Capítulo 19 Revelaciones.

1.1K 89 4
                                    


Julieta

Mi padre no dejaba de gritarme, me culpaba que yo había actuado a espaldas de ellos, pero la verdad es que no recordaba nada.

No negare que si tenía algo planeado con los amigos de Jack, pero la verdad es que sólo recuerdo que empecé a sentirme muy mal y después perdí el conocimiento.

—Padre, debes tranquilizarte y escucharme,— trataba de tranquilizarlo, pero él sólo caminaba como un león enjaulado muy furioso. —Padre, no recuerdo lo que paso, yo no deje escapar a Jack, aunque no te negare que me da gusto escuchar eso— le dije con más convicción y él me observo molesto.

—Julieta, toda acción nos conlleva a una consecuencia y tú tendrás que pagar por tus malas decisiones...

Mi padre hablaba como todo un moralista, eso me hizo enfurecer demasiado. Lo interrumpo antes de que continúe, —¡¿Malas decisiones? ¡SI MAL NO RECUERDO, apunto a su pecho con mi dedo índice, —FUISTE EL QUE ME ADENTRO A ESTO— y extiendo mis brazos, hablaba muy molesta, me sentía furiosa, —ASÍ QUE DÉJATE DE ESTUPIDECES NICOLÁS— observaba como mi padre me veía con un toque de miedo en sus ojos.

—Eres un monstruo, por eso te dejaré aquí encerrada, tal vez si matamos al demonio que llevas dentro vuelvas a ser la misma— y sin dejarme protestar cerró la reja con candado, después salió por la puerta, yo me sentí muy mal, no sabía de qué serían capaces de hacer con mi hija.

Me adentre al baño, moje mi rostro con un poco de agua, me sentía triste, traicionada, confundida, molesta y con miedo. Eran tantos sentimientos juntos en tan poco tiempo, veía el reflejo de mi rostro en un pequeño espejo que se encontraba ahí, unas lágrimas se hicieron presentes, —Jack, mi Jack, no sabes cuánto te extraño el sólo pensar en Jack me ponía muy triste, seguí llorando durante algunos minutos más, hasta que escuche un ruido.

Escucho voces, ¿mi padre ha vuelto? Decido acercarme a la puerta, pero no la abro, pegó mi oreja y escucho que alguien le habla muy molesto a mi padre. Pero esa voz, ¿dónde la he escuchado?, es una voz fuerte, algo rasposa como si estuviera molesto, aún no recuerdo donde la he escuchado.
Presto más atención y escucho mi nombre, así que decido salir, veo de quién se trata, es Jack, me acerco rápidamente y lo abrazo por la espalda, lo rodeo con mis brazos, —te extrañe— apenas y puedo hablar, pues sollozos salen de mi por estar llorando y por la emoción de volver a verlo.

Él gira a verme, yo siento que me desmayare de la emoción por tenerlo tan cerca de nuevo, así que lo vuelvo abrazar, quiero sentir su calidez, quiero sentirme segura cerca de él. Jack toca mi mentón, me da un tierno beso en mis labios y se acerca a mi oído, —sé que me has traicionado, ahora va mi venganza— y besa mi mejilla.

Yo lo observo sorprendida, él sabe que todo este tiempo le estuve mintiendo, no creo que me perdone, tal vez mi madre si tenía razón después de todo, ahora querrá matarme.

—Jack, lo siento— sólo logró decirle eso y lo tomo de sus manos, pero él se aleja de mi tacto y golpea a mi padre en el rostro en un instinto de coraje. —¡Detente Jack!— le suplicó llorando.

—Ahora quieres que me detenga, ¡¿ah?!, ¡PUES NO!, NO ME DETENDRÉ Y TÚ VENDRÁS CONMIGO— me grita y después me sujeta bruscamente de mi brazo izquierdo.

—Me lastimas Jack, detente— le ruego que me suelte, pero eso sólo hace que él se comporté más agresivo.

—CÁLLATE— me habla con tono alto y me zarandea del brazo.

—Ah— gimo de dolor, entonces es cuando él me observa al rostro y puedo ver algo de lo que era mi novio. —Jack, me lastimas— le digo un poco más calmada y logró hacer que me tome con delicadeza.

La Confesión De Un Demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora