Viviendo con los Evans © [Evans 1]

038. Mi padre sobreprotector le da una charla a mi hermanastro-novio.

Mi corazón se acababa de parar, literalmente.

No podía creérmelo. Me gustaba Connor, estaba enamorada de él. Y luego éramos hermanastros, y se supone que lo nuestro era algo como imposible. Y ahora estoy aquí, y tengo a Connor Evans arrodillado a mis pies, después de haberme pedido ser su novia, y yo no puedo hacer nada más de tratar de controlar el ritmo de mi respiración y que mi corazón no se salga de mi pecho. Yo... las demás veces que había dicho que era mi novio, creí que era porque lo decía de broma, porque quería marcar territorio, o a saber que más cosas se le pasaban a él por esa cabeza llena de pensamientos retorcidos.

Y uno de esos pensamientos era dedicado a mí. A lo que me tocaba decir. ¿Qué debía hacer? Si no fuéramos hermanastros, la respuesta sería un gran, enorme, gigantesco y rotundo sí. Pero la realidad no era esa. La realidad era que nuestros padres se acababan de casar, y ahora ya éramos, oficialmente, hermanastros. Por supuesto que quería salir con Connor, pero también tenía que pensar en mi padre y Christie, y como afectaría nuestra relación a la suya... eso sin contar con Logan y Summer.

Pero debía dejar de pensar en los demás, y pensar por una vez en mí. No decía que no importara lo de los demás, solo que... debía pensar en lo que yo realmente quería. Y lo que yo quería era salir con Connor. Y así lo iba a hacer. Y no me iba a importar lo que la gente dijera de nosotros.

Así que, cogí aire antes de contestar. Le hice levantarse, suspiré, y mirando a los ojos profundos ojos verdes de Connor, le di la respuesta que él quería. Que yo quería. Que el mundo no aceptaría. Pero estaríamos bien con ello.

-Sí -contesté. Sus ojos se achicaron. Bajé mis ojos hasta sus labios, y en ellos estaban la causa de que unas pequeñas arrugas se hubieran formado en las esquinas de sus ojos: una gran y preciosa sonrisa, exclusivamente dedicada a mí-. Sí, quiero ser tu novia, Connor.

Ante los ojos perplejos de mis primos y Hunter, me lancé a los brazos de Connor y le planté un beso en la boca. No me importaba lo que estuvieran pensando ninguno de los tres, no me importaba nada en ese momento más que Connor. Connor y sus labios adictivos. Connor y sus manos que bajaban más de la zona permitida...

-Eh, chicos, creo que ya es suficiente.

Nos separamos con las mejillas rojas (no sé si de vergüenza o de todo el tiempo que habíamos estado sin respirar) y los labios hinchados, y los dos nos giramos hacia mi primo, quien acababa de decir aquello. Yo aún seguía shokeada. Es decir... ¡era la novia de Connor Evans! ¡Y él por poco me había tocado el trasero! ¡Y estaba flipando, literalmente!

-Lo siento -murmuré, todavía con una sonrisa de idiota plantada en la cara.

-Entonces... ¿estáis saliendo? -preguntó Anna, parpadeando repetidamente. Creo que los habíamos descolocado a todos, la verdad.

-Salir es una palabra muy pequeña... somos novios.

Dios, que bien sonaba esa palabra en los labios de Connor. Novios... era perfecta la forma en que sus labios se curvaban después de terminar de decir aquella hermosa palabra.

-Oh, entonces genial -Sean y Anna sonrieron y me dieron la enhorabuena, mientras Hunter aún seguía un poco descolocado. Él sabía todo lo que había pasado entre nosotros (como buena mejor amiga, había tenido que contárselo), pero aún así, lo que le había confundido es que hubiera aceptado. Él sabía lo que conllevaba todo esto, y lo que podía pasar entre mi padre y Christie.

Hunter sacudió la cabeza para despejarse, y por fin reaccionó con una sonrisa.

-¡Eso es genial! -exclamó, abrazándome. Reí. Cuando nos separamos, él se frotó la barriga y yo alcé mis cejas-. Y ahora, ¿podemos ir al restaurante? ¡Me muero de hambre!