Me levante con muchas energías esa mañana, la noche anterior hablé por Whatsapp con Eric, como me lo había pasado, tal y cuál, cuando me desperté esta mañana tenía dos mensajes de Rubén
Rubén, a las 01:02
Buenas noches hermosa, imagino que ya estarás dormida, ha sido un gran día y gracias por la oportunidad que me estás dando. Besos.
Rubén, a las 06:48
Buenos días mi muñeca, estoy deseando que llegues y verte y que pases la mañana entre mis brazos, apenas he dormido pensándolo. Ven ya!!
Sonreí al ver sus mensajes, no le contesté así tendría más ganas de verme. Me estaba vistiendo cuando me llegó otro, pero este de Eric.
Eric, a las 07:42
Buenos días mi amor, pasa una bonita mañana y que se pase rápido para que lleguen las 3 y pueda verte. Te echo de menos, te comeré a besos cuando te vea.
Y también me hizo sonreír, era un chico tan genial, pero tenía que acabar con esa tensión que había entre Rubén y yo. Le contesté con : '' Estoy deseando verte también y que me comas a besos, te quiero''
Sé que está mal esto pero no puedo evitarlo, si seré la chica más perra del planeta pero tenía que hacerlo, lo deseaba.
Antes de irme Eva me llamó desde su habitación
- ¿Qué pasa? – pregunté mirándola extrañada.
- Toma, por si te hacen falta – lo dijo dándome varios condones y me reí al verlos.
- ¿Gracias?
- De nada primita – dijo guiñándome un ojo.
Cuando llegué a la casa Alfonso y Elena estaban a punto de irse, Álvaro estaba tan cansado que aún seguía dormido, pensé que lo mejor sería dejarlo dormir pero antes iría a echarle un vistazo. Cuando entre a su habitación ahí estaba él dormido, parecía un angelito, no le desperté ya se levantaría cuando quisiera y seguro pegaría una voz llamándome como siempre hace, le he enseñado que debe subir y bajar las escaleras cuando un mayor esté con él, porque si se cae podría hacerse daño.
Cuando iba a bajar por las escaleras unas manos me agarraron de la cintura por detrás, haciendo que me asustara.
- Buenos días muñeca – me susurró al oído.
- Me has asustado..- dije dándome la vuelta.
- Perdón – dijo antes de besarme los labios.
Seguíamos besándonos cuando sin darme cuenta me dirigió hacía su habitación, y me dejó caer en la cama.
- Buenos días muñeco – le dije mirándolo desde abajo, me sonrío con esa sonrisa de chico malo que hacía que me derritiese.
- Que ganas tenía de besarte – dijo tumbándose sobre mí.
Él estaba sin camiseta, solo con unos bóxer negros, comencé a acariciarle los costados sin dejar de mirarle.
- Dios, me pones los vellos de punta cuando me tocas.
- ¿Y eso es bueno o malo? – le pregunte.
- Bueno, muy bueno – dijo antes de besarme el cuello.
Le dejé que me besara, mientras yo seguía acariciándolo y removiéndome debajo de él, comenzó a subirme la camiseta despacio sin parar de besarme y acariciarme, no puse mucha resistencia, me quite yo misma la camiseta y el no dejaba de sonreír, comenzó a besarme sobre mis pechos, mordió el borde del sujetador y no sé cómo lo hizo pero cuando quise darme cuenta tenía el pecho derecho fuera del sujetador y a él lamiéndome con ganas, mis gemidos comenzaron a escucharse cosa que a él lo animó, separándome las piernas, se colocó entre ellas, yo llevaba un pantalón corto del gimnasio, con una tela súper fina, y con un solo movimiento de su cadera lo noté, su dureza era impresionante, y deseaba tenerla dentro de mí.
- Ves cómo me pones mi niña – dijo mirándome a los ojos.
No fui capaz de hablar, solo asentí y me mordí el labio, cosa que el aprovecho para tirar de él y besarme jugando con nuestras lenguas, sin dejar de mover su cadera contra la mía.
Seguíamos besándonos y acariciándonos cada vez más, y no eran caricias inocentes, mis manos dentro de sus bóxer, una en su culo apretándolo contra mí y otra en su entrepierna, su mano derecha entre mis piernas sacándome su nombre entre gemidos y su izquierda apoyada en la cama acariciándome el pelo, no sé cómo lo estábamos haciendo pero estábamos enredados el uno en el otro, y no paramos hasta que los dos alcanzamos el climax, respirando fuertemente el uno en la boca del otro.
Rubén se dejó caer sobre mí, no nos movíamos, dejando las manos de cada uno en la parte del cuerpo que nos acababa de hacer disfrutar al otro. Pero el momento de relajación se acabó minutos después.
- ¡Chloee! Ya estoy despierto, ven por mí – oímos gritar a Álvaro.
- Justo a tiempo – dijo Rubén riéndose y levantándose y mirándose los bóxer manchados – como que necesito cambiarme de bóxer, ¿no crees muñeca?
Y yo solo me reí, me metí rápidamente en el baño y me limpié lo más rápido que pude.
Antes de salir por la puerta, Rubén me agarró y me besó.
- No desayunéis sin mí.
- Te esperaremos, pero no tardes.
- Es tu culpa si tardo.
--------------------------------------------------------------------------------------------------
Chloe está empezando a dejarse llevar
Tened un buen domingo
*-*
ESTÁS LEYENDO
Sueños alcanzados
RomanceChloe es una chica que nunca había salido de su ciudad, pero un trabajo en Barcelona la sacará de su ciudad. Barcelona hará sacar un lado que ella no conocía de si misma. Dos chicos y una chica, añadiendo la bella cuidad de Barcelona. ¿Será el dest...