SEXO, ALCOHOL Y ROCK AND ROLL (PARTE 2)

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Me quedo congelada, sin saber que hacer, en frente tenia a Ursula con la boca abierta mirándolo y detrás tenía a Rubén, pegándose a mí.

- ¿No me dices nada muñequita?

- No soy tu muñequita - dije apartando sus manos y girándome hacia él.

No me lo esperaba así, camisa blanca y vaqueros, le quedaba perfecto junto con su bronceado de playa y esa sonrisa. Tranquila Chloe, es un chico más.

- Sólo me vas a decir eso, ¿ni dos besos ni nada?

Lo mire levantando una ceja.

- ¿Perdona?

Y en ese momento se acercó a mí y me plantó dos besos, más bien besazos en las comisuras de mis labios.

- Que bien hueles – dijo sonriéndome.

- ¿Qué haces aquí?

- Es una fiesta no podía perdérmela, además algo me decía que tu ibas a estar aquí y quería verte.

- Si pues para querer verme, no te he visto el pelo por tu casa.

- ¿Me echabas de menos? Si lo llego a saber hubiera pasado por casa, pero lo tendré en cuenta para la próxima – dijo guiñándome un ojo.

- Que idiota – dije empujándolo y pasando por su lado.

- No te vayas, te invito a una copa – dijo cogiéndome de la mano.

- No gracias, yo puedo pagarme mis copas.

- Con lo que te pagan mis padres no me extraña.

- ¿Cómo? – dije mirándolo seriamente.

- Nada, venga que te invito – me llevó a la barra a por una copa.

- ¿Qué bebes muñequita? – susurró en mi oído.

- Puerto de indias con seven up – susurre en el suyo.

Pidió una copa para él y para mí, una vez que tenemos nuestras copas me lleva a un reservado con sofás blancos.

- Cuéntame que haces tú aquí.

- He venido con mi prima y unas amigas a celebrar la primera semana, pero a mi prima Eva la he perdido de vista, estaba con un chico y a saber dónde estará metida.

- Estará pasándoselo bien con ese chico, ¿tu no te lo pasas bien? – me pregunta con una sonrisa maliciosa.

- No me hace falta ningún chico para pasármelo bien.

- Me encanta que seas contestona, ¿siempre eres así? – pregunta mirándome.

- Así ¿cómo?

- Así...contestona, con carácter, no te achantas con nada, me lo demostraste el primer día.

- Pues si, prefiero ser así, que no tener ni voz ni voto – conteste bebiendo de la copa.

- ¿Sabes lo que eres también? Tremendamente sexy, y lo mejor es que no lo pretendes, eres indiferente, pasas de todos, tenías a un montón de chicos detrás de ti babeando mientras te movías con ese increíble vestido, y tu sin darte cuenta – dijo en mi oído.

- Y mírame aquí estoy sentada perdiendo mi tiempo contigo, pudiéndolo aprovechar con otros.

- Que afortunado soy – dijo tocándome la rodilla.

- Y tocón también – dije apartando su mano.

- Eso sobretodo muñeca, no lo olvides – dijo sonriéndome.

Sueños alcanzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora