Capítulo 30

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CERDO ESCURRIDIZO

(Narra: Lyuben)

Un pequeño juego de preguntas y respuestas con una anciana que nos propuso un castigo para el perdedor, una anciana que resultó conocer la escritura y lenguaje de mi gente, una cruel pregunta que no esperaba y había preferido no contestar; llevándome a ser descalificada, una extraña tarea que nos había sido encomendada: La de atrapar a un cerdo para cocinarlo en la cena. Sonaba sumamente sencillo, pero estaba resultando ser un poco más... Complicado, de lo previsto.

La mujer nos guio hasta un extraño jardín en la parte trasera de su negocio. Un lugar lleno de arbustos en los que el animal se escondía. Primero debíamos encontrarlo para poder atraparlo. Después de un rato, finalmente dimos con él. Resultó ser más rápido y ágil de lo que habíamos imaginado, pues se nos escapó con una facilidad total e increíble. El animal se escabulló rápidamente hacia un montón de arbustos lejanos a la choza. Al seguirle la pista, nos percatamos de que dichos arbustos conducían a un escondido camino que daba hacia el bosque. Esto iba a ser mucho más complicado de lo que creíamos.

Miramos al bosque en la lejanía. Era increíble que un simple cerdo se escapara de nuestro alcance y corriera a un sitio en el que sería mucho más difícil encontrarlo. El Hada... Millán, cruzó los arbustos y caminó un par de metros hacia el bosque.

-¿Y bien? ¿Vienen?- Ella nos miró desde el otro lado del bosque y nos hizo una seña con la mano, pidiendo que la siguiéramos.

-Deberíamos decirle a la mujer que el cerdo ha escapado. Probablemente pueda ayudarnos- Aconsejé.

-Es una tarea que nos han encomendado. Deberíamos seguirle el paso antes de que se aleje más de nosotros- El Mago respondió a mis consejos.

-Entonces vamos. No debemos perder más tiempo o jamás lo encontraremos- Millan insistió.

No lo pensamos más y viajamos a las entrañas del bosque. Debíamos encontrar al animal o se escaparía definitivamente. Era cuestión de tiempo antes de que le perdiéramos totalmente la pista. La fauna del sitio era demasiado espesa, la luz del sol comenzaba a escasear conforme nos adentrábamos en el bosque. Era difícil poder ver algo y eso sólo dificultaría más la búsqueda del cerdo. Necesitábamos encontrar una solución a la situación. Miramos por todas partes y lo perdimos. No sabíamos cómo daríamos con él.

-Parece que tendremos que dividirnos nuevamente- El mago nos reunió -Sería mejor si nos separamos y lo buscamos desde diferentes puntos de visión.

-¿Cómo haremos eso?- Preguntó Millan.

-Sencillo. Elfo, sube a los árboles y busca desde las alturas, será más sencillo si podemos buscarlo desde arriba, como un águila que asecha. Mientras, el hada y yo buscaremos desde tierra, así podremos buscarlo con buena fuerza. El hada puede volar, así que el animal no podrá escuchar sus pasos acercarse, y será más sencillo rastrearlo y atraparlo. Utilizaré mi magia para intentar barrer la zona y poder encontrarlo con facilidad. No debemos perder más tiempo.

No era un mal plan. Seguí las peticiones del Mago y salté a un árbol cercano. Sería más fácil poder encontrarlo desde las alturas, evitando que el cerdo me escuchara. Una vez alcancé una rama lo suficientemente alta, comencé a saltar de árbol en árbol... Me sentía un mono. No pasó mucho tiempo antes de que diéramos con las huellas del cerdo. El hada había encontrado un rastro de huellas en un montón de lodo no muy lejos de donde iniciamos la búsqueda. Nos pusimos en marcha y seguimos sin cesar las huellas. Yo desde los árboles, el hada volando y el mago con trote sigiloso. Éramos como un grupo de cazadores.

-Debe estar cerca. Puedo escucharle- Musité.

Sigilosamente, seguimos los sonidos típicos de un cerdo que se divierte jugando y comiendo en el lodo. Estábamos cada vez más cerca. Antes de aproximarnos más, el mago nos detuvo con sus palabras.

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