Capítulo 11

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Ya no tenía la menor idea de adónde iba, ya era tarde y el cielo comenzaba a oscurecerse, había dejado de buscar a mis amigos incluso ya me había olvidado por completo de ellos, y sólo estaba caminando sin rumbo, incluso me parecía que estaba perdida, literalmente creo que estaba perdida no había pasado por este lugar jamás, aún siendo un pueblo no tan grande era fácil perderse si no lo conocían tan bien, en este momento no sabía si gritar y salir corriendo como la niña infantil que soy o armarse de valor y tratar de encontrar la casa por mi misma. Continúe caminando, mirando por todos lados, buscando a alguien conocido, era inútil por que no conocía a nadie que ya hubiera visto antes, seguí con mi recorrido por tratar de regresar hasta que choque con alguien de frente, caí sentada, me di un fuerte golpe en el trasero y me raspe la mano con una piedra, además de que llene el vestido de tierra.

Caí dando un pequeño y disimulado grito al aire.

Observe a la persona que estaba sentada frente a mi, la persona que también había caído y que ahora no se si me miraba enojada o amistosamente, aunque lo dudaba en esta situación.

-Hee..... lo siento, perdón no me fijé. -dije apresuradamente mientras me levantaba.

Le di la mano para ayudarla a levantarse, era obvio que era mujer ya que traía un vestido un poco extraño y con una capucha que le tapaba la cara, no alcanzaba a distinguir quién era por la oscuridad y la poca luz que había en el pueblo no me ayudaba mucho.

-Descuida. -dijo alejándose rápidamente con la cabeza agachada.

-¿Esta segura? -le grite mientras se alejaba.

-Si no se preocupe. -dijo y casi no la oí.

-Ha, esta bien -dije para mi misma y volteando hacia atrás.

Me sacudi el vestido con mis manos para quitarle el polvo que traía encima, al instante sentí un pequeño ardor en mi mano derecha, la levante para verla y vi que estaba sangrando, mire hacia la piedra y supe que no había sido un simple raspon sino que  me había cortado con ella.

-iiGracias piedra!!. -dije gritándole a la piedra.

Mire por todos lados para asegurarme de que nadie me hubiera escuchado (ya que no creía que fuera normal gritarle a las piedras). Mi vista pasó por el vestido que traía y note sangre sobre el.

-Lo que me faltaba, ensuciar un vestido que no es mío. -Di un resoplido al aire.

Me quedé parada ahí por un rato quejandome de mis desgracias. Trataba de quitarle la sangre al vestido pero era inútil, estaba haciendo todo lo contrario, ya que mi mano no dejaba de sangrar.

-iiDios ¿por que yo? -dije alzando las manos y mirando al cielo oscuro lleno de estrellas.

Al bajar los brazos le pegue a una persona sin darme cuenta, voltie rápidamente y vi a aquella persona, ella cayó al suelo y rápidamente acudí a ayudarla a levantarse.

-Hoo, lo siento tanto, perdón no me fijé. -dije mientras la ayudaba a pararse.

-Descuida, creo que estoy bien. -dijo sobandose la cabeza.

No alcanzaba a ver de quien se trataba, era obvio que era una mujer, pero no sabía como era, ya que la oscuridad y la poca luz que había no se podía alcanzar a ver nada.

-¿Segura, no te lastime? -dije un poco espantada.

-No, no. Estoy bien, no te preocupes, no es grave. -dijo sacudiendo la cabeza.

-Perdón no me di cuenta. -dije arrepentida.

-No te preocupes no pasa nada. -me miro por un momento, o eso creía no lo sabía con exactitud.

CORALINE: LA PRINCESA PERDIDA #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora