Tenemos que hablar

44 5 4
                                    


Cuando fui a trabajar esperaba encontrarme a Rubén en el salón esperándome, pero no, no estaba ahí, ni en su cuarto ni en ninguna zona de la casa. No había ido a dormir a la casa y ninguno de sus padres sabía dónde estaban. Estuve esperando toda la mañana por si aparecía, mirando la puerta, mi móvil y así continuamente, le bombardee a WhatsApp y no me contestó a ninguno, y no puedo defenderlo diciendo que no los leía, porque los leyó hasta que me harté y le mandé el último: '' No me puedo creer que estés otra vez como al principio, tú querías esto, tú me dijiste que me fuera y ahora estas a saber dónde y a saber con quién mientras yo estoy en tu casa preocupada y echándote de menos como una estúpida, si no me quieres contestar no lo hagas pero no esperes más de mí.''

Y qué decir que tampoco me contestó. Me fui a las tres y aún no había regresado, era viernes y no volvería a saber de él en todo el fin de semana, si es que tenía suerte y lo veía en su casa.

Eric me notó rara y nada más que me preguntaba que que me pasaba, si estaba bien, que le contara lo que ocurría, cada vez que me preguntaba me ponía de peor humor, así que lo pagué con él, me dejó en mi casa y se marchó, me preguntó si nos veríamos a  la noche. Y yo no quería verlo a él, yo quería ver al idiota que me tenía loca.

Una idea se me cruzó por la mente, la fiesta de ese tal Rico, iría porque seguro que él estaría ahí.

Cuando se lo conté a Eva, ella no estaba de acuerdo en mi idea y me lo hizo saber.

- Ni loca, tu no vas a ir allí y menos sola, por lo que esos dos dijeron ese tío no es de fiar y no te voy a dejar que vayas sola.

- Pues acompáñame.

- ¿Qué? ¿Y qué le digo a Rafa?

- Pues que hoy va a ser noche de chicas que cuando terminemos vas a su casa. Joder, Eva ven conmigo por favor, no sé dónde me voy a meter y no tengo el número de Eloy para saber de Rubén.

- Se está comportando como un gilipollas no se para que quieres ir a buscarlo, ¿y si no está?

- Te aseguro que estará.

- Está bien, iremos, voy a hacer algunas preguntas y a enterarme donde es esa maldita fiesta, vamos lo buscamos hablas con él y se acabó, ¿entendido?

- Entendido

Horas más tarde, Eva y yo montadas en un taxi que nos llevaba a la fiesta, nos pusimos lo primero que vimos en el armario, sin retocarnos mucho, solo iba a hablar con él y venirme, esto no podía quedar así, necesitaba hablar con él y ser clara, esto tenía que terminar.

El portero nos dejó entrar sin ningún problema, y una vez dentro flipamos un poco, había gente demasiada gente, muchas barras improvisadas con un montón de botellas de todo tipo de alcohol, muchas de las personas que había allí parecían drogadas y la verdad es que no me extrañaba, nunca había estado en una fiesta como esta. Me costó encontrarlo, creo que estuvimos como 45 minutos buscándolo, hasta que lo ví, estaba sentado en unos sillones junto a varios amigos entre ellos Eloy, y como no estaban rodeado de chicas, y para más énfasis había una sentada sobre sus piernas acariciándole la nuca, sentí una rabia al verlo actuar de ese modo, así que eso es lo que él quería seguir jugando conmigo como le diera la gana, pero se estaba equivocando, me acerque a ellos, Eva me seguía de cerca pero dejándome un poco de espacio. No se percató de mi presencia hasta que estuve delante de él mirándolo fijamente, se sorprendió al verme e incluso vi un poco de ilusión en su mirada pero la borró en segundos.

- ¿Qué coño haces aquí? – me preguntó levantándose sin importarle la chica que tenía sobre él.

- Tenemos que hablar.

- ¿De qué?

- Sabes bien de que.

- ¿Y tú novio dónde está?¿esperándote fuera? – me preguntó con un tono que no me gustó nada.

Miré a Eloy, que me lanzó una mirada de disculpa, él no estaba contento con el comportamiento de su amigo. Le cogí del brazo y me dirigí lo más lejos posible de su grupito de amigos, él no puso mucha resistencia, cuando encontré un sitio más tranquilo lo encaré.

- ¿De qué coño vas? ¿Y este comportamiento? – le pregunté – este no es el Rubén con el que he estado todos estos días.

- Es el mismo Rubén de siempre, soy así muñeca, te guste o no, este es mi ambiente, alcohol, drogas y sexo, es lo que me va. ¿Qué pensabas que por unos cuantos polvos que hemos echado ibas a poder tenerme comiendo de tu mano como tienes al gilipollas de tu novio? No seas ridícula.

- No me lo puedo creer, te estas comportando como al principio, este no eres tú.

- Si lo soy, acostúmbrate.

- ¿Esto es por lo de ayer? ¿Por qué me fui con él? Me dijiste que me largara, me miraste como si me despreciaras y me dijiste que me fuera.

- Pues si te dije que te fueras, fue por algo ¿no? Vete con él, a sus ridículos conciertos y lárgate de esta fiesta que es mucho para una niña como tú.

- Para que tú puedas seguir bebiendo, drogándote y seguramente follarte a alguna de esas que tenías a tu alrededor.

- Seguramente follarme de nuevo a alguna de esas que tenía a mí alrededor. ¿Qué pensabas que por qué tu y yo estuviéramos follando no lo iba a hacer con otras? Lo seguiré haciendo muñequita, te seguiré follando a ti y a cuantas más me apetezca.

Me dolió, cuando le escuché decirme eso, sentí una punzada en el corazón, pensaba que ya me habían roto el corazón anteriormente pero no se sintió como esto.

- Ahora mismo me das asco, pensar los momentos que hemos vivido juntos.. los acabas de tirar todos a la basura con lo que acabas de decirme. Esto se ha acabado, no me dirijas nunca más la palabra, te lo digo enserio, fóllate a quien quieras porque a mi ya no lo vas a hacer más.

No le dejé que me contestara, me di media vuelta y me fui, lagrimas amenazando con salir, hasta que llegue a donde estaba Eva, y cuando me abrazó las dejé ir, no pude contenerlas más.

- Lo siento mucho Chloe, no sabe lo que acaba de perder. Pero es mejor así, te estabas pillando por él.

- Él no es así, no es como se está comportando ahora..por favor sácame de aquí.

Eva pidió un taxi, ella quería quedarse en casa conmigo, pero la convencí para que se fuera con Rafa, por mi culpa no pudo salir con él. El taxi me dejó primero en casa y después la llevaría a casa de los chicos, le dije que si Eric estaba allí que se inventara una excusa, que me dolía la cabeza o cualquier cosa de esas.

Una vez en casa, me metí en la ducha, necesitaba quitarme esa sensación, ese malestar, me preparé una tila para poder dormir un poco.

No sé cuánto tiempo pasé dando vueltas en la cama, no podía dormir, y cuando parecía que estaba cogiendo el sueño un ruido en la puerta de mi casa me sobresaltó. Me levanté despacio para no hacer mucho ruido, seguían tocando a la puerta, ¿quién sería a estas horas? Miré por la mirilla...


Sueños alcanzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora