Estamos merendando los dos en una cafetería llamada Ricky's y James no ha parado de mirarme en todo el rato, y sin disimular ni nada. Para qué.
No se como hay chicas que para quedar bien delante de un chico piden ensalada o directamente no comen. Nunca lo he entendido, con lo bueno que están los batidos de fresa con nata montada por encima.
-Leah- me llama como si mi nombre fuera una palabra en clave o algo así. Yo estoy bien con la mirada fija en la pajita, no quiero tener que hablar y sacar mi boca de la pajita del batido.-Leah se que me oyes. Me explicaste tu táctica de pasar de la persona que te habla haciendo como sino la puedas oir, así que conmigo eso ya no funciona.
Sabe demasiado de mi. Eso me da mala espina.
-No recuerdo habértelo contado.¿ Acaso me espías?- lo pregunto enserio. Este tipo puede que sea capaz viendo su forma de mirarme.
-Por supuesto- dice con una sonrisa juguetona, momento en el que aprovecho para sumergirme en mi batido. Si James cree que voy a tontear con él está muy equivocado, no sólo por que no me saco la escenita de decirle mis sentimientos a Cameron, sino que quería salir con James para relajarme,no para que me agobie él. Giro la cabeza como señal de que estoy demasiado agobiada como para hablar, pero entonces veo Cameron está parado frente a la cafetería, mirándonos a James y a mi sin moverse. Primero creo que es una ilusión porque cuando estoy triste imagino cosas, pero cuando me doy cuenta de que es tan real como yo mismo me levanto se golpe.
-James,vayámonos.- le cojo del brazo y le hago levantarse de su asiento sin opción.
No quiero ver a Cameron después de lo que le he dicho.
- Espera que voy a acabarme tu batido.- se lanza sobre mi batido y se lo acaba del todo pero ya es muy tarde. Cameron está junto a los dos, mirándonos con el ceño fruncido. No, si encima me avergonzara delante de James o le soltará alguna de sus borderías. Sólo él puede estar en mi vida porque como tiene doble personalidad cuenta como dos amigos, pero no es ni mi amigo. A eso me refiero cuando digo que su presencia me lía.
- Ey Cameron suéltame.
Cameron tiene a James cogido del cuello de su chaqueta y lo está aplastando contra la pared con sus manos. Su cara le está mirando desde los cinco centímetros que le debe sacar y no tiene pinta de querer soltarlo. La cara de James poco a poco va adoptando un toque color rojo intenso mientras el pobre chico va quedando en el aire con los pies colgando mientras la mano de Cameron adquiere un color liloso por la inflación que están cogiendo sus venas.Oh no.
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HIM
RomanceLeah es una chica de 15 años corriente, en un instituto corriente, con una obsesión poco corriente. Desde los 4 años esta locamente enamorada de Cameron Dessner, un chico de su clase que no es del todo un adolescente corriente, que trata a Leah com...