Chloe es una chica que nunca había salido de su ciudad, pero un trabajo en Barcelona la sacará de su ciudad. Barcelona hará sacar un lado que ella no conocía de si misma.
Dos chicos y una chica, añadiendo la bella cuidad de Barcelona. ¿Será el dest...
Allí estaban mirándome los 3, Elena y Alfonso me sonreían y Rubén.. él me miraba mal, como si mi presencia le molestase.
- ¡Chloe! – gritó Álvaro bajándose de los brazos de su padre, viniendo a los míos.
- Hola pequeñín – dije abrazándolo y besándole la cara.
- Te ha echado de menos estos dos días, no paraba de preguntar por ti – dijo Elena mirándonos a ambos.
- Yo a ti también – dije sentándole en mis piernas
- Si ya se nota.. – dijo Rubén mirándome a mí y a Eric.
Elena miró mal a su hijo para después dirigirse a mí.
- Me alegra ver que estas disfrutando de tu tiempo libre y con buena compañía – dijo guiñándome un ojo.
- Venga cariño, no molestemos a los jovencitos y dejémosles tranquilos – dijo cogiéndola de la mano – venga Álvaro vamos a sentarnos y a comer.
- Yo quiero quedarme con Chloe y su amigo.. – dijo poniéndome carita.
- No, cariño, no puedes quedarte con ellos, mañana Chloe vendrá a casa – dijo cogiéndole de la mano.
- Jo.. mami.
- Mañana pasaremos toda la mañana jugando, ¿vale?
- ¿Me lo prometes? – pregunto mirándome
- Te lo prometo peque
- ¡Bien!
- Vamos Álvaro, despídete – dijo Alfonso cogiéndolo en brazos.
- Adiós, Chloe, adiós amigo de Chloe – dijo diciéndonos adiós con la mano
- Adiós amiguito – dijo Eric.
Una vez solos Eric me agarro de la mano para que lo mirase.
- Así que ellos son tus jefes..
- Si, son buena gente, me siento cómoda con ellos.
- ¿Quién es ese chico que los acompañaba? – preguntó mirando hacia la mesa donde estaban sentados.
- Es Rubén, el hijo mayor.
- ¿No os lleváis bien? Porque nos miraba raro.
- Es difícil de tratar, pensaba que ya nos llevábamos bien pero por lo que parece no.
- Bueno, si te molesta lo más mínimo o te sientes incomoda con él, dímelo.
- Vale, pero no tienes de que preocuparte – dije acercándome a él.
- Por si acaso – dijo besándome en los labios.
Comimos tranquilos, a veces notaba a Rubén mirándome, y siempre que miraba hacia su mesa, me mantenía la mirada, pero era una mirada fría.
Pasamos toda la tarde paseando por la playa, cogidos de la mano, me sentía bien, Eric me daba tranquilidad, para ser un rockero era una persona muy tranquila.
Nos sentamos en un banco mientras comíamos un helado.
- Cuéntame como surgió la idea de la banda.
- No sé en que momento fue exactamente, pero recuerdo estar los 4 sentados en el sofá del garaje de Rafa y Max soltó de repente que teníamos que montar un grupo, que eso llamaría la atención de las chicas y una cosa llevo a la otra y hasta aquí, creamos nuestras propias canciones y hacemos versiones de otros grupos, y poco a poco nos fuimos haciendo conocidos en Barcelona, a veces tocamos en otros bares y en algún que otro festival, pero nada importante.
- ¿No os gustaría haceros famosos en toda España?
- Claro que si, pero lo vemos imposible, no somos tan buenos como para darnos una oportunidad así.
- ¿Sabes que los sueños se cumplen no?
- Si, uno de ellos se ha cumplido – dijo sentándome en sus piernas.
- ¿Cuál? – pregunté acariciándole la nuca.
- Conocer a la chica de mis sueños.
- ¿Y dónde está esa chica?
- La tengo delante ahora mismo – dijo antes de besarme.
Seguimos lo que quedó de tarde así, entre besos y abrazos, hasta que llegó la hora de irnos. Una vez delante del portal de mi piso.
- Tenías razón, a sido la mejor cita que he tenido.
- Te lo dije.. ¿a qué hora sales mañana de trabajar?
- Sobre las 3 más o menos, ¿por?
- Por si quieres que te recoja, mándame un mensaje con la dirección, y así no tienes que coger el bus, y pasamos un rato juntos antes de que yo tenga que volver al trabajo.
- Me parece bien, espera mi mensaje.
- Lo esperare con ganas – dijo dándome un beso.
10 minutos después estoy en mi salón sonriendo como una tonta, a sido la mejor cita que he tenido en mi vida, pensaba que sería un chico duro pero es todo lo contrario, atento y cariñoso. Estoy deseando verlo de nuevo. Y que me bese como lo ha hecho hoy.
El sonido de mi móvil me despierta de mis pensamientos. Un WhatsApp, no puedo creer que sea...
Rubén
¿No decías que no necesitabas a un chico para pasarlo bien?
