Capítulo 37

113 15 2
                                    

A la distancia, Pete y yo nos miramos atónitos. James. Mi cerebro aun no lo asimila y la única que reacción que obtengo son leves gemidos de horror. Cameron tenia razón respecto a James, es peligroso. Una persona de mierda, me atrevería a decir.
Pete está siendo sujetado por William por los hombros. Se ha arremangado la chaqueta que tenia como disfraz para acercarse a darle su merecido a James.

Yo en cambio estoy completamente quieta, con los hombros caídos y la mirada perdida. Esto es demasiado. No puedo reaccionar. Nada tiene sentido. Es triste ver como tu vida y la de todos los que te rodean se desmoronan por tu culpa. ¿Y si James paga con Meghan algo de lo que yo tengo culpa? ¿Y si yo soy la causa de que tenga que ir a verlo a este siniestro callejón? Me moriría si fuera así, si yo fuera la causa.

Al cabo de un tiempo, comienzo a moverme. Todo vuelve a funcionar, y lo que más, la sensación de rabia que nace en mi vientre y se expande hasta las yemas de mis dedos, blancos de tanto apretarlos en mis puños.

-Vamonos- consigo ordenar.
-¿Que? ¿Enserio vas a dejar que ese hijo de puta se vaya a sus anchas? - Pete deja de forcejear contra el agarre de William para poder mirarme a los ojos, sin creer lo que estoy diciendo.

-Vamonos- repito.
No puedo decir nada más. Sé que como lo haga, acabaré por derrumbarme ante ellos, y a mi solo me gusta llorar a solas o ante Meg.

Camino lo más rápido que puedo hasta el bus, pero mis pies cambian solos de dirección, girando se hasta el callejón. ¿Debería ir a ayudar a Meghan? Sí, sin duda. Pero antes de poder hacerlo, mi vengativa cabeza comienza a planear un plan, uno de venganza en el que James pagará por lo que ha hecho, del todo.

-No me esperaba esto de ti- sigue taladrandome Pete.
No le culpo. Desde su punto de vista soy ahora mismo casi tan asquerosa como James, pero llegar a ser como él seria demasiado.
"Controlate" me digo a mi misma una y otra vez.

Pete me repite lo mismo una y otra vez, hasta que no purdo aguantarlo más. En medio del bus, con la gente mirando, comienzo a llorar, sollozando e intentando taparme la cara con las manos.

-No es lo que crees. Yo quiero ayudar a Meghan, pero ir a verla lo haría todo más difícil.
-¿Ir a ayudarla y a vengarla lo haría todo más difícil?- me pregunta.

-No. Avergonzarse de si misma y saber que conocemos ese secreto que tanto le atemoriza sí. Ella está- mis lágrimas me cortan a mirad de la frase.- Está mal por James, y si la ayudamos no cambiará nada. Hazme caso, confía en mí, que sé cómo podemos hacerle justicia. Tú querías saber quien la pegó. Ahora que ya lo sabemos, hagamos una venganza a su medida.

Con mi plan confesado, todo el odio que llevaba encima parece haber desaparecido. La mirada cómplice de Pete me relaja. Ya me ha entendido.

Bajamos del bus y en la papelera más cercana, tiro todo mo disfraz. Nunca pensé que llegaría a odiar a alguien tanto. Tampoco pensaba que alguien a quien conocía desde hacía años fuera tan malvado.
Lo que menos me apetece es llegar a casa y quedarme absorta en mis pensamientos. Necesito perderme, y la única persona que consigue ese resultado en mí no me puede ayudar, aunque puede que sí que sepa dónde encontrarlo.

-Voy a salir- informo a William, que se ha quedado a solas conmigo después de que Pete se haya despedido y haya vuelto a su casa, sin decir ni una palabra.

-De acuerdo, yo también. Si quieres, vayamos a comer a alguna parte.- me dice.

-Imposible. Aún te reconocen por aquí. No has salido mucho así que nadie te ha visto pero como te vean...

-Vaaale. Pues entonces nos vemos a la hora que te diga en algún mensaje en la plaza de la ciudad.

-No te pierdas.

HIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora