Capítulo 9

162 26 0
                                    

James es el chico que me pidió salir hace un par de meses y le dije que no, porque sentía que una relación no se debe establecer si no hay amor, y por unos ojos azules muy bonitos que tenga y un cabello oscuro perfectamente peinado para lo raro que lo tiene, este chico no me gusta. Siempre ha supuesto un apoyo tanto moral como de autoestima, pero nunca me he sentido lo que viene siendo atraída por él. Al menos físicamente.

- Puedo decir que de ti no me sorprende verte cayendo a posta por unas escaleras como si fueras una croqueta humana. Y también te conozco lo suficiente como para saber que es mejor no preguntar el porqué de tal idiotez. 

- Bueno, es que soy especial- digo. Me da vergüenza mirarlo después de la forma en la que le di calabazas cuando se me declaró. Me reí. Me salió de dentro una carcajada, y literalmente le di calabazas. Era Halloween y estaba vaciando calabazas y le di una bien grande para que la tirara porque estaba podrida. Yo de él lo habría entendido como una indirecta. No sabía qué hacer o como así que hice lo que hago siempre que no se reaccionar a algo o que una situación me incomoda: le doy sentido del humor.

- Ya lo sé. Por eso estoy tan loco por la especial Leah.- Demasiado directo para mi gusto. No puedo darle calabazas. No se las merece. Es buena persona a pesar de todo y me imagino a mí siendo rechazada por Cameron de la manera en la que le rechacé yo a James.

- Gracias. ¿Quieres ir a tomar algo dentro?- le pregunto señalando el centro comercial. Sinceramente quiero olvidarme de Cameron y ¿qué mejor manera de hacerlo que distrayéndome mejor a alguien que me puede hacer sentir querida de verdad? Sé que puede sonar mala idea volver al sitio del que he literalmente huído, pero a lo mejor si me ve con James, piensa que era todo una broma o algo así.

- Claro. Vamos a dentro. Espera que te quito la hormiga que está a punto de entrarte por la nariz..- Por favor una hormiga NO. James acerca su mano a mis labios y está a punto de tocarlos, pero justo sobre la comisura de mi labio superior da un pequeño pellizco para matar a la hormiga, y me sonríe.

HIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora