#16

31 5 0
                                    



#16


Después de haber ido al hospital, Hyun fue directo a ver a Quintero.

No fue que ver a Katrina le pasara desapercibido, pero sabía que aún no era el momento de acercarse como él quería hacerlo. Primero, tenía que aclarase bien la mente. Pensar en las cosas que habían pasado, si era seguro para ambos estar cerca o no. ¿La quería? ¿De qué forma lo hacía? ¿Por qué lo hacía?

Las dudas lo estaban atormentando de tal manera que no se sentía demasiado fuerte estando en el mismo lugar que ella, se sentía débil.

Los pensamientos, por lo general, le llevaban a ella.

Todo lo recordaba a ella. Indudablemente le hacía falta. Pero, indudablemente también, no podía dejarse llevar. Estaba más cerca de su familia que casia podía tocarla.

Estaba tan enojado con su padre, que esos pensamientos eran, casi siempre, los únicos que evitaban que pensase en Katrina.

Si tan solo tuviese enfrente a su padre, le exigiría saber las cosas como en verdad eran. ¿Por qué le había mentido? Le había dicho que su madre los había abandonado porque, simplemente, no los quería, incluso, él había leído una nota de ella. Pero, ¿Y si no hubiese sido de ella?

De su madre, ni el nombre recordaba. ¿Cómo había sido eso posible?

Solamente pedía que alguien le aclarase las cosas. Sabía que el hombre que había matado en casa de Katrina le había mentido cuando le dijo que él mismo la había matado. Pero, temía que no fuese una mentira lo de su padre ¿Y su no hubiese sido un accidente del todo? ¿Y si alguien hubiese saboteado la motocicleta de su padre?

La nieve se hundió bajo sus botas cuando bajó de Betty, hubiese llegado al lugar en otras circunstancias, pero, para hablar con Quintero, era el único lugar seguro que tenía.

Entró, no había nadie en el lugar, la hora del almuerzo había comenzado. Fue directamente a la oficina de Quintero. Toco un par de veces.

-Adelante-. Abrió la puerta y pudo notar un aroma a incienso que, inmediatamente, no reconoció. – Oh, eres tú, ¿Qué puedo hacer por ti?

-Necesito hacerte unas preguntas.

-Tú dirás-. Llegó hasta el escritorio en donde Quintero estaba y se sentó frente a él. - ¿Qué es lo que pasa, muchacho?

-Se trata de Gary.

-¿Qué con él?

-¿Qué es lo que hace exactamente? Aparte del bar.

-¿A qué te refieres?

-Sé que él no solamente dirige el bar.

-Bueno, es de suponerse.

-¿Tú sabes algo?

-Realmente, yo no sé nada, únicamente sé lo que se rumorea por las calles.

-¿Qué? – Las ansias por saber le consumían, quería que le dijeran las cosas tal y como eran, se estaba cansando de las mentiras.

-Bueno, que vende droga. Que es jefe de un grupo que contrabandea con droga. Se dice que son muy brutales cuando no se les paga lo acordado o cuando se les traiciona.

-¿Qué más?

-No lo sé. ¿Por qué tanto interés?

-Porque, muy probablemente tuvo que ver con la muerte de mi padre.

Round II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora