Estamos en el mejor mes del año, Octubre siempre nos permite sacar nuestra verdadera identidad, divertirnos con los humanos, jugar a ser el mejor disfraz en Halloween y realizar la matanza del año.—Fue una buena idea tomar este sitio para reunirnos— dice Manuel acomodando su cuerpo en la gran cama del departamento de su amiga.
—Pero ya, no hay que perder tiempo,— decía Drave mientras frotaba sus manos ansioso de discutir el plan, —creo que es mejor poner en marcha la matanza del año antes de Halloween.
—Por mí no hay problema,— dijo Joz levantando sus manos.
—Supongo que es buena idea, así podemos divertirnos sin la presión del plan— dije mientras jugaba con un cojín de la cama.
—Jack, pero ya es muy tarde para no hacer lo de las embarazadas,— hablaba preocupado Joz.
—Además, demonio marica, tenemos que ser innovadores, así podremos ganar— Drave sonreía de lado, su cara de arrogante y confiado me enfermaba.
—¿Saben qué...?— dije dando una palmada con mis manos al colchón, después me levanté y los observaba con una mirada asesina, <<espero que se asusten>>. Y funciono, ellos me prestaron atención, clavaron sus ojos a los míos, se veía un poco de preocupación mezclado con miedo. Sonreí maliciosamente, —lo haremos, haremos el plan de las embarazadas— y ellos soltaron el aire como relajándose, después rieron y me aventaron almohadas a la cara.
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Salimos de ahí los cuatro, caminábamos por las abarrotadas calles, aún no caía la tarde, las personas iban y venían de un lugar a otro y los autos no dejaban de sonar sus claxon.
Buscamos a embarazadas, nos movíamos muy rápido, los humanos eran incapaces de percatarse de nuestra presencia, susurrábamos órdenes a hombres y mujeres. Todos nos servirían, estuvimos así una semana, pues no quisimos dejar nada a la suerte, tenía que salir perfecto este plan.
Tres días le dije a Julieta que estaría en un viaje de negocios, los otros días restantes que trabajaría hasta tarde y así no sospecharía nada.
Los demonios de mis amigos se aseguraron de que Julieta no fuera afectada con el plan y no sólo porque quisieran protegerla, ni porque tuvieran miedo de que yo los fuera a asesinar, sino porque los muy curiosos quieren conocer a un bebé mitad demonio. Imbéciles.
***
Pasó la semana y por fin habíamos terminado, después veríamos los resultados de nuestro trabajo.
—Creo que este es de los mejores planes que hemos ideado— decía con voz triunfante Manuel.
—Yo hasta no ver resultados podré estar tranquilo— a Drave le gustaba que las matanzas anuales se hicieran bien, a pesar de que es un fanfarrón, es en esto en lo que le pone mucho empeño.
—Todo saldrá bien— dije para animar a todos, —ahora a divertirnos, los veo en la noche— me despedí y me dirigí a la casa.
Hoy es 31 de octubre, es la fecha perfecta para divertirnos sin restricciones.
Recuerdo está fecha tres años atrás, tenía un mes de haber conocido a Julieta y sólo una semana de haber tenido sexo por primera vez con ella.
Recuerdo que me arrepentí de utilizarla en mi plan maestro, quería estar a su lado por más tiempo, quería sentir su piel, sus besos, sus caricias y su cálido cuerpo desnudo junto al mío. Fueron días difíciles de una guerra interna, pues no quería admitir del todo que me empezaba a gustar, no quería admitir que me atraía una humana, quería borrar esos sentimientos y ese día de Halloween fui a divertirme con mis amigos. Matamos a personas que hasta la fecha no han encontrado rastros de ellas, quemamos casas y provocamos violaciones. Algo de lo que me llegó como una idea y así olvidaría a Julieta; tomé a una joven humana, <<claro no se dieron cuenta mis amigos>>, la llevé a un bosque y la violé. Jamás tocamos a humanas de esa forma, y no es porque esté prohibido, sino porque no lo consideramos divertido, pero sobre todo nos dan asco los humanos.
Cuando terminé de violar a la humana la asesine, desmembré su cuerpo y lo dejé en su casa, de hecho la dejé en su cama. Esa noche asesine a humanos como nunca lo había hecho en mis más de cien años, estaba furioso, pero de nada sirvió todo eso, pues al llegar a mi departamento, <<a la realidad>> vi a Julieta en el sofá de la sala, la televisión estaba encendida, se había quedado dormida. Me acerqué a ella y la abracé, después ella me hablo a mi oído y me dijo entre sueños, te amo.
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La Confesión De Un Demonio
ParanormalSINOPSIS: Hay cosas que no siempre aparentan lo que en realidad son, y no es porque quieran hacer daño, al contrario, quieren proteger a sus seres amados. Historia contada desde la perspectiva de un demonio sobre sus vivencias en la tierra. De cómo...