Capítulo 36

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LUCHA

(Narra: Bogdan)

Después de toda una enorme serie de eventos extraños e inesperados, nos encontrábamos finalmente en un verdadero combate. Un mago, un hada, un elfo y una nigromante; todos de pie, seguros de sí mismos, cara a cara contra un dragón y su domador. Y aunque podría no haber sido la decisión más plagada de inteligencia que hubiésemos tomado hasta ese momento, nos lanzamos al ataque a mi orden.

-¡Vamos, ahora!

No teníamos mucha idea de si funcionaría el atacar de esa manera. Pero ante dicha escena, era de las únicas cosas que podíamos hacer en ese momento. De haber sido distinto, no habríamos tenido ni una sola oportunidad de enfrentar con fuerza y fiereza al dragón. Era momento de atacar de frente y luchar. Reaccionando a nuestro ataque, el dragón lanzó un poderoso golpe de cola hacia nosotros. Podría haber sido letal, de no ser por mí, que logré parar su golpe por mi magia. Con su golpe frenado, el dragón fue vulnerable por un breve instante; instante en el que el elfo aprovechó y saltó sobre su cola, corriendo por todo su lomo hasta alcanzar al Domador. Pareciera que fuésemos un equipo bien entrenado para el combate.

A paso ligero, y en una veloz carrera, el Elfo alcanzó rápidamente a su objetivo: El Domador. Que se encontraba atento a los movimientos de cada uno. Al ver que una amenaza se acercaba, Borislav saltó rápidamente del lomo de la fiera y aterrizó lo suficientemente lejos como para que ninguno de nosotros pudiera asestar un ataque cuerpo a cuerpo. Al mismo tiempo, el dragón comenzó a aletear bruscamente, logrando que el Elfo saliera expulsado de su espalda; haciéndole caer sobre un pequeño arbusto cercano. Ese par sería difícil de combatir, sin duda alguna.

A pesar de haber evitado nuestro primer intento por acercarnos, el Domador se encontraba ahora de pie en el suelo, y no sobre el dragón. De esa forma, nos daba una serie de enormes oportunidades de acercarnos lo suficiente, y muchas más maneras de frenarlo y aprisionarlo todos juntos.

No podía detenerme a pensar las cosas por demasiado tiempo, pues sin importar mucho lo que hiciera el Domador, aún teníamos al dragón sobre nosotros; presionándonos insistentemente.

Ante un agresivo ataque del dragón, nos vimos obligados a retroceder un poco, procurando evitar su potente y letal mordida. Ese monstruo era igual de mortal de cerca, de lejos y de distancias medias, y yo no tenía muy en claro lo que podríamos hacer para combatirlo, y poder tomar las riendas de la batalla.

En una recuperación veloz, el Elfo se puso de pie nuevamente y retomó su carrera contra el Domador. Estaba decidida a atacar de frente y cuerpo a cuerpo... Se notaba su entusiasmo y motivación de ataque, lo que me ponía a pensar que quizás el Lyuben y el Domador no eran tan distintos después de todo... ¿Quién lo habría pensado?

El Domador... Borislav, sólo se mantenía a la defensiva. Por cada paso que Lyuben daba para intentar alcanzarlo, el daba dos, para intentar evitar su contacto. Muy probablemente, el Domador no poseía un plan de ataque que lo beneficiara. Quizás intentaba ganar tiempo para sí mismo, cosa que podríamos aprovechar totalmente.

-Mantenlo distraído. Nosotros nos encargaremos del dragón- Grité a Lyuben, la cual respondió con un vago movimiento errático de manos.

Con veloz agilidad, el elfo continuó presionando al Domador. No paraba de hacerlo retroceder y cada vez parecía que se acercaba más y más a él. Estaba sumamente cerca del contacto. Nuestro grupo aprovechó la ocasión para poder confrontar libremente al dragón, sin temor a que desatara un poder mayor ante la fiereza que le impulsaba su jinete. Finalmente podíamos luchar con un poco de libertar y nivelar la balanza en la batalla.

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