Eric y yo pasamos toda la tarde juntos, estuvimos por el centro de Barcelona, paseando y enseñándome zonas que aún no había visto. Le mandé un mensaje a Rubén diciéndole que no podría ir al gimnasio, su contestación no tardó en llegar.
Rubén
Está bien mi niña, no hay problema. No disfrutes demasiado de su compañía y échame un poquito de menos.
Sonreí y guardé el móvil en el bolso, no quería que esto me distrajera de la compañía de Eric, fue una tarde de las mejores que hemos pasado, siempre me siento bien en su compañía y me es difícil no quedarme embobada cuando me habla o me cuenta algo que haya hecho o algo que le haga realmente ilusión.
- Nena, con el próximo concierto que hagamos voy a tener bastante dinero ahorrado, y podemos irnos algún fin de semana a algún hotelito los dos.
- Ese dinero es tuyo, no quiero que te lo gastes en mí, y no puedo gastarme nada porque me pagan bien pero algo se me van en el alquiler y en algunos gastos.
- Quiero gastármelos en ti y en mí.
- No me convences.
- Tengo maneras para hacerlo.
- No lo dudo, pero gástalo en ti. Me sentiré mal si no lo haces.
- No le demos más vueltas, ya veremos lo que hago con mi dinero y en que me lo gasto. Y ahora señorita déjeme que la invite a cenar – dijo antes de besarme.
Si estuviera aquí Eva seguro que me diría que me estaban llenado de besos hoy...
Fuimos a cenar en un pequeño restaurante italiano, muy romántico, la comida estaba fabulosa, Eric estaba acostumbrado a comer en buenos sitios y que no eran muy caros, teníamos una regla y era que cada vez que íbamos a cenar o a comer siempre le tocaba a uno de los dos invitar al otro, no éramos una de esas parejas en las que el chico siempre invitaba, me sentía mal cuando al principio siempre me invitaba él, asique lo decidimos así.
Antes de llegar a mi casa Rafa lo llamó, se le escuchaba alterado pero por la cara que estaba poniendo Eric parecían buenas noticias. Cuando colgó lo único que hizo fue cogerme en brazos y girarme alrededor.
- Eric bájame, la gente nos mira – le supliqué riendo.
- La mejor noticia de mi vida.
- ¿Qué está pasando?
- Nena un agente quiere vernos dentro de dos días, quiere firmar un contrato con nosotros y que toquemos en varios festivales de toda España.
- ¿Me lo estás diciendo enserio? – le pregunté emocionada.
- Muy enserio, nena mis sueños se están cumpliendo.
- Me alegro un montón cariño – le abracé muy fuerte, estaba muy contenta por él, todo su esfuerzo tenía su recompensa.
- No me lo creo nena.
- Créetelo, porque te lo mereces, eres el mejor y vais a llegar muy lejos. Venga vamos a casa a celebrarlo.
No paró en todo el camino de mandar mensajes a sus compañeros de la banda, todos estaban muy ilusionados, y se les notaba con los audios que se estaban mandando, yo no paraba de reír al escucharlos, normalmente son divertidísimos, imaginad como estarían en ese momento.
Cuando llegamos a casa lo primero que hice fue mirar si Eva estaba en su cama, pero no, había una notada pegada a la puerta de mi cuarto
''Estoy en casa de Rafa celebrando las buenas noticas, sed buenos ''
- Habrá que celebrarlo en condiciones, ¿no? – preguntó metiéndome en el cuarto.
- Tenemos que celebrarlo – le dije quitándole la camiseta.
Me abrazó con fuerza, diciéndome una y otra vez lo importante que era para él, que yo le daba suerte, me agarro de la barbilla me besó dulcemente en los labios. Cuando Eric separó los labios y su lengua acarició la mía lo besé de forma apasionada, seguía besándome mientras me tumbaba sobre la cama, paró un momento y me miró a los ojos para después besarme en los labios, la barbilla y la frente mientras me acariciaba la mejilla yo pasé la mano a través de su pelo, por su mejilla, por su barbilla y por sus labios. Presioné mis labios contra los suyos y lo besé con ganas, emitió un sonido muy varonil desde su garganta, no podía dejar de besarle, era lo único que deseaba, necesitaba sentir sus labios sobre los míos, su lengua acariciar la mía, empezó a bajarme el pantalón, lenta y delicadamente sin dejar de besarme, me lo quitó y empezó a quitar mis bragas. Mi mente despertó de repente y temí que se diera cuenta, de que otro me había tocado, pero me quitó la ropa interior sin dudar, sus labios no se separaron de los míos. Introdujo los dedos dentro de mí y mi mente se desconectó por completo.
Me quité la camiseta y el sujetador, necesitaba sentir mi piel contra la suya, apartó los labios de los míos y los deslizó sobre mi cuello, sobre mi pecho. Me chupó y mordisqueó mientras sus dedos se deslizaban sobre mi piel húmeda.
- Eric...
Él dejó de lamerme el pezón y me miró.
- Te necesito... — susurré.
Él se tumbó suavemente sobre mí, sustituyendo sus dedos por algo que me dio más placer. Me estremecí cuando empezó a moverse.
- Eres la mejor mi vida..
Al cabo de unos instantes, comenzó a moverse de forma más brusca, no podía guardar silencio y me dejé llevar, grité su nombre, no sé cuántas veces. Durante ese momento perfecto, no me importaba nada lo único que me importaba era que Eric estaba conmigo y que me deseaba como el primer día. Alcanzamos juntos el orgasmo, después me abrazó durante un largo rato, acariciándome el pelo y besándome la cabeza, hasta que por fin se quedó dormido.
Yo no pude quedarme dormida tan fácilmente, me sentía mal, por estar mintiéndole a Eric, y porque tenía la sensación de estar aprovechándome de Rubén.
Salí de la cama y me senté en la silla del escritorio mirando fijamente la ventana, no sé cuánto tiempo paso, hasta que comenzó a entrarme sueño y decidí acostarme junto a Eric, antes de acostarme tenía un mesaje.
Rubén a las 23:22
Muñeca vente mañana más guapa de lo que ya vienes todoslos días, he convencido a mi madre para llevar al enano a comer. Besos.
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Hola ¿como lleváis la semanita?
¿Que pensáis de lo que está haciendo Chloe?
Me gustaría conocer vuestra opinión de como va la historia, porfis
*-*
Un beso muy grande
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Sueños alcanzados
RomanceChloe es una chica que nunca había salido de su ciudad, pero un trabajo en Barcelona la sacará de su ciudad. Barcelona hará sacar un lado que ella no conocía de si misma. Dos chicos y una chica, añadiendo la bella cuidad de Barcelona. ¿Será el dest...