Me di la vuelta al escuchar su voz. Y ahí estaba él, sonriéndome con malicia, vestido como si fuera un modelo. Se acercó a mí todo lo que pudo, y dejé.
- ¿Qué pasa no te gusta que te agarre así? Porque la otra noche te encantó, te corriste 2 veces.
- Rubén, por favor..-dije mirando hacia los lados.
- ¿Tienes miedo de que tu novio se entere que hice que te corrieras 2 veces y una de ellas solo con rozar mi lengua? – preguntó agarrándome de la cintura.
- Aquí no – dije negando.
- ¿Entonces dónde? – preguntó mirándome a los ojos.
Y no sé porque me di media vuelta y me dirigí hacia los baños, con él detrás, pero antes de llegar me cogió de la mano y abrió una puerta y nos metió a los dos ahí.
- ¿Aquí mejor?
- Dijiste que lo ibas a dejar estar.
- Esas no fueron mis palabras exactamente.
- ¿Qué quieres?
- Me has abierto los ojos muñequita, llevo una semana de mierda, emborrachándome y demás y no es eso lo que me gustaría estar haciendo.
- ¿Emborrachándote y demás? – pregunté.
- Mírala como se preocupa por mí, y me gusta, me gusta mucho. Quiero repetir, y no solo una vez.
- Sabes que no puedo – dije negando.
- ¿Por qué no puedes?
- ¿De verdad me lo estas preguntando?
- Claro que si, él no se enteraría, eso tenlo por seguro, no soy un chivato.
- No es que se entere o no, es que yo no me sentiría bien. No sé porque me estas planteando esto..
- Porque fue increíble, fue jodidamente perfecto.
- Venga ya...búscate a otra que tienes una fila de chicas detrás de ti. Y olvida lo que pasó.
- ¿Cómo tú has hecho?
- Pues si, como yo he hecho.
- Fíjate que no te creo, seguro que cada noche cuando estás en tu cama piensas en mí, en cómo te toqué y como te follé.
- No te creas tan importante – dije las mismas palabras que él me dijo, y él lo único que hizo fue sonreírme.
Me di la vuelta y antes de llegar a abrir la puerta, tenía sus dos manos apoyadas en la puerta, acorralándome.
- Por favor... -supliqué.
- Por favor ¿qué? – dijo dándome la vuelta.
- Déjalo estar – le pedí mirándole a los ojos.
- Lo voy a dejar estar por hoy, no quiero meterte en problemas y no estoy de humor para partirle la cara a nadie.
Pensé que me dejaría irme, pero sus manos me cogieron la cara, bajando por mi cuello, rozando sus labios con los míos, para segundos después besarme, y no fue suave, me besó con ganas, jugando con mi lengua, y no pude retirarme, mi cabeza me decía que lo parara, que me fuera de ahí pero mi cuerpo no respondía, y en vez de apartarlo lo pegué a mí y eso le gustó, porque sentí como sonreía. Hice fuerzas y lo aparté, y quise abofetearle, por la cara de chulo que tenía. Abrí la puerta y me fui rápido de allí, sin mirar atrás. Tuve que meterme en el baño para tranquilizarme y ver que estuviera presentable.
Cuando salí y me dirigí hacia donde estaban los demás, Eric se acercó a mí.
- ¿Dónde estabas nena? –preguntó cogiéndome de la cintura y yo hice lo primero que me vino a la cabeza, besarlo, besarlo con ganas, para demostrarme a mí que lo quería, que era el único para mí, y también para demostrárselo a Rubén, cuando nos separamos, lo sentí, sentí su mirada, y mientras Eric me besaba el cuello, eché un vistazo hacia donde pensé que estaba, y ahí lo tenía mirándome fijamente, me guiño un ojo y alzó su copa.
Seguimos disfrutando de la noche, yo me sentía un poco incómoda pero hacia como si no estuviera, lo vi tonteando con otras chicas, y algo dentro de mí, se removió.
- Deja de mirarlo, por lo menos tú, aunque él te esté desnudando con la mirada – me dijo Eva.
- ¿Qué?
- ¿Hay algo que deba saber?
- No, ¿qué estas insinuando?
- ¿Tengo que insinuar algo?
- Me estas liando Eva, estoy contentilla y no me entero de nada – dije haciéndome la tonta.
- Será eso, entonces. Pero no lo mires más, Eric esta medio borracho y no se está dando cuenta, pero yo si.
- Vale..tu misma dijiste que estaba bueno, ¿es un problema que lo mire?
- Es un problema que lo mires como lo estás haciendo.
- ¿Y cómo es?
- Como si quisieras follártelo. Así que para.
Y lo hice, dejé de mirarlo y me centré en Eric, en sus manos, en sus besos, y la cosa se fue caldeando, Eric me metía mano y le daba igual los demás, tuve que pararlo un par de veces.
- Vámonos a casa – me pidió entre susurros.
- ¿A la tuya o a la mía?
- A la tuya, que Eva se vaya con Rafa.
Mientras yo me despedía de todos, él hablaba con Rafa y él encantado de tener la casa sola para ellos dos. Entonces lo noté detrás de mí.
- Pásatelo bien follándotelo, mientras imaginas que soy yo.
No le dirigí la palabra, me fui sin mirarlo en busca de Eric, para salir de allí y olvidarme de todo y de todos. Pillamos un taxi, y entre besos y caricias llegamos a mi casa, Eric no me soltaba, me costó abrir la puerta con él detrás rozándose todo el tiempo, y yo le seguía el juego.
- Abre ya o te lo hago aquí mismo.
- Que impaciente.
- Llevo más de una semana sin tocarte, te echo de menos.
Abrí la puerta y me cogió en brazos llevándome a mi cuarto. Me tumbó en la cama y comenzó a desnudarse rápidamente, yo le imité y cuando ambos estábamos desnudos me acerque a él, besándole el estómago mientras comenzaba a acariciarle despacio, gemía bajito y eso me excitó aún más. No tardó mucho en tumbarme en la cama, compartimos muchos besos y caricias, hasta que no pudimos aguantar más, me aseguré de que se pusiera un condón y lo hicimos, me hizo el amor, despacio, sin prisas, las prisas que teníamos antes se fueron, lo alargamos todo lo que pudimos, parando varias veces, cambiando de postura, debajo de él, ambos de lado mirándonos a los ojos, yo encima de él, y así es como llegamos los dos al climax, cerré los ojos gimiendo su nombre. Caí sobre él, ambos respirábamos trabajosamente, sin dejar de acariciarme la espalda me quedé dormida sobre él.
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Sueños alcanzados
RomanceChloe es una chica que nunca había salido de su ciudad, pero un trabajo en Barcelona la sacará de su ciudad. Barcelona hará sacar un lado que ella no conocía de si misma. Dos chicos y una chica, añadiendo la bella cuidad de Barcelona. ¿Será el dest...