Moira

Capítulo 1.

EL CAMINO DE UN TRAIDOR
(Narra: Bogdan)

Familia... Amigos... Amor... ¿En eso se rige la vida? No cuando tienes ideales, pero los ideales se crean a partir de eso... ¿Los ideales se pierden igual que un amor, un amigo o un pariente?¿igual de fácil?¿duele igual?...

Estaba divagando, el cansancio provocado por todo el esfuerzo al tratar de alejarme lo más lejos posible del reino, me impedía pensar con claridad.

Luchaba por mantenerme en pie, todavía quedaba un largo camino por recorrer, pero ¿a donde?. Caminaba sin rumbo, el sabio jamás me dio pistas del lugar al que debía ir. Aún recordaba claramente la última conversación que tuvimos...

Estaba llegando de un viaje al norte, cerca de los límites del reino. La frontera que divide las tierras mágicas del bosque. Un lugar donde los aldeanos no son mas que pobres ilusionistas y los que no dominan la magia se dedican a la manufactura o la metalúrgia.

Entré al gran salón real en busca de mi maestro para informarle acerca de mi situación y que mi travesía había dado resultados satisfactorios, pero antes de que tuviera una remota idea del lugar donde podría encontrarlo, una voz me recibió.

-Esperaba tu regreso, Dubravko -. Mi maestro extendió los brazos en señal de saludo.

-Maestro-. Me acerqué a él e hice una reverencia -Mi misión fue todo un éxito-.

-¿De verdad?, no esperaba menos de ti Bogdan. Siempre has sido de los mejores-.

-Pero maestro... No lo entiendo. ¿Que clase de misión tan peligrosa pudo haber sido el solo viajar en busca de alguien que forjara una espada?- Cuestioné sus halagos con indignación.

-No estás viendo las cosas con claridad joven Bogdan. Sí, tal vez no fue una misión peligrosa, pero puedo asegurarte que no fue fácil-.

-Es innegable que el viaje fue muy duro, maestro. Pero ¿que lección tiene para darme una caminata tan ardua?-. Continuaba cuestionándolo.

-Piénsalo. Siempre hay que ser perseverante y nunca rendirse ante un problema que conlleve a un gran esfuerzo o una paciencia infinita. No es fácil hacer un viaje de 4 días solo para mandar forjar una espada-.

-¿Y eso que significa? maestro-. seguí cuestionando aún insatisfecho.

Puso su mano derecha sobre mi hombro y me miró unos segundos... -Significa que ya has dado un paso más para convertirte en un gran mago. Todo mago debe ser paciente, perseverante y muy meticuloso si quiere tener éxito en sus objetivos. Aún si el resultado de todo ese esfuerzo es algo simple, siempre hay que hacerlo con paciencia para que se haga bien y sentirse satisfecho al cumplir tu misión, sin importar que fuera o no peligrosa. Nunca debes restarle importancia a tu trabajo, porque si no lo hicieras tú tal vez nadie más lo haría -.

Callé unos segundos mientras pensaba en lo que me había dicho, tratando de conseguir una respuesta para no quedar como un iluso.

-No es necesario que trates de mantener un debate conmigo, Bogdan. Es de sabios callar-.

Seguía sin concebir una respuesta apropiada. Había sido silenciado con la razón subliminal de mi misión.

-Escucha, después habrá tiempo para hablar sobre las misiones,por ahora, te tengo una más -.

-¿otra misión?- Pregunte curioso. -¿de que se trata?-.

-no es como tal una misión, es un recado que debo darte-.

Lo miré fijamente antes de, inevitablemente, soltar una pequeña carcajada -¿Ahora te has convertido en un mensajero?¿después te pondrás a hacer aseo?- sonreí insolente tratando de quitarle un poco de seriedad al asunto.