#34

25 5 0
                                    


¿Cómo puedo discutir contra eso?




Las simplezas de las palabras eran lo mejor que había podido descubrir y se encontentaba cada vez que recordaba o encontraba algún escrito tan simple y sencillo en su contenido que le hacía pensar en los sucesos cotidianos como algo extraordinario para alguien más.

Su profesor de tercer grado, a la par de ser un gruñón que reprendía fuertemente cada equivocación con una vara de bambú, dejaba gratos trabajos de literatura. El profesor Tavalas una vez encargó realizar un escrito sobre algún hecho o acontecimiento que fuese extremadamente aburrido y lo describiesen con todo detalle, de principio a fin. Al principio la simple petición fue suficiente para comenzar a escribir, pero, pronto se dio cuenta de que estaba escribiendo más de tres cuartillas al respecto y sintió que el profesor Tavalas estaría extraordinariamente complacido en revisar a detalle las tres cuartillas del escrito en frente de todos sus compañeros así que tomó otro par de hojas blancas y comenzó a escribir un aburrido relato que contenía, de principio a fin, el pequeño percance que había tenido en la clase de matemáticas, pero descubrió que lo estaba escribiendo con demasiado gusto y detalle, además, ya llevaba una cuartilla más que el relato anterior. Sintió frustración, demasiada, sentía que estaba rodeado de demasiadas cosas importantes y significativas, así que decidió salir con su madre al centro, comprar la mercancía para los días siguientes y regresar a casa a describir la aburrida tarde que había pasado con su madre y sobre todo, haber pasado la tarde con su madre gritándole a las personas porque las verduras cada vez estaban más caras y más pequeñas a comparación cuando era una pequeña koritsáki*, aunque pensó que el tamaño difería porque ella había crecido y las verduras seguían teniendo el tamaño de siempre.

Para el final del día tenía cinco escritos diferentes y no pensaba entregar ninguno, mucho menos el segundo ya que eso lo pondría de cabeza, la mayor parte de las clases de matemáticas se quedaba dormido, y por supuesto no era a propósito, era la melancólica voz del profesor que le arrullaba cada vez que hablaba sobre algoritmos matemáticos que se usaban para resolver acertijos... que era básicamente la introducción de cada lección de cada día.

Por la mañana aún no se decidía así que metió en su mochila cada escrito que había realizado e iba a decidir cuál entregar en la clase antes de la hora de literatura y claramente no sería el escrito número dos, absolutamente se reusaba a echarse de cabeza él solo.

Camino a la escuela comenzó a pensar en la posibilidad de escribir un sexto, lo llamaría "La tediosa tarea de encontrar el relato correcto camino a la escuela. Por Bastián Thalessino". Y así fue. Durante la primera hora de clases comenzó a escribir todo lo que había pasado, hasta hacía pies de nota para aclarar por qué había ideas inconcretas en el relato, además de que anotaba la hora en que las escribía en una hoja aparte porque, pensó, así podría recordar algún otro detalle.

Entre clase y clase escribía un poco más y logró tener dos cuartillas y media para la clase anterior a literatura, y pensó que los detalles que había escrito eran concretos y no tan completos como se esperaría. Se sintió satisfecho consigo mismo por poder realizar un escrito aburrido de un suceso aburrido con todos sus detalles aburridos, así que pensó en que talvez el profesor le daría una buena nota por realizar un trabajo aburrido.

Aun cuando recordaba esa actividad se sentía algo entusiasmado. Ya había pasado muchas décadas desde entonces y aun podía sentir la emoción por entregar ese escrito, sentía esas ganas de que llegase la hora de literatura para poder entregar ese escrito y ver a su profesor con cara de poker al ver lo bien que podía detallar un suceso aburrido... Aunque, pensándolo un poco mejor y con la cabeza un poco más fría, pudo haber relatado cualquier clase del profesor Tavalas ya que sus clases siempre eran aburridas.

Round II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora