Antes de poder decir nada más tenía sus labios otra vez sobre los míos, besándome y apretándome contra él.
- No te vas a arrepentir, te lo prometo muñeca.
- Eso espero.. – dije mirándolo a los ojos.
No paró de darme besos y abrazos hasta que vimos pasar a Álvaro con el monitor que se lo había llevado, parecían que nos estaban buscando, Rubén fue a por él y en brazos lo traía con él hasta que los tuve a ambos frente a mi.
- ¿Cómo te lo has pasado?
- Genial – dijo echando los brazos hacía mi para que lo cogiera en brazos.
- ¿Para repetir? – le pregunté mojándole la espalda de agua con mis manos.
- ¡Sii! Gracias por convencer a mi mami – y me abrazó, me sentí plena, acababa de hacer feliz a un niño tan encantador y bueno con solo traerlo a un parque acuático.
Rubén me miraba sonriendo, se le veía feliz, por su hermano, por el momento que estábamos viviendo los tres y seguro que por lo que acababa de decirle. Se acercó a nosotros y nos abrazó.
Pasamos lo que nos quedó de tarde jugando en la piscina de olas hasta que escuchamos por los altavoces que cerraban en media hora, nos costó convencer a Álvaro para que se saliera de la piscina y le prometimos que volveríamos a venir los tres y que lo llevaríamos a por un helado a la heladería de la familia de Eloy.
Está vez el camino fue tranquilo, no pusimos música, cuando quisimos darnos cuenta Álvaro estaba dormido con una sonrisa en la cara.
- A terminado rendido – dije mirándolo.
- Normal, no ha parado en todo el día.
- ¿Cómo te lo has pasado tú?
- El mejor día de mi vida, ¿contesta eso a tu pregunta? – lo dijo mientras cogía mi mano y se la llevaba a los labios.
- Lo hace – dije mirando sus labios.
No me soltó la mano en todo el camino hasta que llegamos a la puerta de mi bloque.
- Gracias por traerme ha sido un día estupendo.
- No las des muñeca. ¿Si te pido un beso..? – preguntó alzando las cejas.
- Aquí no puedo, lo siento – puse mala cara – pero mañana te podré dar todos los que quieras.
- Eso suena muy bien, lo estaré esperando con ganas – lo dijo guiñándome un ojo.
Salí del coche y abrí la puerta de atrás para poder darle un beso al pequeño, notó mi beso porque abrió un poco los ojos y mirándome me acaricio la mejilla.
- Te quiero Chloe – me dijo antes de volver a cerrar los ojos.
Me quedé sin saber que hacer y mire a Rubén, que me sonreía desde su asiento.
- Hasta mañana.
- Hasta mañana hermosa.
Subí en el ascensor, mirándome al espejo y me vi ilusionada, con una sonrisa de oreja a oreja.
Mi prima me esperaba en la cocina fumándose un cigarro.
- Hola – le dije echando la toalla y la ropa a la canasta de la ropa sucia.
- ¿Cómo estuvo la excursión?
- Muy bien, Álvaro estaba tan contento, nos lo hemos pasado genial. Deberías haberle visto la cara.
- ¿Y el hermano mayor? – me preguntó con segundas intenciones.
- También se lo ha pasado muy bien.
- ¿Qué está pasando con él? Cada vez que te pregunto me contestas con evasivas.
- Eva, no te entiendo, primero me dices que me lo ligue, después que no, cuando estaba mal con Eric me dices que disfrute del sexy y ahora parece que lo odias, no te entiendo.
- No quiero que sufras Chloe, si fueras como yo te diría que hicieras lo que quisieras con los dos, pero no lo eres, no eres capaz de hacerle daño a una mosca, menos a dos chicos y no quiero verte después comiéndote la cabeza por dos tios, no te metas en algo que no sabes como lo vas a poder llevar.
- Pues tendré que averiguarlo.
- ¿Cómo?
- Me he acostado con Rubén, la noche que pasó lo de Eric, cuando me llegó tu mensaje, me dejé llevar, dejé de pensar lo que estaba bien y lo que estaba mal, y si después me sentí mal pero eso me duró un día, me arreglé con Eric y me prometí a mi misma que no volvería a caer con Rubén, pero es que no puedo, es lo que más deseo, dejarme llevar con él otra vez y otra y otra. Pero Eric sigue ahí, me encanta no puedo dejarlo ir, porque se que es lo que más me conviene...
- ¿Y que piensas hacer?
- Estar con los dos hasta que la tensión sexual que tengo con Rubén se evapore.
- ¿Sin que ellos se enteren?
- Sin que Eric se entere, Rubén quiere lo mismo que yo, sexo y ya. No va a pasar de ahí.
- Chloe, me parece perfecto que experimentes pero ten cuidado, no quieres que esto se vuelva en tu contra.
- Pues ayúdame a que no lo haga.
- Puedo ayudarte a que Eric no se entere, pero si esto sale a la luz yo no sé nada. Prométemelo.
- Te lo prometo.
- Se cuidadosa por favor – dijo abrazándome.
- Lo haré.
No sabía en lo que me estaba metiendo, pero pronto lo iba a averiguar.
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Sueños alcanzados
RomanceChloe es una chica que nunca había salido de su ciudad, pero un trabajo en Barcelona la sacará de su ciudad. Barcelona hará sacar un lado que ella no conocía de si misma. Dos chicos y una chica, añadiendo la bella cuidad de Barcelona. ¿Será el dest...