Capítulo 17 Visitando a mis enemigos.

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Nos encontramos en el mundo obscuro, en nuestro hogar, los imbéciles de mis amigos quieren que hagamos un paseo, a mí me parecen tonterías, yo sólo quiero saber cómo es que se supone que me prepararé para acabar con Astaroth.

—Creo que la estupidez jamás se te quitara ni aunque estemos en casa— me dice Drave muy cerca de mi oído.

—Cállate, Drave— y lo empujo.

—Muy bien, ya es hora de ir a tomar un café a algún parque— dice Manuel y todos lo observamos con rareza.

Joz se acerca a Manuel y lo toca por el hombro, —estúpido, aquí no es la tierra, aquí no hay cafeterías ni parques, ¿dónde mierdas crees que estamos?

Manuel se encoge de hombros indicando que no sabe, —No sé, pero ya me estoy aburriendo, necesito salir de aquí, necesito ir a alguna fiesta... — después se queda pensando, —ahora que lo recuerdo, no le dije a mi casera que estaría fuera de la ciudad un tiempo.

Cierro los ojos como tratando de asimilar la actitud de este demonio estúpido, —Manuel, ¿y por qué tendrías que avisarle a tu casera? — pregunto con fastidio.

—Pues porque ella es la que se encarga de mis peces cuando no estoy, ella los alimenta y verifica que los filtros estén bien— el estúpido demonio habla y habla, en cambio nosotros tres sólo lo vemos impresionados.

—Vaya, que interesante— le dice Drave con sarcasmo, — ¿cuantos peces tienes, Manuel?

—Pues tengo dos peces ángel, un pequeño tiburón, dos... — y como lo esperaba, Drave le pego un golpe con puño cerrado en el abdomen, Manuel cayó al suelo, se estaba retorciendo de dolor, lo que nos hizo reír. Ya sé que somos un poco raros, pero es que estas cosas son graciosas, ¿o me dirás que no?

—Ja ja ja ja— las fuertes y escandalosas risas se oyeron en todo el palacio.

— ¡Te lo tenías bien merecido, ramera! — le grita Drave.

—Por favor, ¡ya!, hasta me salió una lágrima— dice Joz mientras limpia sus ojos.

Después de estar riendo como estúpidos por un buen tiempo, por fin decidimos salir, tomamos el carruaje ante los ojos de un Matt muy furioso, pero si él no iba a decirme como prepararme para confrontar a Astaroth, entonces tendría que buscar yo mismo respuestas.

Íbamos en el carruaje, me sentía un marica con esos caballos jalando el vehículo, pero qué podía hacer.

—Joz, ¿has creído todo lo que nos dijo Matt?— le pregunto y esto hace que Drave y Manuel nos presenten atención.

—No, en realidad no le he creído nada. Algo esconde, creo que tienes que hablar con tu padre— y al decirme aquellas palabras Joz me hace pensar en ese ser que jamás he visto y que toda mi vida lo creí mi...

—Hey, Jack, sino quieres hablar con ese estúpido no lo hagas— me dice con su particular voz agresiva Drave, pero eso me hace sentir bien, pues sé que tengo el apoyo de ellos.

En realidad no me hubiera gustado que me trataran como a un maldito príncipe, no me gustan esas mariconerías, prefiero que ellos sean los mismos conmigo como siempre lo han sido.

—Hey imbéciles, ¿y a dónde se supone que nos dirigimos? — pregunta Manuel, lo que hace que todos nos miremos como idiotas esperando respuestas uno del otro.

— ¿Y si regresamos a la tierra?, creo que necesito visitar a alguien— digo mientras aprieto mis puños, pues necesito vengarme de eso religiosos.

La Confesión De Un Demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora