Crónicas de la Torre: Lis

Una reunión en el valle

En el frondoso bosque del valle de los lobos, la luna poniente y la noche acechaban la épica batalla. Entre una espesura del valle, no muy alejada de la alta Torre, cuatro personas mantenían una conversación acerca de cómo debían proceder para rescatar a sus amigos. El dragón buscaba asimilar todo lo que decía la no tan pequeña Iris, quien ya no era la joven que recordaban, sino una mujer segura, tranquila y decidida de alrededor de 30 años. Aun así, sus ojos tristes seguían siendo una característica distintiva.

-Vale, entonces en primer lugar, yo suelto una llamarada de fuego alrededor de esos magos de túnicas negras para salvar..., el dragón frunció el ceño, buscando ver mejor a la chica a la que acechaban los magos oscuros. ¿Salamandra? dijo confundido.

-Es su hija, afirmó la señora de la Torre con seguridad.

-Bueno sí, mientras vosotras os encargáis de... espera, el dragón hizo una pequeña pausa, dándose cuenta de las palabras de la señora de la Torre. Espera, ¿me estáis diciendo que esa es la hija de Salamandra?

-Y de Jonás, concluyó Dana.

Los ojos del dragón dorado se abrieron como platos, sorprendido por la noticia. Kai había conocido el pequeño romance de amor entre los jóvenes y cómo había terminado. En su tiempo, los jóvenes no debían tener más de 20 años. Aunque le alegró el corazón saber que su amigo triunfaría y finalmente conseguía estar con ella, incluso para él era difícil de asimilar. Para su sorpresa, sus acompañantes no parecían sorprenderse, incluida su querida Dana.

-Espera, espera... tengo que asimilar esto. ¿Me estáis diciendo que llevo meses escuchando las lloreras de Jonás por no poder estar con Salamandra y TÚ, DANA, LO SABÍAS? dijo Kai, mirándolos perplejo. Dana se encogió de hombros con una dulce sonrisa.

-Pero... ¿ahora no podemos decirle nada? ¿No podemos ahorrarle sufrimiento? suplico Kai.

Dana entonces acarició suavemente su cabeza escamosa, buscando darle calma. Sabía que Kai era muy emocional tanto con ella como con aquellos a los que se encariñaba. Últimamente, desde la partida de la joven maga, Jonás había caído en cierta desilusión, y aunque había superado su prueba del fuego y ahora ayudaba a Dana y Kai en la torre, ambos sabían que su corazón realmente la anhelaba. En ese momento, incluso el inmenso dragón dorado se estremeció ante las suaves caricias de la señora de la Torre.

-Siempre he sabido que Jonás y Salamandra acabarían en algún momento juntos. Como archimaga, podemos saber muchas más cosas, podemos ver más allá de las palabras y las acciones, sabemos leer entre líneas. Pero hay muchas veces que no debemos interferir, debemos dejarlo estar. A mí también me duele ver a Jonás, al que casi he criado, pasarlo mal, pero es como...

-Debe de ser,  concluyó una tercera voz, resonando en el claro del bosque.

Dana e Iris asintieron ante las palabras de esta tercera persona, mientras Kai fruncía el ceño en desacuerdo. Conocía el potencial de Dana y confiaba en sus decisiones, pero algo en la intervención de esta nueva figura le inquietaba.

-Bueno, muy bueno el chismecito, pero yo solo estoy aquí para vengarme, así que comencemos, dijo la tercera voz con determinación.

La joven elfa se erguía con una presencia imponente en el corazón del bosque, sus largos cabellos negros danzaban al ritmo del viento, mientras su túnica dorada impecable, envolvía su figura con un aura de poder. Sus ojos inquisidores examinaban el alma de los presentes, imponiendo respeto y temor a partes iguales. La evidente belleza de la elfa no pasaba desapercibida para nadie en el grupo.

Iris había enfrentado numerosos desafíos para convencerla de unirse a su causa, pero mantenerla involucrada era aún más difícil. Como poderosa archimaga con vínculos reales, no se tomaba a la ligera ningún desafío y menos si estaba impulsada por su sed de venganza o, quizás, por su insaciable curiosidad sobre Fenris.

El grupo se encontraba ahora con la ayuda de esta enigmática figura dispuesta a unirse a su causa, aunque sus verdaderas intenciones permanecían envueltas en el misterio del bosque.

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LO SÉ CAPITULO CORTO, PERO NO PASA NADA PORQUE SE VIENE CONVERSACIÓN ENTRE LA ESCRITORA Y KAI: UN FINAL ALTERNATIVO

Kai: ¡Hola, hola!

Escritora: ¡Hola, Kaiiii! ¡Qué sorpresa verte por aquí!

Kai: Sí, bueno, tenía un rato libre entre  lo de  salvar la Torre  y pensé: ¿Por qué no pasar a saludar a la genia que lo escribe todo?

Escritora: ¡Ja, ja, ja! Gracias, Kai. ¿Qué te trae por aquí?

Kai: Pues, ¡sorpresa! ¡Vengo a echarte una mano con la trama!

Escritora: ¡Guau, qué emoción! ¿Tienes alguna idea en mente?

Kai: Claro que sí. ¡Quiero más acción, más risas y menos drama! Y, por favor, no me mates al final. Bueno... una última cosa... que no sé si podrás hacer.

Escritora: No te preocupes, pídeme lo que quieras.

Kai: Uy, no, eso se lo reservo a Dana.

Escritora: ¡Ja, ja, ja! No me refería a eso. ¿Qué última cosa quieres?

Kai: Bueno, hablando de Dana... un final feliz para nosotros dos... en el que no estemos muertos... en el que podamos estar juntos en paz... simplemente estar juntos... aunque sé que es mucho pedir.

Escritora: Vale, buscaré un final alternativo para vuestra historia de amor.

Kai: No pasa nada, entiendo que no puedas... me conformaré con la eternidad del más allá... ¡¿Espera?! ¡¿Has dicho que sí?!

Escritora: Claro.

Kai: ¡Muchas gracias! De verdad, no sabes lo feliz que me haces. ¿No se te ocurrirá nada extraño, verdad? No quiero tener que volver a cantar.

Escritora: Estoy pensando en un baile de la Patrulla Canina para alguno de vosotros, pero si lo prefieres, no te haré cantar.

Kai: Prefiero el final romántico y bonito, por favor.

Escritora: Está bien, no te preocupes. Algo romántico y sencillo.

Kai: ¡Gracias! Ha sido muy fácil hablar contigo.

Escritora: Todos se quejan de lo que les doy, pero en realidad soy muy buena persona. Os cuido mucho y busco daros cosas con las que os sintáis bien, aunque a veces meto alguna cosilla graciosa para divertirme. Pero soy muy buena, aunque debo admitir que no puedo negarle cosas a uno de mis amores platónicos de la infancia. Me ha hecho mucha ilusión tu visita. Tengo que dejarte, tengo que planificar la muerte de Fenris y algo vergonzoso para Salamandra que la última vez vino a gritarme.

Kai: Vale, gracias. ¡Espera, muerte de Fenris! Algo vergonzoso para Salamandra... bueno, eso último me da igual. Me reiré, pero ¡matar a Fenris no!

Escritora: ¡Ja, ja, ja! Tranquilo, el capítulo todavía no está escrito. Nos veremos dentro de mucho en tu final alternativo. Hasta siempre, Kai.

Kai: Hasta siempre, escritora.

Información adicional: Sí, escribiré un final alternativo para Dana y Kai, aunque me llevará un tiempo. De hecho, ya tengo algunas cosas escritas, pero todavía tengo que editar capítulos y pulirlo. Os informaré cuando esté listo. ¡Un abrazo!