Capítulo 32

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¿Como sabía todo eso? nadie sabía eso, nisiquiera yo me enteré así de rápido.

-¿Quien te dijo todo eso? -pregunté más claro.

-Déjame terminar con mis preguntas y explicaciones y luego tu me preguntas lo que quieras. -dijo poniéndose de pie.

-Es.... Esta bien. -dije nerviosa. Esto no podía traer nada bueno.

-Bueno, pero primero cambiate y ponte algo seco. -dijo apuntando la puerta del baño.

Asentí y luego me metí al baño para cambiarme, aún seguía nerviosa y tenía un poco de miedo. Ella quería que le afirmara todo lo que me dijera, pero ahora estaba dudando de confiar en ella y afirmar todo. Aún no la conocía bien, no estaba segura de por que quería saber si lo que ya sabía era cierto o no, además de que cabría la posibilidad de que mi tío la mandará o algo así, rayos eso sería algo estúpido, mi tío no habría podido mandarla por que no sabía que yo era su sobrina.

-Bien, ahora si puedes continuar. -le dije mientras regresaba a donde estaba.

-Ok. Escucha, lo que pude averiguar de ti fue que, Nathan te busco para devolverte tu Reyno, tu vivias en la ciudad de Durban en Inglaterra, se que eres la única descendiente de la familia que puede controlar los cuatro elementos, Tus mejores amigos son Danna y Matt, al igual que Chris..... -decía sin mirarme- también se que no recuerdas casi nada de este lugar, ni siquiera a tus padres o.... a mi. -dijo mirándome finalmente.

-¿A ti? -pregunté confundida.

-Así es. Yo..... soy tu amiga. -dijo mirándome nerviosa.

-¿Mi amiga? -dije aún sorprendida.

-Cuando héramos niñas, jugábamos juntas. Mi madre y la tuya eran amigas y cuando una visitaba a la otra tu y yo jugábamos. Todo el tiempo hacíamos travesuras. -agachó la cabeza como si estuviera recordando.- Hasta que desapareciste, mi madre no volvió a ver a tu madre, por que la tuya le dijo que era peligroso que yo estuviera en el Castillo. Tal ves te cueste creerlo pero es cierto.

-Yo, no recuerdo nada. -dije apenada.

Ella rodeo su cuello con sus dedos y sacó un collar con un dije en forma de diamante.

-Ves esto... -dijo acercándose y mostrándome el dije- tenías uno igual, tu lo encontraste en una cajita que tenía tu mamá al igual que yo encontré la mía. Nuestras madres nos dejaron conservarlas, ambas pueden abrirse, aunque nunca supimos por que hacían eso.

Al ver el dije, recordé en donde tenía el mío, lo había puesto en la caja del buro, cuando Chris estuvo aquí. Me acerqué al Buró, abrí la caja y lo tome.

-¿Es este? -dije mostrándole el dije en mi mano.

-Si, es ese. -dijo asintiendo feliz.

Me acerqué y volví a sentarme donde estaba, ella hizo lo mismo y se sento.

-¿Puedo hacerte una pregunta? -dije mientras la veía.

-Si por supuesto. Es tu turno. -dijo guardando el dije nuevamente.

-¿Como es que sabes todo eso? -pregunté.

-Investigue por mucho tiempo, desde hace casi cinco años. Pero dime, si es verdad ¿cierto? -pregunto amable.

-Si, todo es verdad.... aunque no lo quisiera. -dije mirando hacia afuera.

-Se que debe ser difícil para ti, por que no recuerdas nada. Pero te ayudare. -dijo acercándose a mi y poniendo su mano en mi hombro.

-No creo que sea buena idea, es muy peligroso. -Le dije mirándola.

-Coral, ese hombre.... mató a mi familia. -dijo controlando el llanto.

CORALINE: LA PRINCESA PERDIDA #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora