Capítulo 37

475 21 1
                                    




El beso que me había dado Cedric seguía sorprendiéndome a pesar de que habían pasado cuatro días. Me había estado sintiendo un poco extraña desde entonces. No entendía por qué lo había besado de vuelta. Seguía creyendo que debería de haberlo retirado.

Nico había tratado de hablar conmigo pero yo me había negado. Él no había querido decirme nada sobre Draco y respetaba su decisión, pero si le contaba que Cedric me había besado y que yo le había correspondido probablemente iría a reclamarle. Esa noche pensaba en salir a caminar, pero me encontré a Granger leyendo en la sala común así que me detuve cuando me habló.

- ¡Isadora! - exclamó cuando desvió su mirada del libro.

- Granger - dije sin mucho ánimo. Tenía el presentimiento de que ella podría ayudarme.

- Te he notado rara ultimamente. ¿Estás bien? - preguntó tratando de ser cautelosa.

- Solo estoy un poco confundida - contesté sentándome en el sillón de al lado.

- ¿Pasó algo malo? - cerró su libro y me vio.

- No creo que sea malo... - dudé - Tal vez si sea malo y no me doy cuenta.

- ¿Mataste a alguien? - preguntó para molestarme.

- Obviamente no, Granger - dije riendo levemente - Es solo que Cedric me besó el sábado y no sé si debería haberlo dejado.

- ¿¡Besaste a Cedric!? - se alarmó tratando de no gritar.

- No. Él me besó a mi - contesté como si fuera lo más obvio del mundo. - Pero he estado pensando que no debería de haberlo hecho. Desde entonces he estado sintiéndome un tanto extraña.

- ¿Por qué crees que no debería de haberte besado?

- Porque... - no seguí. No me había puesto a pensar en el por qué. Solamente había decidido que no era lo correcto pero, nunca me planteé las razones.

- ¿Por qué? - volvió a preguntar Hermione sin dejar de verme.

- Sinceramente no lo sé. Solo decidí que no estaba bien.

- Creo que ya sé qué es lo que te pasa... - dijo deliberadamente mientras sonreía. Me quedé callada para que continuara - Estás enamorada de Cedric - chilló.

- ¿Qué? - reí sarcásticamente - Estás demente, Granger. Obviamente no estoy enamorada de Cedric. Si lo estuviera no pensaría que besarlo está mal.

- Solo estás en la etapa de negación.

- Claro que no. Y en tal caso, ¿cómo estás tan segura de que me gusta? - la desafié.

- Porque lo presiento. Con él eres diferente. A parte, noté que te quedaste con su bufanda. - dijo pícaramente. Había dejado la bufanda negro con amarillo sobre mi cama luego de que se secara y me había olvidado de guardarla en mi mochila. - Me debes unos patines.

- Él me la regaló - me defendí. - Y acepta que tú ni querías esos patines - dije y ella solo asintió.

- Debes de aceptarlo, Cedric te gusta. Tarde o temprano iba a pasar - añadió sonriendo levemente regresando al tema de Cedric.

- ¿Y por qué no me he dado cuenta entonces? - todo eso de que Cedric me "gustaba" me confundía bastante.

- No te vas a dar cuenta hasta que lo aceptes y para aceptarlo debes pensarlo. Cedric también es diferente contigo, según lo que me ha dicho Lavender.

- Hablando de Lavender, más te vale que no le digas ni una sola palabra sobre lo que hablamos hoy. Ni a ella, ni a nadie - aclaré. - Y dile que deje de seguirme.

Mi Razón de CambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora