Capítulo 57

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Entrenando de nuevo. Era casi una de las últimas sesiones de entrenamiento antes de la tercera prueba. Los chicos del campamento y yo habíamos decidido practicar defensas con las espadas, ya que últimamente habíamos estado haciendo más ejercicios de fuerza corporal.

- Está bien, acérquense todos - dijo Annabeth con voz fuerte para que la escucharan. - Hoy vamos a practicar y aprender defensas. Sus encargados les enseñarán a defenderse correctamente con la espada.

Después de haber dicho eso, el resto de nosotros reunió a sus grupos y fue a su área del campo. Colocamos a los estudiantes en parejas de acuerdo a sus habilidades para que fuera más fácil enseñarles las defensas.

- Habíamos visto defensas antes, pero esta vez se las enseñaremos más detalladamente - dijo Clarisse cuando todos estuvieron listos. - Hay tres tipos de defensas. Filo contra filo, hoja contra hoja y hoja contra filo - explicó con su espada en la mano. La movía de un lado a otro sin cuidado. - No les recomendamos detener el ataque por completo. Lo mejor es hacer el ataque más lento y luego contraatacar. En próximas clases les enseñaremos como contraatacar de manera apropiada. Ahora, tomen todos sus espadas porque Isadora les explicará como se hacen las defensas.

- Escuchen, el contacto de filo contra filo maximiza la energía que está en la hoja de la espada, mientras que el contacto con la hoja la minimiza. Muchas veces se utiliza la defensa filo contra filo para desviar ataques o detenerlos por completo. No deberían de utilizar la defensa de hoja contra hoja porque esto podría doblarla y... bueno, esto sería lo peor que les podría pasar - dije con simpleza. Clarisse rió levemente ante la cara de horror de los estudiantes. - Lo mejor para defenderse es crear una defensa con la que luego puedan contraatacar. Para esto está bastante bien utilizar una defensa hoja contra filo o filo contra hoja - Clarisse se acercó a donde estaba yo y le mostramos a los chicos como mover las espadas para hacer la defensa. Los dejamos en parejas y Clarisse fue con Neville para explicarle más lentamente.

Luego de los entrenamientos tuve un pequeño receso para volver a entrenar con Cedric después. Estuve charlando con Nico un rato hasta que me harté de su fantaseo de él con Draco y me terminé yendo a buscar algo de beber al gran comedor. Luego de eso fui a reunirme con Cedric al campo de entrenamientos de nuevo.

- ¿Estás listo? - le pregunté a Cedric cuando lo vi en el campo. Estaba acostado con su brazo cubriéndole los ojos.

- Creo que moriré - contestó dramáticamente.

- Ya déjate de tonterías. Vamos a entrenar - le tendí la mano para que se pusiera de pie. Retiró su brazo de la cara, tomó mi mano, se puso de pie y me atrajo hacia él.

- No te he dado un beso en un tiempo... - anunció viéndome y tomándome por la cintura.

- Cedric, suéltame - dije seriamente. - Vine a entrenar contigo.

- Preciosa... - protestó sin soltarme.

- No, Cedric, ahora vamos a entrenar.

- Isadora, solo un microbeso - dijo suplicante.

- ¿Un micro qué? - Cedric empezó a acercarse más a mí. - No - lo detuve un tanto molesta alejándome de él.

- Preciosa...

- No, Cedric - sentencié con firmeza.

- Está bien - dijo molesto soltándome y alejándose de mí.

- No puedes enojarte conmigo por eso. Venimos a entrenar, luego podemos ir a la biblioteca y charlar de otra cosa si así lo deseas - le sugerí convirtiendo mi pulsera en daga. Cedric volvió a acostarse en la grama y volvió a cubrirse los ojos con el brazo.

Mi Razón de CambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora