo con los Evans © [Evans 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora