Capítulo 35

137 7 0
                                    

Los días seguían pasando, cada ves más faltaba poco para el dichoso baile. Estaba un poco o demasiado nerviosa, no por que me emocionara si no por que tenía miedo de lo que pudiera pasar ese día, no podía imaginarme lastimar o matar a personas sólo por un trono que ni siquiera sabía si quería.

Mientras todos preparaban lo necesario, yo sólo me la pasaba entrenando, a veces era un poco fastidioso por que no podía hacer otra cosa, como ayudarles a planear, a investigar o por lo menos en opinar ha cerca de algo, estos últimos días lo único bueno que hacia era pasear por el Reyno y eso sólo cuando no había nadie en la aquella casa.

Los días se habían pasado volando, apenas hace unas semanas estaba entrenando con el primer elemento y ahora estaba apunto de comenzar con el tercero, a tan sólo una semana del baile, estaba completamente segura que no podría entrenar con el cuarto elemento, viéndolo desde ese punto era obvio que ya no habría días de descanso, no mientras el tiempo se me terminaba. Empezaría a controlar el tercer elemento que seguro sería la tierra.

Faltaba exactamente una semana para el dichoso baile y hoy era el primer entrenamiento con Cate y Matt, ellos sabían controlar ese elemento que según ellos me dijeron era un poco difícil ya que necesitaría de mucha fuerza.

-¿Estas lista? -dijo Matt.

-Si, creo que si.

-No seas cruel con ella Cate. -dijo Lili.

-Trataré de no serlo. -dijo sonriéndole malvadamente.

-Necesitarás de mucha concentración. -dijo Matt.

-Está bien. -contesté.

-Entonces hay que empezar. -dijo feliz comenzando a caminar hacia no se donde.

-Sólo has lo que hiciste aquella ves. -dijo Cate en vos baja dándome la espalda.

-¿Que? -pregunto Matt volteando de rrepente.

-Nada. -contestó Cate fríamente.

El entrenamiento comenzó y fue un poco sencillo por que ya lo había echo una ves, lo malo era que aún me cansaba mucho, trataba de que ellos no lo notarán por que como siempre suspenderian el entrenamiento, además de que no quería verme débil, ellos eran realmente exagerados, me trataban como a una niña débil, como toda una princesa.

Cuando el entrenamiento terminó todos nos fuimos a bañar o por lo menos yo lo hice, después bajariamos a cenar y seguro ellos hablarían de cosas que no comprendo del todo aún.

~*~

El cielo estaba azul, pero no un azul cualquiera, sino un azul muy lindo, uno que jamás en mi vida había visto. La gente pasaba de un lado para otro, haciendo cosas de importancia, las doncellas como aquí les decían, también caminaban de un lado para otro, con enormes cajas, de zapatos y vestidos, lo sabía por que no dejaban de salir de la tienda de Casidi, en este Reyno era la única tienda de ropa que siempre estaba llena de chicas o mejor dicho de doncellas. Toda esa gente estaba preocupada por el baile, el que usarían, como se peinarian, quien las acompañaría, todas esas cosas pasajeras sin importancia, en mi caso sólo había una cosa que me importaba y preocupaba, y era el cómo enfrentaría a mi tío.

Las últimas dos horas Sólo estaba aquí sentada en este cafe, al que siempre llegaba desde que puedo salir de esa casa, era el único lugar al qué podía llegar y regresar sin perderme, desde que había podido salir, no había ido más allá de aquel café, no podía perderme de nuevo como lo había hecho la última ves, esa ves había tenido suerte de encontrar a Lili, pero no creo que sería lo mismo.

-Bonitos vestidos, ¿verdad? -escuche una vos detrás de mi.

Lo mire y le sonreí al ver que era leo.

CORALINE: LA PRINCESA PERDIDA #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora