Capítulo 54

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Viernes. Entrenamientos. Rutina de siempre. ¿Harta de estar en Hogwarts? Parcialmente. Cedric mejoraba las cosas un poco. Solo un poco.

Bajé a desayunar y luego fui al campo de entrenamientos. Desde hacía varias semanas Cedric había estado entrenando más que los demás porque, tenía que admitirlo, hasta Neville era mejor con la espada. Luego de un par de semanas de Cedric suplicándome que lo ayudara con los entrenamientos terminé accediendo. Claramente me arrepentí luego de un par de días, ya que Cedric terminaba siendo increíblemente irritante.

Al terminar los entrenamientos para todos los estudiantes, Cedric se tomaba un descanso de media hora y luego volvíamos a entrenar. Estaba sentada en la orilla de uno de los pasillos cerca del campo cuando llegó Nico sonriendo levemente.

- ¿Nico? ¿Qué te pasa? - pregunté cuando lo vi parado frente a mí con una sonrisa tonta.

- ¿Que qué me pasa? - sonrió aún más y se sentó a mi lado. - Tengo algo que decirte.

- Nico, espero que no sea una de tus tonterías, porque...

- Draco y yo somos novios - me interrumpió.

- ¿Qué? - estaba asombrada.

- Lo escuchaste - se sonrojó.

- Nico, sabes que odio que bromees de esa manera - lo reproché.

- No estoy bromeando, Isadora - estaba serio, pero seguía sin creerle.

- ¿Hace cuánto? - quería asegurarme de que fuera real.

- Hace aproximadamente dos meses - contestó él fijando su mirada en el piso sin dejar de sonreír.

- Ah - repliqué secamente.

- ¿Ah? ¿Solo dirás eso? - protestó seriamente borrando su sonrisa.

- ¿Quieres que empiece a reclamarte por no haberme contado antes? - le pregunté desafiante.

- No, pero...

- Entonces si es eso lo único que tengo para decirte - dije interrumpiéndolo.

- Isadora, te acabo de decir uno de los secretos mejor guardados de Hogwarts.

- Deja de ser tan exagerado. Te puedo asegurar de que en menos de una semana ya lo va a saber medio colegio - le avisé viéndolo fijamente.

- Esperaba un poco más de emoción de tu parte... - dijo desilusionado.

- Nico, escucha, no es que no esté emocionada. Sabes que no me agradó para nada lo que Draco te dijo, ya sabes, sobre sus preferencias. ¿Lo recuerdas? 

- Isadora... - me reprochó - sabes que lo dijo solo para que no nos descubrieran.

- Pero lo dijo y sé que eso no te gustó - lo reproché de vuelta.

- Deberías de estar feliz por mí. Creí que te importaría más lo que está pasando ahora que lo que pasó hace más de tres meses - reclamó notablemente molesto.

- ¡Solo no quiero que te lastime! - le aclaré molesta también.

- No lo haría - trató de convencerme. Me puse de pie y me di la vuelta para no ver a Nico.

- Me alegro por ti, Nico. Eres mi hermano y sabes que no quiero que te hagan daño. Sabes también que si te hace algo debes de contármelo - le dije seriamente sin verlo.

- Gracias - dijo tomando mi hombro con suavidad. - En serio, gracias por apoyarme - repitió.

- Tengo que volver a entrenar - le avisé retirando su mano de mi hombro.

Mi Razón de CambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora