Capítulo 25

6 2 0
                                    

TRATOS(Narra: Lyuben)

Un destino premeditado, un deber que jamás pedimos tener, una obligación que nunca creímos cargar... Pero ¿De qué se trataba? Primero acepté viajar codo a codo con un hada completamente desconocida para mí, luego llegué a un pueblo humano y hablé con un Domador... El mismo Domador que me atacó y robó, y además casi asesina al hada. Entre más lo reflexionaba, más sentía que este viaje había sido una travesía desinada a estar llena de malas decisiones. No era nada personal contra aquellos con los que me encontraba, pero no debí tomar mis decisiones tan a la ligera.

Ahora me encontraba en una pequeña posada, rodeada de individuos de diferentes razas. Llegué a este lugar a base de decisiones precipitadas, y... Simplemente estaba dejándome llevar por la corriente. Quizás el estar aquí era un error, pero algo me hacía sentir que ya no había vuelta atrás. La anciana mujer se encontraba postrada a la vista de todos, hablando sobre un destino, y sobre una revelación que confundiría a alguno de nosotros. Algo llamado... Moira...

Fuera de mi cabeza y mis pensamientos, la mujer continuaba con su extraño discurso.

-Ustedes están aquí por una razón. Una razón que va más allá de lo que alguna vez pensaron que podrían llegar a hacer. Una razón que marcará el futuro de la Tierra Media como la conocen. Es algo que ha sido objeto de observación para un específico grupo durante algún tiempo. Hoy, finalmente es momento de poner en marcha todo aquello que ha sido pensado con tan meticulosa dedicación. Ustedes, jóvenes, son parte del futuro.

Me mantuve con la cabeza abajo, intentaba entender algo de lo que estaba diciendo aquella mujer. Dijo todas esas cosas extrañas de una manera tan repentina que... Cualquiera podría afirmar firmemente que la mujer estaba divagando. Todo eso era demasiado abrupto. Me costaba creerlo, lo viera por donde lo viera. Incluso, al plantearme detenidamente todo lo que había dicho, casi era gracioso...

-¿Un destino? ¿De qué habla, mi señora?- El Domador no hizo esperar sus preguntas.

-Sé que puede parecerles ridículo, increíble o incluso pueden creer que hay malicia en mis palabras, pero no es nada menos que la verdad. Una verdad difícil de asumir, y aún más difícil de notificar. Es por ello que mis palabras son tan repentinas. No sabía en qué momento debería daros la noticia. No podía permitir que se fueran, así que los reuní aquí y decidí decirlo aquí y ahora. Seguramente no tendría otro momento para hacerlo.

El Mago se puso de pie y caminó hacia la puerta en silencio. Estuve a punto de seguirle el paso. A mí también me parecía algo increíblemente descabellado y poco probable. Es decir, ¿Qué clase de gran cambio podría traer un grupo como ese? Un Domador, un Mago, un Hada, un Nigromante y un Elfo... Un grupo así era algo antinatural. Aunque su historia fuera cierta, no llegaríamos lejos.

Encaminado a la calle y a punto de salir por la puerta, el Mago detuvo su andar.

-No tengo tiempo para tonterías. Tengo un deber que cumplir, y no puedo perder el tiempo con cuentos de una mujer que ni siquiera conozco. Con permiso, yo me largo de este sitio- Dijo el Mago mientras aún nos daba la espalda.

-Siempre tan terco y amargado. Típico de un Mago- La mujer respondió con un tono prepotente.

El mago se giró y miró a la mujer con un rostro lleno de dudas.

-Cómo es que...

-En ningún momento mencionaste tu naturaleza, eso lo saben todos aquí presentes. No debería sorprenderte que esta mujer conozca un poco más que tú el motivo por el cual estás aquí- La mujer interrumpió al Mago –Tampoco es sorprendente es que el viejo sabio no te diera detalles de lo que deberías hacer en un sitio como éste. Lo que sí me extraña, es que el anciano no me mencionara ni una sola vez. Pues pareciera que viste un fantasma... Tienes cara de sorpresa, y tus ojos se abrieron un poco más cuando mencioné tu naturaleza... No tienes ni idea de lo que viniste a hacer aquí, ni porqué... ¿Verdad, Bogdan?

MoiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora