Moira

Capítulo 10

LA OSADÍA DE INTERRUMPIR
(Narra: Lyuben)

Es curioso como las situaciones pueden dar un giro totalmente increíble... Pasar de una batalla, a un asesinato. Muchas veces no podemos darnos cuenta en el momento en que las cosas se salen de control y suceden sin que puedas hacer algo para cambiarlas... Supongo que a veces las cosas no pueden ser cambiadas y tienen que suceder. Es justo el momento en el que eres demasiado impotente como para controlarlo todo.

Por raros azares del destino, en mi camino me topé con un hada... Bueno... algo así. Al principio no tenía ni idea. Ella escondía sus alas...

A propósito o por accidente, comenzó a sofocarme con extrañas insistencias, lo que despertó mis sospechas. Todo empezó a tornarse un poco extraño y, por instinto, intenté evadirla con la mayor obviedad posible. Quería que dejara de insistir tanto en averiguar algo... No quería ponerme a recordar todos los sucesos que había dejado a mis espaldas. Di un paso hacia atrás, intentando mantener mi espacio, pero ella insistió tercamente en acercarse a mí. No entendía que no quería la ayuda de una extraña y que necesitaba mi propio espacio.

Para buena o mala suerte, la chica dio un mal paso y calló al suelo. Su caída me sorprendió, pero no como lo que pude descubrir gracias a ello... Bruscamente, un par de largas y delicadas alas se desplegaron de entre su ropa, extendiéndose y brillando en respuesta a la luz del sol. La caída había sido de ayuda para descubrir su verdadera naturaleza. Todo en mi mente se derrumbó, por instinto (y quizás miedo), me exalté, y sin dudarlo, desenvainé mi sable, apuntando hacia ella y sin dudar en atacar si llegase a ser necesario.

Dialogamos un poco, pero no ayudó a aclarar nada. Todo me parecía de lo más sospechoso: Su extraña insistencia por saber que pasaba conmigo, el hecho de que se haya esforzado tanto en ocultar su verdadera descendencia, el haberla encontrado tan "casualmente", y sobre todo: la manera tan brusca en que trato de tener contacto conmigo.

Un enfrentamiento con un hada era algo que no esperaba... Sobre todo, después de todas las cosas que pensé acerca de su raza, de lo que siempre creí que fueron mentiras, de todas las promesas que me hice a mí misma. De alguna manera me sentía traicionada e insegura. ¿Era lo que de verdad quería?

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando me di cuenta de que el hada venía hacia mí con los ojos llenos de ira... Supongo que ninguna de las dos tuvo tiempo de pensar nada con claridad.

La adrenalina de sentir un ataque, es una sensación que me llenaba de éxtasis, sentir el peligro de un ataque, de alguien que intenta asesinarme por cualquier motivo. Mis sentidos se exaltaron en el momento en que vi venir la daga hacia mi cuerpo, que fácilmente pude eludir.

Mi ego y emoción me hicieron alardear acerca de mi misma, tratando de provocar ira en su interior, pues la ira siempre lleva a la locura, la imprudencia y la desesperación. La pelea se convertiría en algo fácil para mí teniendo esos factores a mi favor.

Los ataques llovían, pero ninguno fue acertado. Jamás pensé ser más veloz que un hada. La desesperación parecía comenzar a apoderarse de su ser. Era momento de dar una pequeña respuesta a sus ataques. Un pequeño golpe sería suficiente.

Patee su pequeño y ligero cuerpo lejos de mí. Trataba de conseguir algo de espacio con tal de poder moverme más libremente. Hora de terminar con esto.

Aquí nos encontrábamos, cara a cara, frente a frente, dispuestas a combatir hasta el final, intentando salir victoriosas en este combate improvisado que ninguna de las dos había pensado llegar a librar. Al menos yo no lo esperaba.

Hora de la batalla, momento del choque de fuerzas, tiempo de terminar esto ya.

Corrimos una contra la otra. La batalla se había desatado... Pero fue interrumpida antes de comenzar de verdad...