Abrirme los ojos

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No me lo podía creer, ¿qué hacía él aquí? Después de todo lo que me había dicho se plantaba en mi casa, a las 5 de la mañana, y seguro que estaba borracho.

- Chloe ábreme por favor.

Llamadme tonta y todo lo que queráis pero lo hice, le abrí, sucedió todo tan rápido que cuando quise darme cuenta, lo tenía sobre mí, me agarraba la cara con sus manos y estaba besándome, besándome con pasión, como si llevásemos años sin besarnos, y lo peor es que lo dejé, le seguí el beso con la misma intensidad mientras me pegaba a él, lo necesitaba, nos fuimos acercando al sofá, cuando mi culo quedó pegado a la parte de atrás del sofá, Rubén siguió besándome esta vez por el cuello, la mandíbula, iba dejando un rastro de su saliva en mí, y eso me excitó, me subió la camiseta del pijama y con rapidez me bajó las bragas, a continuación yo le quité la camiseta y le desabroche el pantalón, me giro y me coloco de espaldas a él, apoyando mis manos en el respaldo del sofá, noté su erección entre mis nalgas, se había quitado el pantalón en segundos, pasó sus manos por mis pechos mientras se rozaba contra mí, apretaba sus manos y jugaba con mis pezones haciendo que estos se irguieran mucho más, me besó el cuello por detrás, bajó por toda mi columna vertebral, lamiendo y dando pequeños mordisquitos hasta mis nalgas, noté cómo su lengua dibujaba unas enredaderas de saliva por mis nalgas, hacia abajo. Me inclinó sobre el sofá y su lengua se metió entre mis muslos, desde atrás, un jadeo se le escapó al notar lo empapada que estaba y me penetró con dos dedos. Se levantó, pegándose más a mí.

- Mi niña que cachondo me pones, mira como estas – y sin más me introdujo de nuevo dos dedos, mientras que movía esos dedos su palma de la mano apretaba mi clítoris haciendo que la intensidad de sus movimientos aumentara.

No paraba de besarme los hombros y de darme pequeños mordiscos, y yo no paraba de jadear y decir su nombre, noté como se acercaba el orgasmo y él aumentó sus caricias, haciendo que segundos después un orgasmo me recorriera por todo el cuerpo.

No perdió el tiempo, me inclino más hacia el sofá y me penetró bruscamente, grité su nombré y eso lo animó a moverse mucho más rápido, se escuchaba el sonido de nuestros sexos tocarse, sus manos agarrando mis caderas fuertemente, esto sin duda me dejará las marcas de sus dedos. Necesitaba más, más de él, moví mis caderas contra él.

- Quiero más.. – le dije con la voz entrecortada.

- Todo lo que quieras te daré – la sacó de golpe y de una embestida se volvió a colar dentro de mí, lo más hondo que pudo llegar, y eso me hizo ver las estrellas, me estremecí.

Los movimientos se volvieron más rápidos e intensos, una de sus manos en mi cuello apretándome un poco, incorporándome, pegándome a él, gemí y él contestó con un gruñido, sus dedos se colaron en mi boca y los chupé, los mismos dedos que había metido dentro de mí hacía un rato.

Por el ritmo que impuso supe que se iba a correr dentro de nada. Rubén gimió muy fuerte cogiéndome del pelo, buscando mi boca para besarme y cuando me chupó la lengua me corrí, otro orgasmo que me daba la vida, que me recorrió desde los dedos de los pies hasta la cabeza y grité, cuando pensé que ya no podía más, una embestida brutal me devolvió a la realidad, notando como se estremeció, sentí como se corrió dentro de mí.

- Eres mía – me susurró al oído.

Después de varias sacudidas dentro de mí, Rubén apoyó su frente en mi nuca sin salir de mí.

Estuvimos unos minutos así, sin movernos, hasta que se separó de mí, notando como manchaba mis muslos con su semen, se dejó caer en el suelo a mis pies, apoyando la espalda en el sofá y yo me dejé caer a su lado, apoyando mi cabeza en su hombro.

Sentí un beso en mi cabeza y alzando mi mirada hacia él, sus ojos brillando por lo que acabamos de hacer, me levanté del suelo y cogiéndole la mano, me dirigí al baño, encendí la ducha.

Nos duchamos juntos, nos abrazamos, nos besamos y nos acariciamos. Al salir de la ducha, nos secamos y nos dirigimos a mi habitación, desnudos.

Tirados en la cama, ambos tumbados de lado sin dejar de mirarnos, pasó sus dedos por mis labios, cosa que aproveché para besarle los dedos, lo vi sonreír.

- ¿Qué estás haciendo conmigo muñeca?

- ¿Y tú conmigo?

- Siento mucho todo lo que te dije en la fiesta, estaba cabreado por lo de ayer y verte en esa fiesta y sola..no vayas a fiestas de ese tipo sola, ya has visto como son.

- Eva venía conmigo, no estaba sola.

- Erais dos chicas solas.

- Si no te hubieras enfadado como lo hiciste, habría ido contigo – le dije de malas.

- No se que me pasó ayer, fue verlo y me puse de malas, te estaba alejando de mí, y te vi la cara de no saber que hacer y la cagué, como siempre hago. No quiero perderte Chloe, lo que siento por ti no lo he sentido por nadie, es todo tan intenso..no se explicarme bien, joder.

- ¿Y lo que has dicho de estar con otras?

- Es mentira, no he estado con ninguna otra chica desde que lo hicimos por primera vez, solo contigo mi niña.

- No se que decirte, es que no es justo esto que estoy haciendo.. engañándolo a él y estando contigo, y siendo egoísta porque no quiero que estés con otras pero yo estoy con él. Pero no puedo dejar esto que estamos teniendo, estoy enganchada a ti.

- Soy tu droga – me dijo antes de chuparme el labio inferior.

- Si, lo eres.

- ¿Y si lo dejas? Cuando te planteas tener algo conmigo es porque de verdad no estas enamorada de él, te gusta, es un buen chico, pero no te hace sentir como yo.

- ¿Y qué puedo esperar de ti?

- Todo lo que tú quieras, debo ser valiente y pelear por ti. No dejar que mi pasado me joda mi futuro, mi futuro contigo.

- ¿Qué han hecho contigo?

- Abrirme los ojos, entre tú y Eloy, lo habéis hecho. Piénsalo, con quien quieres estar de los dos. Y ahora a dormir mi niña.

Me acurruqué en él, apoyando mi cabeza en su pecho mientras él me acariciaba el brazo, con él a mi lado, me dormí en seguida. 


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Sueños alcanzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora