#9: Sí, lo sé.
-¡Mamá! ¡El desayuno está listo!- Brooke subió las escaleras en dirección al cuarto de Charlotte. No hubo respuesta a su llamado. Lo intentó de nuevo. –Mamá, el desayuno. Se enfriará. Lila lo comerá todo. Ya sabes cómo es... - Intentó no reír ante sus palabras. Llegó a la habitación de su mamá y tocó con los nudillos. -¿Mami? – Abrió un poco y metió la cabeza en el espacio.
-Dime, Brooke-. La voz cálida de su madre sonaba algo contrariada. Incluso, Brooke supo en ese momento que estaba llorando
-¿Qué pasa mami? – Entró y se dirigió a la cama en donde su mamá estaba sentada.
-Nada hija. Ya sabes. Lo de cada año.
-Oh, mi hermano-. Sintió algo raro en el estómago. Lo mismo que todos los años. No conocía a su hermano, pero Brooke sentía que lo amaba y a su padre también. Aunque nunca supo por qué no los podía ver, ella sentía un cariño muy especial por ambos, quería conocerlos, tenía tantas ganas.
-Sí, cariño. Perdón. Es que...
-Sí, lo sé, mamá. Es su cumpleaños. Lo sé. Pero no tienes por qué llorar cada vez. Seguro él está bien.
-Sí, lo sé-. Le respondió de la misma manera en que Brooke lo había hecho. – Es sólo que en esta fecha siento mucho haber hecho lo que hice, en parte. Y además-, continuó antes de que Brooke hiciera alguna pregunta, - es que lo extraño demasiado-. Brooke se sentó a su lado y comenzó a consolarla. Sabía que no podía hacer nada más que eso, abrazarla mientras se desahogaba. Prefirió no hacer ninguna pregunta que le incomodara por lo que se quedaron en silencio por un buen rato.
-Mamá, el desayuno se enfriará-. Brooke le ofreció un pañuelo desechable que llevaba en los vaqueros y Charlotte le agradeció con una sonrisa.
-Sí, vamos. Lila ha de estar impaciente.
-Ya sabes cómo se pone cuando nadie le hace caso y menos en cuanto a comida se refiere.
-Lo sé. Adelántate. Iré al sanitario y voy.
-De acuerdo.
Brooke le dio un beso en el cabello y salió de la habitación hacia el comedor. Cuando entró, vio a la pequeña Lila en su silla, balanceando las piernas que no llegaban al piso, tenía un tenedor en una mano y un cuchillo en la otra. Brooke sonrió. Era increíble lo que había crecido en tan poco tiempo.
Aun la recordaba de bebé. Se parecía tanto a su padre y por suerte eso había cambiado con el tiempo. Lila apenas iba a cumplir los cuatro años y ya era toda una damita.
Caminó hacia ella y cuando estuvo detrás de su silla se inclinó para darle un beso en el cabello. Lila volteó a verla con una enorme sonrisa y unos ojos grises enormes y expresivos, y podría decirse que eso, sus ojos, era lo único que tenía de su padre.
Lila dejó los cubiertos en la mesa, tomó el brazo de Brooke e hizo que se pusiera a su lado, Brooke si hincó y la observó con detenimiento. La pequeña Lila llevó sus dos manos al frente y comenzó a acomodar lo dedos en forma diferente. Brooke le puso total atención y sonrió en cuanto ella terminó de hacer las señas con algo de dificultad.
<Mami, tengo hambre>
<Lo sé. Yo también, abuela ya baja>
Le contestó de la misma manera. Lila sonrió grande y se le formaron unos hoyuelos.
ESTÁS LEYENDO
Round II
Random"Está bien resistir cuando todos te atacan, pero hay un punto en el que tienes que defenderte y no importa contra quien sea, lo tienes que hacer." Segunda parte de "LB8" Utilizo lenguaje explicito y que para algunas personas puede ser vulgar. W<...