Round II

27

#27

Katrina.

Katrina, por definición propia, era una persona que no se dejaba fácilmente de nadie y de nada. Realmente no sabía cómo hacerlo. Habían pasado muchas cosas traumantes en su vida, pero había salido victoriosa de ellas. Su vida comenzó a complicarse cuando su madre desapareció, quería encontrarla desde entonces pero no tenía los recursos necesarios para hacerlo, incluso su padre tuvo que dejar la búsqueda porque no había más pistas, más caminos que seguir. Siempre esperaba un milagro, siempre tenía una esperanza encendida en su corazón pues no quería olvidarla.

Cuando su padre murió fue peor pues no tuvo que sólo lidiar con eso sino que también con las extrañas exigencias de su abuelo para cambiar de vida tan abruptamente, al principio le pareció que era una buena idea, que le sentaría muy bien, pero después del secuestro, sabía que había algo más, y la extraña aparición de Hyun y los suyos en su vida le habían puesto las cosas de cabeza y no había tenido tiempo de sufrir sus pérdidas en silencio ni en voz alta.

Hyun había marcado algo en ella, algo muy profundo, en cierto modo la había cambiado. Sus palabras, sus frases que parecían no tener sentido le rodaban en la cabeza de cuando en cuando y le hacían ver la vida de una manera diferente.

¿Cómo es que tantas cosas habían pasado en tan poco tiempo? ¿Cómo? A veces se sentía mareada al pensar en todos los sucesos raros y estresantes que habían pasado. Pero sus pensamientos siempre terminaban en Hyun. Siempre en él. Y no era molesto del todo. Él era una buena persona que le habían cosas malas, no quería juzgarlo mal pues no sabía toda su historia. También sabía que estaba enamorada de él, locamente. Pero también sabía que había muchos peces en el agua que podrían ser mejores candidatos que él. Quería encontrar a una persona estable, que la quisiera por sobre todas las cosas y que no la pusiera en peligro, y estaba dispuesta a encontrar a esa persona, quería sentir lo que sentían sus padres cuando estaban juntos. Su madre una vez le dijo que en la vida de cada persona figuraban dos grandes amores pero solamente se podía quedar con uno de ellos, que escogiera bien. Bueno, ya conocía a uno, sabía que Sony no era ese segundo gran amor, ni nadie con los que se había involucrado antes así que, le tocaba esperar. Estaba tranquila, no quería apresurar nada, no quería adelantar las manecillas del reloj, iba a esperar a que el amor apareciera frente a ella y la golpeará con toda la intensidad.