Capítulo 4: Riley Hudson.

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Lo primero que pude escuchar fueron unas voces a mi alrededor

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Lo primero que pude escuchar fueron unas voces a mi alrededor. Eran de hombre, pero no podía distinguir de cuantas personas se trataban pues debían de estar alejados de mí, hablando en murmullos. Las voces llegaban a mis oídos distorsionadas, como si los dueños de estas se estuvieran tapando la boca al hablar, o como si no quisieran que supiera de qué estaban hablando. En un momento dado de su conversación, las voces se acercaron a mí y pude distinguir lo que decían.

―¿Qué ha pasado? Llegué allí y vi a uno de vosotros sacándola de la piscina.

Era la inconfundible voz de Hunter. Me alegró oír su voz, él siempre estaba ahí en los momentos que le necesitaba. Luego, escuché un suspiro y un carraspeo. Debía de haber unas tres personas en la habitación, podía deducirlo por las diferentes tonalidades. La voz del suspiro era algo más aguda y la del carraspeo más grave, mientras que la de Hunter se encontraba entre medias.

―Fui yo. Yo la saqué del agua.

Aunque las voces de ambos gemelos se parecían bastante, yo las podía diferenciar perfectamente. Y ahí estaba, Connor Evans diciendo que era él quién me había sacado de la piscina. Recordaba haberle tirado al agua y caerme con él, pero después de eso mis recuerdos eran borrosos, lo que resultaba bastante irritante.

―¿Y qué mierda estabais haciendo para que ella casi se ahogara? —indagó Hunter. La voz de mi mejor amigo sonaba enfadada. El sentimiento de culpa me invadió al recordar que si no hubiera sido porque yo había tirado a Connor al suelo ―menos mal que era de goma, sino se hubiera hecho daño de verdad― no estaríamos en esta situación.

―Sólo estábamos jugando...

―¿A qué? ¿A tus jueguecitos de besos, Evans?

¡Qué asco! Ya tengo pesadilla para esta noche, genial.

Yo podía ser un poco tonta, pero no lo bastante para no saber que mi amigo estaba utilizando un tono de voz celoso. ¿Hunter estaba celoso? Por mucho que me gustara ese pensamiento, no podía ser posible. Hunter era mi mejor amigo... y él jamás estaría celoso. Solamente quería protegerme porque me quería como a una amiga. Seguro que era eso, no quería hacerme ilusiones para luego acabar con el corazón roto.

―Hey, amigo, tranquilízate.

La otra voz, la cual no había hablando hasta ahora, era la correspondiente a Noah. ¿Qué pintaba Noah en este asunto? Escuché un bufido, seguramente de parte de Hunter, y unos pasos hacia donde yo estaba tumbada. Sentí unos dedos rozando mi mejilla. Elegí ese momento para abrir mis ojos, encontrándome con la mirada oscura y preocupada de Hunter. Le dediqué una gran sonrisa y él, al ver que estaba bien y despierta, soltó un gran suspiro de alivio. Me devolvió la sonrisa. Me derretí al ver sus labios estirados en tan hermosa expresión, mientras que sus dedos viajaban por mis mejillas y perfilaban mi mandíbula. Mi pulso se aceleró endemoniadamente, pero traté de controlarlo para que él no se diera cuenta de lo nerviosa que estaba en ese momento.

Viviendo con los Evans © [Evans 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora