Sueños alcanzados

Uno necesita que su chica le dé amor

Me pegó a su cuerpo y sentí un beso en la nuca, supe quien era desde el momento que puso sus manos sobre mis ojos, y tuve miedo por lo que podía ocurrir.

- Sorpresa mi amor – lo dijo mientras quitaba sus manos y mi mirada calló en Rubén, al que le cambió la cara al escuchar a Eric, no pude mirarlo más y me di la vuelta, encontrándome a Eric sonriéndome.

- Hola, ¿qué haces aquí?

- Vine a la gestoría a traer unos papeles del taller – me contestó antes de darme un beso en los labios – te he echado de menos.

No le contesté, solo le abracé rogando que no se liara, me separe un poco de él y ahí estaban Rubén y Eloy mirándome, Rubén con mala cara, como si quisiera matar a alguien y Eloy nos miraba a Rubén y a mí.

- Mira te presento, él es Eloy y bueno a Rubén ya lo conoces – se saludaron y dirigiéndose a Rubén.

- Tio siento mi comportamiento cuando Chloe nos presentó, no llevaba un buen día, gracias por cuidar tan bien de ella, está encantada de trabajar para vosotros.

- No hay problema, Chloe es una más de la familia.

- Bueno espero que no os importe pero si me permitís os la voy a robar para lo que queda de tarde, uno necesita que su chica le dé amor.

- Eric..

- No pasa nada, vete con tu chico a pasarlo bien. Mañana nos vemos Chloe, yo me despido por ti de Álvaro – dicho esto se fue, se dirigió a donde estaba Álvaro.

- Bueno pues encantado tío, ya nos veremos por ahí y hasta la próxima Chloe – me dio dos besos y se fue.

- Parecen majos.

- Lo son, hemos pasado un buen día.

- Pues ahora te tengo para mí, vamos a mi casa a que me dé una ducha rápida y vamos a cenar y después vamos al cine a ver esa peli que querías ver.

- Claro – le sonreí.

Me sentí mal, la mirada de Rubén, su comportamiento, en esos momentos quería estar con él, aunque hubiéramos tenido esa mini peleilla por llamarlo de alguna forma, estaba a gusto con él, sentir su mano coger la mía hacía que mi corazón latiese más rápido, con ese pequeño gesto sentía mariposas en el estómago.

Mientras Eric se duchaba intenté llamarlo, pero no lo cogía, le mandé un mensaje que decía '' Mi niño lo siento mucho, no quería irme pero no sabía como decirle que no, te lo compensaré te lo prometo, te echo muchísimo de menos''

No recibí ningún mensaje por su parte en toda la noche.

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*Rubén*

Cuando escuché a ese gilipollas decir lo de que necesitaba que su chica le diera amor, lo que necesité yo fue pegarle tal paliza que ni su madre lo reconociera. ¿Por qué coño se tenía que haber ido con él? ¿Por qué joder? ¿Y por qué me molesta tanto? Es solo sexo y encima me manda un WhatsApp disculpándose, paso de contestarle que vea que me ha sentado mal.

- Deja de darle vueltas al asunto, tio.

- Me ha dejado tirado.

- Tú le dijiste que se fuera con el chaval, ¿qué iba a hacer ella?¿Suplicarte?

Me bebo el resto del cubata que me queda y me pido otro.

- Deja de beber, mañana vas a tener una resaca espantosa.

- Me da igual.

- Tio es que no te entiendo, sabes que tiene novio y le haces esa propuesta y ahora que acepta vas y te pones así porque ella se ha ido con él. Es una buena chica y se nota que esta pillada contigo y si no deja al novio será porque también lo está de él.

Ni le contesté, agaché la cabeza apoyándola en mis brazos.

- Solo te digo una cosa más y no te daré más la chapa, si tanto te gusta, lucha por ella, dale lo que realmente quiere, y date una oportunidad de ser feliz, no tiene porque ocurrir lo mismo que con Claudia, son distintas. Y ahora me callo y te acompaño con la borrachera.

Claudia..claro que son distintas, Chloe es un ángel comparándola con esa zorra mentirosa. ¿Darle lo que realmente quiere? Tener una relación.. joder esta chica está moviendo mi mundo entero. Me levanto y lo primero que hago es mirar mi móvil por si tengo algún mensaje de ella, me levanto pronto para pasar más tiempo con ella, me quedo embobado cada vez que la veo sonreír, y cuando se ríe.. mi corazón late a mayor velocidad. ¿Qué está haciendo conmigo?

No paré de beber en toda la noche, Eloy me llevó a su casa porque si me llevaba en ese estado a mi casa y despertaba a mis padres, se iba a armar una pelea de las buenas y lo último que quería era discutir con ellos, aguantar las miradas de decepción que me lanzarían.