Round II

3

#3: ¿Cómo hombre?

El agua fría de la regadera caía con fuerza sobre la espalda de Hyun. Tenía que tranquilizarse. Debía hacerlo. La desesperación de que las cosas fuesen tan lentas no era fácil de quitar. Quería regresar. Dejarlo todo atrás había sido una buena idea, pero en ese momento Hyun pensaba en que quizás se había adelantado en hacer las cosas.

No, no lo había hecho. El hecho de que Code haya ido a buscar a Katrina hasta su propia casa y le hubiese hecho matar a alguien ahí mismo era señal suficiente de huida.

Aun pensaba en ella. Le era raro no tenerla. Había sido demasiado sencillo acostumbrarse a su presencia.

Levantó la cabeza y el agua cayó en ella. Suspiró. Extrañaba a Katrina. Y la ducha era el único lugar en donde se permitía ser un poco débil y pensar en todo lo que habían pasado juntos. Desde cómo la conoció hasta las últimas palabras que se habían dicho por teléfono. ¿Qué era eso que sentía? ¿Por qué lo tenía que volver a sentir?

Hyun estaba sentado en el sofá con el portátil encima de las piernas. Estaba enfrascado en la pantalla realizando una investigación con la ayuda de Duncan en línea. Una música resonó en la sala y tomó su móvil para contestar la llamada, no había número y cuando atendió no se escuchaba absolutamente nada al otro lado de la línea. Frunciendo el ceño cortó la comunicación ¿Qué había sido aquello? Decidió omitirlo y continuó con su trabajo. No habían pasado demasiados minutos cuando el timbre anunció que alguien estaba en su puerta, y eso era raro ya que Ramón tenía que llamarle al telefonillo para avisarle que alguien le buscaba. O quizá era alguien del mismo edificio pero ¿quién podría ser?

Dejó el portátil en la mesita de centro, se acomodó un poco la ropa y fue a abrir. Cuando la puerta estuvo completamente abierta, no había nadie ahí. Se asomó y no vio a nadie por los pasillos y aguzó el oído para saber si el elevador estaba en funcionamiento y no pudo escuchar nada. Agachó la mirada y vio en el suelo una cajita envuelta con papel periódico.

Con dudas sobre quién había dejado aquello o qué era, tomó la pequeña caja y entró cerrando con seguro la puerta. Se aventó al sofá y quitó el periódico que envolvía a una caja que parecía ser de madera o algún material semejante, lo aventó y cayó en el portátil, abrió la cajita y vio en el interior su reloj ¿Cómo había llegado ahí? Se suponía que lo había perdido hacía meses ¿Quién lo tenía?

Lo miró más de cerca y marcaba las 11:07. ¿Qué mierda significaba eso? La caratula estaba rota, parecía que algo muy pesado había caído sobre el reloj. Se dejó caer hacia atrás y el respaldo del sofá no le hizo daño alguno.

Hyun se quedó mirando el aparato por minutos que le parecieron eternos pero algo en la mesita de centro le hizo desviar la vista.

El periódico, que al principio pensó era al azar, mostraba la fotografía de una chica que él conocía muy bien.

La foto de Johana estaba a escalas de gris pero eso no le quitaba la belleza natural que poseía hacía tanto tiempo. Tomó el periódico y lo observó más de cerca, era el obituario. ¿Qué mierda?

Las preguntas volaban en su cabeza como un tornado de palabras sin sentido en su cerebro. Leyó el obituario y no pudo evitar que algo dentro de él se rompiera un poco, de nuevo.

Pudo haber pasado de ello, pero algunas palabras en el periódico le daban vueltas y las sentía tan vivas que era posible que le hablasen, de alguna forma loca, así fue.