Me desperté al sentir pequeños besos por mi espalda bajando hacia mi cintura sin dejar de besarme. Sonreí al notarlo y me estremecí.
- Estas despierta... -susurro contra mi piel.
- No...
Me dio un pequeño mordisco en el culo y yo me removí quejándome.
- Auch, eres un bruto
- Es que estas tan rica – dijo dándome la vuelta colocándose sobre mí.
- Buenos días – dije acariciándole los brazos.
- Buenos días – dijo en mis labios antes de besarme, noté su erección contra mi muslo, abrí mis piernas para que se colocara entre ellas y poder sentirlo contra mí – no me voy a cansar nunca de tenerte en mi cama Chloe.
Comencé a bajarle los bóxer, y acariciarle lentamente haciendo un poco de presión, Eric bufó al notarlo.
- Tú también quieres más eh – él lo tenía más fácil que yo, estaba completamente desnuda, comenzó a acariciarme- ya estas mojada...
Y sin más me penetró con dos dedos, moviéndolos rápidamente. Calentándome cada vez más, aumentando mis caricias, gimiendo en alto los dos.
Fue algo rápido, condón puesto y sin más preámbulo estaba dentro de mí, moviéndose rápidamente, agarrando una mano al cabecero de la cama y otra apoyada en la cama junto a mi cabeza, me gustaba verlo así, perdiendo la compostura gracias a mí, yo causaba ese efecto en él, y eso me ponía mucho, me excitaba. Llegué al orgasmo antes que él, pero no dejé de moverme contra él, necesitaba que se dejara llevar, que llegara al climax, y lo hizo cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás apretando uno de mis pechos.
Se dejó caer en la cama cerrando los ojos.
- Esto si que son unos buenos días.
- Los mejores cariño – dije dándole un beso en los labios.
- No sé a quién agradecerle que te pusieran en mi camino – dijo acariciándome la cara.
Sonreí al escucharle y le bese los dedos.
- Si sigues asi me dormiré otra vez.
- Duerme nena, mientras yo te preparo un súper desayuno – dijo mientras se levantaba buscando sus bóxer.
-----------------
Eric me preparó tostadas con mermelada de fresa, fruta, café y zumo de naranja natural, desayunamos en la cama entre besos y caricias. Era tan cariñoso y atento.
Nos duchamos juntos, y por supuesto que volvimos a hacer el amor de nuevo, no podíamos parar de tocarnos y de besarnos, y claro una cosa llevaba a la otra, y yo encantada. En menos de 24 horas me había dado 5 orgasmos, y a cada cuál mejor.
A las 1 de la tarde salimos de su casa, fuimos hacia la mía para que yo me cambiara ya que llevaba unos bóxer suyos y queríamos ir a comer fuera.
Cuando entramos a mi piso, Eva y su chico estaban en el salón despatarrados en los sofás.
- Mira la parejita ya llegó –dijo Rafa mirándonos.
- Hola chicos – los saludé a ambos con un beso – voy a la habitación a cambiarme.
- ¿Dónde vais? – preguntó Eva.
- A comer por ahí, ¿queréis venir? – preguntó Eric.
- Siii – contesto mi prima emocionada.
Cada una se fue a su habitación a arreglarse y Rafa al de mi prima para cambiarse ya que se había traído ropa para hoy.
Fuimos a comer a un restaurante cerca de la playa, pasamos un día estupendo, sin dejar de bromear, reír, y sin dejar de besarnos.
- Sois unos empalagosos – dijo Eva mirándonos.
- Envidiosa.
- ¿Envidiosa por qué? Rafa me da todo lo que necesito y quiero – dijo ella poniéndole morritos a Rafa.
- Halla paz – dijo Eric riendo.
- Me llamó anoche Max, ha conseguido que toquemos en un festival el fin de semana que viene.
- ¿ Estas de coña no? – preguntó Eric entusiasmado
- No tio, vamos a triunfar joder.
- Esto hay que celebrarlo – animo Eva.
- Me alegro un montón cariño – susurré en su oído antes de besarle el cuello.
- Gracias nena – me besó la frente.
Nos fuimos a celebrarlo a un pub que había cerca del restaurante, no faltaron las copas, todos nos pusimos un poco contentos, yo la que menos. Eric y Rafa estaban emocionados, pensando que canciones tocarían, cuales animarían más a la gente, y yo estaba feliz de verlo así tan contento.
Pasamos lo que nos quedaba de tarde en la playa, hasta que decidimos irnos a casa, ellos tenían ensayo de la banda, nos acompañaron a casa y nos despedimos, sin muchas ganas.
- Quiero volver a dormir contigo nena – dijo Eric abrazándome fuerte.
- Y yo también – dije mirándolo con carita.
- Mañana en cuanto me levante te llamo y vengo a verte – dijo antes de besarme.
Me prometió un domingo igual e incluso mucho mejor que el día de hoy, y yo lo esperaba ilusionada y con muchas ganas.
ESTÁS LEYENDO
Sueños alcanzados
RomanceChloe es una chica que nunca había salido de su ciudad, pero un trabajo en Barcelona la sacará de su ciudad. Barcelona hará sacar un lado que ella no conocía de si misma. Dos chicos y una chica, añadiendo la bella cuidad de Barcelona. ¿Será el dest...