Capitulo 54

47 5 1
                                    

Volviendo a la actualidad, eso fue lo único que recuerdo antes de el gas que se lanzó en el instituto y que me dejó fuera de sí.
Me levanto con un pequeño hilo de luz enfocándome a los ojos directamente. Por unos minutos creo haberme quedado ciega, pero cuando comienzo a distinguir colores mientras miro a mi alrededor me tranquilizo. Todo está tranquilo o eso parece hasta que un intenso picor en mi ojo derecho me da la necesidad de rascarme y advierto la atadura de mis muñecas. Están atadas en un poste de madera de medio metro clavado en el suelo que me tiene sentada con las piernas cruzadas sin poderme levantar. Forcejeo las ataduras sin resultado, solo aumento la fricción entre ellas, provocándome ardientes magulladuras
—Leah— le oigo decir a William preocupado. Espera. ¿William?
— William. ¿ Que está pasando? ¿ Qué hacemos aquí?— le sollozo, con las lágrimas a punto de caer a causa del miedo.
Se que es duro de oír, pero con mi hermano me siento más segura, aunque ello incida en que él también está en peligro.
— Lo siento— dijo la voz de Camerón, más próxima a mi.
Su voz y la señal de que estaba a salvo fue lo que mi cuerpo necesitaba para que se le fuera el miedo más grande que tenía, de perderlo, y con él, todo lo demás.
—Camerón, Dios mío, estás a salvo.— lloré.
— Todo es mi culpa Leah, te deberías haber alejado cuando lo dije.
¿Qué? ¿A qué viene eso?
Estoy a punto de preguntarle justo cuando una luz se enciende en lo que parece un estadio de fútbol sin césped, solo suelo con todos los palos de madera impidiéndonos escapar. La Luz ilumina a Meghan, y a su vez a todos los amigos de Camerón que tienen habilidades como él.
—Meg, ¿ estás bien? Le pregunto a la distancia.
En vez de responder, me mira aterrada con la mirada perdida. ¿Sabe porque estamos aquí?
—Bienvenue, welcome, bienvenuti, o bienvenidos, como queráis llamarlo. Aquí todos fingís ser quienes no sois así que, que más da. Seáis bienvenidos al estadio de Forden, abandonado y aislado de cualquier molestia.
Es de noche pero sin necesidad de luz enfocándolo, veo a James en lo más alto de las gradas con un micrófono, hablando con tono burlón.
—Quien comienza— prosigue. — Veamos... comencemos por el principio. Querido William, ¿comienzas tu?
¿William? Apenas sabia que alguien sabía de su regreso. ¿ que pinta él? Lo miro y al momento se que James no está mintiendo. Sabe algo que oculta. Un secreto que James espera que sea revelado y haga mucho daño. Forcejeo con las manos las ataduras y noto que al fin, se aflojan un poco y dejan de provocarme heridas.
— William William William, no me hagas confesar.
—¿ Por que haces esto? —pregunta mi hermano con la mandíbula apretada.
—Odio las mentiras.
—Lo siento Leah.—se disculpa William sin mirarme a los ojos, con la mirada perdida como si se disculpase por todo lo que pudiera pasar. Mira al suelo y espera palabras de James.
—Comencemos. Háblale un poquito de el año en el que te fugaste de casa, en el que abandonaste a tu familia.— James disfruta mirándome a lo lejos con mirada de superioridad.— ¿ Porque te fuiste?
Touche.
— Quería... protegerlos y protegerme— dice mi hermano con dificultad.
Es lo que me dijo a mi pero no será suficiente para James. Desde el día en que se fue quise saber el porque, pero no así, no a la fuerza. Mi ceño se frunce y mi pulso salta disparado.
— De....
— De todos ellos— dice señalando con la cabeza hacia Pete y los demás.— Y de ti y de ti— termina, dirigiéndose a James y.... Camerón?
—¿Que?— impactada lo pronuncio en voz alta.
— Ya te he dicho que lo siento, Leah, necesitábamos dinero y me metí en una asociación de mierda que necesitaba jóvenes para investigar un caso callejero. No sé ni de qué coño era, pero me llevó a descubrir a Camerón y su banda y lo que podían hacer, y en cuanto supieron que lo sabía me amenazaron tanto a mi como a vosotros. Era una amenaza, y todo lo que pueda molestar ha de huir o ser eliminado y no pensaba sufrir la segunda opción.— Jamás había visto a mi hermano llorar con tanta culpabilidad.

No huyó por un hijo no deseado o por cualquier gilipollez de todas las que supuse en su momento. Huyó por miedo, se tuvo que ir. Pero sigue sin cuadrar nada.
No lloro. Se me abren los ojos y mi cabeza se balancea intentando cohesionarlo todo.
—¿ algo más?— con sequedad y la mirada perdida, cuestiono sus verdades pero el silencio de James me confirmarn que no mentía.
— Nunca he tenido un mejor amigo. Tenía novia...— le miro de golpe y James lo interrumpe.
— Siguiente narrador, o en este caso narradora. Meghan, porfavor.
Miro a mi mejor amiga y veo sus lágrimas a punto de caer. Todos son culpables.
— Conocí a William en la asociación. Me colé para saltarme clase y lo conocí. Fue amor a primera vista— shock. No entiendo nada. Hago muecas y gestos de incomprensión.— No sabia que era tu hermano Leah, solo supe que lo quería desde la primera conversación con él. Comenzamos a salir y William decía que iba a ver a su mejor amigo para no crear sospechas de que tenía novia y que lo sabía todo. Entonces me avisó de que se iba a meter en algo peligroso y que estaba a tiempo de salir de ello cuando aún no sabían de mi existencia y conexión con él, pero todo pasó muy rápido. Una tarde me contó que lo habían descubierto y amenzadado y que se tenía que marchar pero cuando le propuse de huir conmigo se negó. Se fue solo y le prometí cuidar a su hermana. Era pequeña, pero no lo suficiente. Entonces quise seguir con la misión de William y quise arreglar su vida desde el lugar donde la había destrozado. Seguí con investigación sin la consciencia de la asociación y fui investigando en todos los sentidos a los sujetos causantes de las amenazas. Cada uno de mis exs tiene poderes, Leah,por eso me duraban tan poco. Cuando conseguía información, los dejaba y iba a por el siguiente, pero todo cambió cuando el siguiente fue Pete. Me enamoré de verdad. Sentía que William había sido remplazado, o eso pensé hasta que volvió William y me vino a buscar y mi corazón no podía estar dividido en dos, así que quedé con James para preguntarle de que iba su banda, pero me pillasteis tu y Pete y pensasteis que me pegaba. Todo se fue a la mierda y supe que tenía que hacer algo y dejar a Pete porque quería a William, pero cuando pensé que estabais liados se me partió el alma y todo se volvió a cuestionar.
— Con ella fue con quien quedaste aquella noche en el callejón— le digo a William.
¿Como me ha podido hacer esto Meghan? Sabía cuánto me había dolido lo de mi hermano y vio como me jodia y culpaba a mí misma por ello y aún así no dijo nada.
— Perdóname— me lloriquea Meghan agachando su cara avergonzada.
La miro con asco y apartó la mirada.
— Quiere enfrentarnos Leah, no dejes que lo haga.— replica Cameron.
— Calla, que ahora es tu turno mentiroso. — le dice James a Camerón con su maléfica media sonrisa.

HIMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora