Capítulo 51

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Estaba en el Gran Comedor a punto de desayunar. Teníamos entrenamientos, ya que finamente Albus había dado autorización para seguirlos. Estaba tomando agua cuando vi a Cedric acercarse a la mesa en donde yo estaba.

- ¡Pero qué bonita! - exclamó tomando mis cachetes inflados. Eso hizo que el agua que tenía en mi boca se cayera. Cedric empezó a reírse escandalosamente de mí.

- ¡Cedric! - lo reproché. - Ahora estoy completamente mojada.

- Lo... Lo siento, Isadora - dijo entrecortadamente mientras reía.

- ¡Deja de reírte de mí! - pedí tratando de no reír junto a él.

- Pero si tú también te estás riendo - replicó él volviendo a reír.

- Solo para, Ced - volví a pedir secándome con las servilletas que estaban sobre la mesa.

- No sabía que tenías agua en la boca - reclamó estando un tanto más calmado mientras se sentaba a mi lado.

- Tú no se suponía que vinieras y me despachurraras la cara - le reclamé de vuelta.

- ¿Cómo no hacerlo? ¡Te mirabas más adorable de lo normal!

- Por los dioses, Cedric. No soy adorable - rodé los ojos.

- Claro que lo eres. Única, adorable y preciosa - volví a rodar los ojos ante su comentario.

- Nunca dejarás las melosidades, ¿no es así? - pregunté con fastidio.

- Claramente no y menos mientras sea tu novio - tomó mi mano con delicadeza.

- Si me resfrío, será tu culpa - amenacé a lo que él solamente rió.

- Eres una exagerada. Ni cuando te caíste en el lago te resfriaste así que deja de dramatizar la situación - reí levemente.

- ¿Sabes que hoy hay entrenamientos? - tenía que admitir que estaba un poco emocionada por regresar a los entrenamientos.

- Sí, me enteré ayer por la tarde.

- ¿Y no estás emocionado? - pregunté un tanto asombrada.

- Me gustaría más que tú fueras mi profesora... - contestó sonriendo levemente.

- Tengo que irme ya. Los entrenamientos empiezan dentro de poco y Clarisse ha de estar como loca buscándome - repliqué obviando su comentario.

- ¿Nos veremos después? - sonrió y yo solo asentí mientras me ponía de pie. Cedric se puso de pie junto a mí y me dio un corto beso de despedida.

Fui al campo de entrenamientos y ya casi todos estaban allí. Faltaban Connor y Travis que venían junto al grupo de estudiantes de séptimo, entre ellos Cedric. Annabeth nos había llamado al medio del campo para explicarnos lo que haríamos en el día.

- Hoy trabajaremos combate - explicó Annabeth seriamente.

- ¿Cuerpo a cuerpo? - preguntó Clarisse un tanto alarmada, ya que ese no era su fuerte.

- Si, ¿conoces otro combate? Hoy solo haremos golpes estando de pie.

- ¿Con los domis?- pregunté yo.

- ¿Qué es un domi? - interrogó Percy.

- Es una almohada rígida en donde se golpea - explicó Connor con tono de obviedad.

- O sea, era obvio - le siguió Travis.

- Más que obvio - continúe yo.

- Ya deberías saberlo - dijeron Connor y Travis al mismo tiempo.

Mi Razón de CambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora