Escucho decir la palabra príncipe al idiota de Matt, — ¡Jah!, esas son mariconerías— camino unos pasos hacia el lugar que hemos llegado, ahora lo comprendo, ese palacio no está ahí por nada.—Jack, aquí es a donde en verdad perteneces— me dice Matt con un orgullo en su voz.
Gruño molesto por su estúpida actitud, — ¿Y qué te hace pensar que aceptare quedarme aquí? — le pregunto aun observando el inmenso palacio.
—Jack tienes que quedarte, Astaroth será incapaz de venir a buscarte aquí, sabe que tiene las de perder si viene a este lugar— me dice Joz con su voz razonable, pero eso sólo me hace enfurecerme más.
Giro hacia los cuatro demonios, los observo con coraje, ellos me ven confusos por mi actitud, camino hasta donde se encuentra Joz y lo sujeto del cuello en un rápido movimiento.
—Tú no me des órdenes basura—. Le digo al momento que aprieto más su cuello.
Un gemido de dolor y desesperación salen de su boca, sonrío al ver esa expresión y opto por soltarlo.
Veo como da bocanadas de aire para poderse reponer, toca su cuello con su mano derecha y me ve con unos ojos que reflejan impresión.
—Jack, debes tranquilizarte, ellos están para protegerte, — habla Matt, después acaricia su cabello pasando sus dedos entre este, —pero si decides asesinarlo, por mí no hay problema— esto último sale con su particular actitud desinteresada.
—Matt, si quisiera asesinar a alguien en este momento, — le hablo al imbécil de mi hermano, él en cambio no quita esa estúpida sonrisa mientras me presta atención, —créeme que no acabaría con ellos— y apunto a los tres demonios que creía mis amigos.
—Si lo que digas, — habla Matt con su actitud arrogante, después se dispone a entrar al palacio, —creo que he cumplido con traerte hasta acá y salvarte de esos humanos patéticos, — detiene su paso y me observa de arriba abajo, —pero anda, ve y confronta a Astaroth sin estar preparado, estúpido.
Se retira Matt, yo me quedo viendo cómo se va alejando, a mis lados se encuentran los tres demonios, siento las miradas de ellos y sin previo aviso un golpe llega hasta mi cara. ¡Zaz!
— ¡Imbécil, deja de estar con mariconerías y supéralo! — me dice en un tono agresivo Drave.
— ¿Y por qué me golpeas?! — le digo mientras cubro mi rostro para tratar de tranquilizarme.
Alguien toca mi hombro izquierdo, descubro mi rostro y observo que es Joz. Me observa con una mirada tranquila, él es alguien muy razonable y veo que no está molesto por lo que le he hecho antes.
—Joz, yo... — apenas trato de hablar pero me interrumpe negando con su cabeza.
—Jack, alguna vez tú nos dijiste que los humanos no sabían lo que era un verdadero demonio, ellos jamás entenderían cual es nuestra naturaleza, pero que sobre todo no serían capaces de comprender lo que hacemos en la tierra— su voz calmada me hace relajarme, ahora ya no siento tanta furia. Extrañamente al ser traído a este lugar algo en mí se detono, es como si fuera otro, es como si la furia de demonio que llevo dentro decidiera quedarse en el exterior. No sé por qué me paso eso, pero me hacía reaccionar como alguien que no soy. —Con esto te digo que nosotros sí te consideramos un verdadero amigo, yo siempre te considere un amigo. Desde el primer día que llegue contigo a la tierra mi objetivo era mantenerte a salvo, pero no sólo fui tu guardián, una amistad verdadera surgió y te lo digo ahora, si te sientes traicionado discúlpame, amigo.
—Entonces, si soy un príncipe, eso significa que mi padre es... — ni siquiera podía creerlo, todo parecía una película, tanto tiempo siendo tratado como una basura, soportar ser llamado bastardo y ahora...
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La Confesión De Un Demonio
ParanormalSINOPSIS: Hay cosas que no siempre aparentan lo que en realidad son, y no es porque quieran hacer daño, al contrario, quieren proteger a sus seres amados. Historia contada desde la perspectiva de un demonio sobre sus vivencias en la tierra. De cómo...