Moira

Caítulo 12

LA BELLA, EL MAGO Y LAS BESTIAS.
(Narra: Royce)

Cada vez me sorprende más y más lo que el destino puede entregar en el camino de la vida... Primero se me dio la oportunidad de surgir como una nueva persona con un cuerpo nuevo al ser resucitada sin un propósito real y con sólo la intención de llegar a las Tierras Baldías; Después, tuve un pequeño (e inconveniente) encuentro con un mago... Fui rescatada por un completo extraño que después resultó sólo ser un ladrón que buscaba robar nuestras pertenencias... Tuve una nueva discusión con el mago y estuvimos a punto de asesinarnos mutuamente... Y ahora me encontraba caminando a su lado, con rumbo hacia las montañas, buscando al ladrón.

Todos mis dones, todas mis habilidades, parecían inexistentes hasta hace un tiempo, y ahora comienzo a utilizarlas nuevamente con cierta naturalidad... Me retuerce el estómago de decirlo pero, probablemente se lo deba al mago. Él desgraciado me atacó y comenzó a perseguirme, y gracias a ello, pude utilizar un poco de mi habilidad mientras me encontraba llena de adrenalina y tenía la enorme necesidad de defenderme. Mientras hablábamos, me hacía salir de mis cabales, lo que hizo que pudiera resucitar a un par de avecillas que él mismo había asesinado... Por último, cuando lo tuve a mi merced, un oso me atacó, lo que me impulsó a invocar unos cuantos resucitados con cierta naturalidad... Creo que las emociones fuertes y la adrenalina, me impulsaban a forzarme a utilizar mi poder...

Sinceramente, era bastante grato el poder viajar en completo silencio, así no tendría por qué sentirme tan incómoda de viajar con un completo idiota. Pero no significaba que me agradara compartir un viaje con un mago. Con tanto silencio podía estar encerrada cómodamente en mis pensamientos.

No podía hacer otra cosa más que encerrarme en mi mente. No quería entablar ningún tipo de conversación con él.

Como si pudiera leer mi mente y sólo quisiera joderme, el mago comenzó a hablarme.

-Si no tenemos interrupciones, llegaremos a la montaña en aproximadamente día y medio. Será mejor que ambos comencemos a prepararnos. No sabemos qué es lo que podemos encontrar al llegar ahí.

No respondí. Seguramente si no lo hacía, dejaría de molestarme. Pero el insistió con sus palabras mientras me miraba de reojo.

-Sabes a lo que me refiero. Será mejor que intentes moldear mejor tus habilidades, no queremos ningún inconveniente.

-¿De qué hablas?... ¿Qué clase de... "inconveniente"?

-¿En verdad me harás decírtelo? Tienes que saber que la respuesta no te va a agradar- Parecía que quería tranquilizarme.

-Dímelo.

-Lo diré claro, y sólo lo haré una vez. No quiero que nos maten por tu culpa, ¿Está claro?

Estuve a punto de abofetearlo. ¿Estaba de broma? Maldito mago. Pero no lo hice. Yo misma me busqué esa respuesta al hacer que me la diera por la fuerza. Seguramente notó que me había exaltado un poco con su comentario.

-Te dije que la respuesta no iba a agradarte.

Giré la cabeza con indignación.

-Mis habilidades no deberían ser tu problema, mago. Esa debería ser una de tus menores preocupaciones ¿No crees?

-Ya te lo dije, va a incumbirme cuando...

-.SI, sí, sí. Va a incumbirte en el momento en que estemos al filo de la muerte, todo porque soy una completa inútil ¿No?- le interrumpí- Pues déjame decirte algo, mago: No debes preocuparte en lo absoluto por mí ¿Entiendes? Tú preocúpate por tener tu venganza, mientras yo recupero mis cosas. En el momento, me las arreglaré para ayudarte y no ser un completo estorbo.