Capítulo 1

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Estaba sentada sobre una roca a la orilla del mar. Las olas estaban tranquilas y la espuma de estas rozaba la roca en la cual yo estaba sentada. Me sentía inundada de una paz indescriptible que me recordaba a lo pacífica que había estado nuestra situación en el Campamento Mestizo. Yo no participé en la guerra contra Cronos ya que me encontraba de viaje en Italia. Debido a eso nunca me sentí como una heroína. Muchos de los campistas sufrieron muertes trágicas mientras yo estaba de viaje, esto me traía un remordimiento increíble y una sensación de culpabilidad. Yo también perdí a muchos seres queridos de los cuales nunca me pude despedir. Me levanté de mi roca y me dirigí en dirección al mar. A causa de la baja marea logré ver mi pálido y espeluznante reflejo en las olas. Mi pelo, negro como la noche, ondeaba en dirección al viento como si estuviera a punto de volar libremente por los aires. Estaba tan inmersa en mis pensamientos que no había notado lo frío que estaba el día. Me sobresalté al escuchar mi nombre a mi espalda.

-¡Isadora! – escuché como me llamaban a lo lejos. Volteé y vi que era Peter Johnson. Se acercó caminando para quedar frente a mí.

-¿Qué se te ofrece? – le pregunté cortésmente.

-Solo venía para decirte que Quirón desea vernos en la Casa Grande – seguramente me había metido en problemas sin siquiera darme cuenta. Si te llaman a la Casa Grande es que, o estás en problemas o deseaban enviarte a una misión. Seguramente era la primera opción.

-¿Ahora? – pregunté con desánimo. Él sólo asintió.

Me encaminé a la Casa Grande y no pude evitar notar que Peter me estaba siguiendo.

-¿Tú también estás en problemas? – le pregunté con ironía.

-Eso supongo – dijo desanimado. Pasaron unos minutos hasta que él retomó el hilo de la conversación.

-Y... ¿Cómo has estado? – me preguntó con desdén.

No le respondí. Sabía que a él no le interesaba si estaba bien o no. Simplemente trataba de ser agradable y me había hecho esa pregunta por simple educación. Después de los acuerdos que realizaron los Olímpicos al finalizar la guerra contra Cronos, los hijos de los Dioses Menores y de Hades somos más aceptados. Pero en realidad yo no siento que haya cambiado algo, es más, no me siento nada bienvenida. Mi hermano Nico tiene varios amigos, evidentemente más que yo y sinceramente prefiero reservarme para mí misma. Mientras más alejada esté de las personas mejor. No tengo que preocuparme por los demás al igual que ellos no lo hacen por mí. 

Al llegar a la Casa Grande Peter me cedió el paso así que entré delante de él. Al entrar vi a Quirón y a varios chicos del campamento, mi hermano entre ellos.

-Gracias por traerla, Percy – ¿Percy?, yo creía que se llamaba Peter –Muy bien muchachos, me alegra tenerlos a todos por acá. Los llamé para anunciarles sobre una nueva misión – Todos suspiramos de irritación en ese momento.

- ¿Tan rápido una misión? – preguntó la chica quien yo creía era llamada Anabelle – ¡Pero si acabamos de venir!

- Lo sé Annabeth, lo comprendo. Pero es necesario. Bien, su misión consiste en asistir a un colegio... - todos  estábamos a punto de replicar pero Quirón nos silenció con un movimiento de su mano y continuó hablando – No es cualquier colegio chicos, es un colegio para magos. Se llama Hogwarts y deben de entrenar a sus estudiantes ya que sus armas no son suficientes para vencer a su contrincante.

- ¿Magos? Yo no confío en los magos. ¿No recuerdan mi última experiencia? ¡Me convirtieron en un conejillo de Indias! – replicó Percy

- ¿Podrías callarte y dejar que Quirón hable? – le pregunté bruscamente a Percy. Todos me miraron asombrados ya que no era muy común que hablara y menos aún que alzara la voz.

-Gracias Isa, como decía... - fruncí el seño ante el apodo que me concedió. ¿Isa? ¿Qué se creía él para llamarme así? A partir de eso dejé de escuchar ya que no tenía el mínimo interés en escuchar lo que él nos dijera.

-Muy bien chicos, ¿tienen alguna duda? – dijo Quirón al finalizar

-¿Me puedo largar de aquí? – le pregunté. Sin darle tiempo de responder, salí a toda prisa y azoté la puerta. ¿Qué se creían esos torpes magos para solicitar nuestra ayuda? ¿Qué acaso ellos no podían luchar sus propias batallas? Ellos no tenían ni idea de lo que nosotros hemos sufrido y ahora teníamos que luchar batallas que no eran nuestras. Escuché pasos aproximarse así que volteé y vi a Nico.

- ¿Qué te sucede? Te he notado más distante de lo normal en los últimos meses. ¿Te sientes bien? – me preguntó Nico - ¿Quieres hablar conmigo sobre algo?

- No Nico, estoy bien – le dije cortante.

- ¿Segura que estás bien?, porque...

- ¡Te dije que estoy bien Nico! Dudo que te lo tenga que repetir dos veces – dije interrumpiéndolo.

- No sé que te sucede últimamente Isadora, pero ya no eres la misma... Ya no te conozco - afirmó Nico tristemente.

- No me interesa si me conoces o no Nico. Solo déjame en paz – y me alejé de allí dejándolo con la palabra en la boca.

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Hola!

Este fue el primer capítulo de nuestra historia! Esperamos que les haya gustado mucho. Voten y comenten! Cualquier duda pregúntenos en los comentarios! Los queremos!

⚯͛   Ψ  ❤

Mi Razón de CambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora