Capítulo 37

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Vi como se iba, algo le había pasado y tal ves no encontraba la forma para decírmelo. La seguí después de que cerró su puerta con un gran golpe.

Me detuve justo frente a su puerta con el puño levantado dudando un poco de si debía tocar, la expresión de su rostro no significaba nada bueno.

-Coral. -dije tocando la puerta suavemente.

Ella no respondió a pesar de que le toque y le hable insistentemente. No lo dude por un segundo más y entre sin que me importará lo que seguro diría.

La vi parada frente al balcon, totalmente inmóvil, el viento despeinaba su cabello y movía su vestido.

Me acerqué lentamente a ella pero me detuvo cuando levantó su mano.

-Coral... -dije sin poder terminar.

-No quiero hablar. -dijo despacio y con un tono de decepción.

-Cora... -dije pero volvió a interrumpir.

-Dije que no quiero hablar, guarda silencio. -dijo con el mismo tono de voz.

No comprendía que era lo que estaba pasando, algo había pasado y quería saber que era.

Me quedé parado a unos metros detrás de ella, no sabía que hacer ni que decir en ese momento.

Ella comenzó a voltear lentamente hasta que estuvimos frente a frente.

En su rostro se veía que contenía una furia y lágrimas.

-¿Por que no me lo dijiste? -dijo fríamente mirándome.

-¿De que hablas? -dije un poco confuso.

-¿Cuando pensabas decírmelo? -dijo conteniendo la ira.

-¿Puedes explicarme? -dije serio.

Ella desvió la mirada por un momento y luego volvió a mirarme.

-Tu eres el que debe explicarme. -dijo acercándose.

-¿De que estas hablando? -dije aún confundido.

-¿Por que no me dijiste que tu madre se casó con mi padre? -dijo conteniendo las lágrimas.

Respire profundo, que lo supiera realmente me sorprendía mucho.

-¿Quien te lo dijo? -dije con un tono serio pero preocupado.

-Te escuche hablando con esa cosa que dice ser mi tío. -dijo gritando.

-Si pensaba decírtelo. -dije tratando de calmarla.

-¿Ah si y en que momento? ¿después ser coronada reyna para que así yo cargará con toda la responsabilidad y tu estuvieras libre de toda preocupación? -dijo enojada.

Traté de acercarme a ella, pero se hizo a un lado para ezquivarme.

-No es así.

-¿Entonces? -dijo casi indignada.

-Le hice una promesa a nues.... -Di un suspiro rápido.- a tu padre.

-¿Y por eso tenías que ocultarlo? -dijo enojada.

-No, no fue por eso.....

-¿Y por que tengo que ser yo la reyna?¿por que no lo eres tu? tu también perteneces a la realeza. -Dijo dándose la vuelta de pronto.

-No me pertenece, yo no tengo sangre real en mis venas y.....

-Claro que si, tanto a ti como a mi te pertenece, desde el momento en que tu madre se casó con mi padre tu quedaste como heredero del trono. -Dijo aún más enojada.

CORALINE: LA PRINCESA PERDIDA #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora