040. El mejor despertar del mundo.

30.3K 1.8K 350
                                    

Entramos al jurado después de que me echara el pelo a la espalda con un movimiento de suficiencia, a pesar de que, por dentro, estaba literalmente, cagada de miedo por lo que pudiera pasar.

Los tacones de mi madre resonaron en la sala cuando caminó hacia su lugar. Todos nos sentamos en nuestros respectivos sitios. Mi hermano estaba a un lado, y mi padre detrás. Al lado de él estaba Riley. Detrás, estaban Connor, Noah, Summer y Christie, la razón por la que no pude colar mi mano para atrás para que Connor me la agarrara.

Un hombre alto y larguilucho, vestido con una túnica negra, subió al estrado y pidió a los presentes que tomaran asiento con rapidez. Una vez que todo el mundo estuvo sentado, golpeó con su mazo la mesa, para mandar silencio. Mi corazón latía a toda velocidad. Iba a decidirse si iba a tener que dejar todo lo que amaba por irme a vivir con mi odiosa madre y su novio musculitos. Definitivamente, tenía miedo.

-Bienvenidos -La voz del juez era alta y clara. Parecía la clase de hombre que no tenía piedad por una chica de dieciséis años que está enamorada de su hermanastro y que no quiere dejarle para irse a vivir con la madre que la abandonó-. Hoy estamos aquí reunidos para tratar en asunto de la custodia de Dylan y Riley Hudson. Por favor, que las partes se presenten.

Mi padre y Helen se levantaron al unísono. Mi pulso se aceleró.

Helen presentó sus argumentos. Hablaba de que era una diseñadora de moda en Los Ángeles, en que su casa era enorme, en que tenía suficiente espacio para nosotros y en que tenía dinero de sobra para pagar mis estudios y los de Riley. Me estaba mareando. La oferta de mi madre parecía lo suficientemente buena para quedarse con la custodia.

Después, habló mi padre. Ni siquiera sabía que iba a decir. Se le veía nervioso, y comenzó a hablar con la voz temblándole. En ese momento entendí que yo no sería la única a la que le iba a doler irse. Le iba a doler a mi padre, a mi hermano, a mi familia, a Connor, a mis amigos...

Estaba claro que al juez no le estaban convenciendo los argumentos de mi padre, pero conservé la esperanza. Mi padre hablaba de que estaba demasiado familiarizada con ellos como para irme a vivir con mi madre de repente. Que no conocía a mi madre de nada, que ella nos había abandonado a mi hermano y a mí en un principio.... pero solo veía al juez resoplar. Me ponía muy nerviosa verle asentir, con las cejas alzadas.

Después de casi dos horas de debate, en los cuales traté de no prestar atención a lo que decía nadie para no sufrir, el juez hizo guardar silencio. Yo jadeé. ¿Ya iba a dar el veredicto final? ¿Este era el momento en el que se definía mi futuro año?

-Bien -La voz del juez calló a todo el mundo. Los que estaban de pie se sentaron. Sentí una mano tirando de la mía hacia atrás, y me giré. Los ojos de Connor me miraron con intensidad, y su mano apretó un poco más la mía. Miré a Christie. No nos estaba mirando, así que agradecí aquello. Me volví hacia delante y cogí aire. Aquí venía-. Mi veredicto está muy claro. La custodia es para.... Helen Nicholson.

El aire salió de mis pulmones de un golpe seco. No podía creérmelo. Mi madre. El juez había elegido a mi madre. No... no podía ser verdad. No podía, simplemente, alejarme de todo lo que amaba y todo lo que conocía desde que había nacido. Mis ojos comenzaron a picar. En ese momento, no sentía como mi mano se resbalaba lentamente de la de Connor, como mi padre atraía mi cabeza hacia su pecho, como mi hermano me abrazaba.

Era irreal.

-N-no puede ser... -Me froté los ojos y después me levanté bruscamente de mi sitio. El juez, que ya estaba bajando del estrado, me miró-. No se levanta la sesión. No puedo irme a vivir a casa de mi madre, no la conozco. Esa mujer... no es mi madre. Me abandonó.

Viviendo con los Evans © [Evans 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora