La Playa

63 11 3
                                    


Estaba nerviosa, Eric me esperaba abajo y no dejaba de mirarme en el espejo. Me puse un vestido rosa, debajo llevaba mi biquini blanco, con mis sandalias baige, bolso de paja, lo típico que una se pone para ir a la playa.

- Estas guapísima, Chloe, eres la única que conozco que sin llevar una pizca de maquillaje esta perfecta. Eres una perra con suerte, te llevaste los buenos genes de la familia – dijo Eva mirándome de arriba abajo.

- ¿De verdad que estoy bien? – pregunto mirándome en el espejo.

- Que si pesada, venga vete ya que el pobre te está esperando.

- Ya ya, nos vemos luego, sé buena – dije lanzándole un beso.

- Y tú, o mejor no, haz todo lo que yo haría o todo lo que yo haré – dijo riéndose.

Cuando abrí la puerta del bloque, allí estaba esperándome apoyado en su coche, camiseta blanca y pantalones beige, tenía una sonrisa que deslumbraba.

- Hola, que guapa estás – dijo dándome dos besos.

- Tú también lo estas.

- Pase señorita – dijo abriéndome la puerta del copiloto.

- Gracias, eres todo un caballero – dije sonriéndole.

- Tú mereces que lo sea – dijo sentándose en el lado del conductor – te voy a llevar a la mejor playa ya verás.

- ¿Sueles ser así con todas las chicas? – pregunto mirándole.

- No, solo con las que me interesan –dijo mirándome.

- Vaya, eres directo.

- No me gusta ir con tonterías, me gustas y no solo como una amiga, desde el primer momento en el que te vi, y creo que yo a ti también te gusto, si no no estarías aquí.

- Crees bien, me gustas, no suelo aceptar quedar con un chico al que acabo de conocer, pero contigo ha sido diferente, me inspiras confianza y sé que estoy en buenas manos.

- Lo estas, te lo aseguro. Y te aseguro que esta es la mejor cita que vas a tener en tu vida. – dijo guiñándome un ojo.

- Eres un creído también – dije riéndome.

- No soy creído, soy seguro de mí mismo.

- Aja aja, seguro que es eso.

- Tengo una pregunta, ¿de verdad que no tienes novio? ¿No voy a tener que pelearme con nadie? – y en ese momento no se porque me viene a la cabeza Rubén.

- No, ninguno, no vas a tener que pelearte con nadie. ¿Y yo tengo que tener cuidado por si alguna chica quiere arrancarme los pelos? O alguna fan.. me di cuenta que tenéis muchas fans.

- Puedes estar tranquila ninguna chica va a querer arrancarte los pelos, mi última relación fue hace un año y lo demás no ha sido nada serio, y siempre he dejado claro lo que quería con cada una de ellas – dijo cogiéndome la mano.

- No soy de las que tienen rollos, si eso es lo que estas buscando...- siento la necesidad de decirlo, no quiero volver a pasarlo mal por tener miedo a estar sola.

- No quiero que seas un rollo, al que ves sólo cuando quieres sexo, contigo quiero todo, citas, salir con amigos y sexo. Una pareja normal, no quiero asustarte porque nos acabamos de conocer, pero me impactaste mucho y no te voy a dejar ir fácilmente.

- Me gusta eso – dije mirándole

Llegamos a la playa, estaba llena de padres con sus hijos, nos pusimos cerca del agua, estuvimos hablando de todo, era fácil conversar con él, se interesaba por mí, por lo que hacía antes de venir aquí, lo que espero del futuro, e incluso me preguntó por mi familia.

- ¿Los echas de menos? – pregunto mirándome.

- Si, estoy acostumbrada a estar con ellos, a sido una semana dura por eso – le conteste mirándolo.

- Bueno, espero ayudarte a que no los eches tanto de menos – dijo mientras me acariciaba la mejilla y la nariz- ¿te apetece darte un chapuzón?

- Claro, vamos.

Nos acercamos a la orilla y en ese momento me cogió de la mano, entrelazando nuestros dedos, sonreí al notarlo, mientras nos adentrábamos en el mar.

- Tienes una sonrisa muy bonita – dijo cogiéndome la cara con ambas manos

- Y tu tienes unos ojos que hipnotizan – dije mirándole a los ojos

- ¿Ah si? – dijo acariciándome el labio inferior con el pulgar – Pues tú tienes unos labios que estoy deseando probar – dijo acercando sus labios a los míos.

- Pruébalos – susurré cerrando los ojos.

Y en ese momento sentí sus labios sobre los míos, comenzó siendo un beso suave, pequeños toques, pasó de ser un beso suave a un beso apasionado, jugando con nuestras lenguas, una de sus manos en mi culo y la otra en mi espalda, pegándome lo más posible a él, mis manos en su cuello. Seguimos besándonos hasta que necesitamos tomar aire, pero no se alejó demasiado, siguió dándome pequeños besos.

- Los mejores besos de mi vida, nena – dijo abrazándome.

Pasamos un buen rato en el agua, salpicándonos agua, haciéndonos bromas el uno al otro y besos, muchos besos. Una vez tumbados cada uno en su toalla, esperamos a secarnos para poder ir a comer a un chiringuito.


-----------------------------------------------

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-----------------------------------------------

- ¿Te gusta la paella? Podemos pedir una para los dos.

- Si, pidámosla – le conteste dándole un trago a mi cerveza.

- No voy a tener problema para llevarte a comer y a cenar cuando nos apetezca por lo que parece.

- No, ningún problema, me gusta todo o casi todo.

- ¿Y yo te gusto para comerme? – dijo acercándose a mí.

- Tú me encantas para comerte – dije acercándome a él.

Y en ese instante, Eric me besó, con ganas, como si no hubiese nadie alrededor nuestra, sus besos me dejaban con ganas de más, besaba realmente bien, me volvían loca sus besos. Dejó de besarme para ir dejando pequeños besos por mi mandíbula, hasta llegar a mi cuello, mordiéndolo suavemente.

- Chloe – escuché como alguien decía mi nombre. Girándome hacía la voz, me quedé sorprendida.

Hola, que sorpresa – dije mirando a Elena, pero noestaba sola Alfonso se encontraba allí con Álvaro en sus brazos y a su ladoRubén, que me miraba con mala cara. 



Sueños alcanzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora